A
cinco días de una nueva versión del Superclásico
del fútbol argentino, el partido comenzó a palpitarse en
la intimidad de los planteles de Boca y River. A pesar de que los dos
equipos tendrán que asumir, mañana y pasado, sendos compromisos
por la Copa Libertadores, el encuentro del domingo se convirtió
en el objetivo principal de las próximas horas. Después
del agónico triunfo por 1-0 ante Chacarita, el equipo de Núñez
sigue liderando el torneo Clausura con 22 puntos, a diez de su máximo
rival. Por ello, este enfrentamiento podría ser decisivo para el
futuro del certamen. Si River obtiene un resultado positivo en la Bombonera,
su camino hacia un nuevo título estaría bastante despejado.
En Boca se especula que el técnico Carlos Bianchi volvería
a presentar la línea defensiva que ubicó en la final Intercontinental,
ante el Real Madrid, en noviembre del año pasado. Es decir, con
los defensores Hugo Ibarra, Jorge Bermúdez, Cristian Traverso y
Aníbal Matellán. De esta manera, el juvenil Clemente Rodríguez
(en el partido ante Lanús jugó Facundo Imboden) pasaría
a ocupar un lugar en el banco de los suplentes. Además, en la mitad
de la cancha Gustavo Pinto podría pasar a jugar como volante sobre
la izquierda, teniendo en cuenta sus buenos rendimientos, sobre todo en
la Copa Libertadores. Así, Omar Pérez se movería
sobre la franja derecha.
En el actual campeón del fútbol argentino no faltará
Juan Román Riquelme, después de las marchas y contramarchas
que se dieron sobre su transferencia al Barcelona de España. Bianchi
decidió preservarlo para el clásico y determinó que
el hábil generador del juego auriazul no viaje hoy a Bolivia, donde
el equipo deberá medirse mañana ante Oriente Petrolero.
La inexistencia de urgencia alguna en el compromiso copero, ya que Boca
está clasificado para la segunda ronda en el certamen, le permite
a Bianchi dejarlo en Buenos Aires, entrenándose. En la zona de
ataque seguirán actuando Marcelo Delgado y Antonio Barijho, mientras
que Guillermo Barros Schelotto esperará afuera.
Por su parte, en River puede darse por descontado que, ausente por suspensión
Eduardo Coudet, pasará a jugar como mediocampista derecho Guillermo
Pereyra, en tanto que reaparecerá como volante central Leonardo
Astrada, quien volvió a los entrenamientos ayer por la mañana,
recuperado de sus anginas. Otra modificación sería en el
lugar de lateral izquierdo:
el paraguayo Pedro Sarabia reemplazaría a Ariel Franco, que jugó
frente a Chacarita.
Pero el entrenador Américo Gallego también estaría
manejando la posibilidad de que Víctor Zapata vuelva a desempeñarse
como volante por la izquierda en lugar de Damián Alvarez, que no
tuvo un buen rendimiento el último domingo.
En consecuencia, los equipos formarían de la siguiente manera:
Boca: Abbondancieri; Ibarra, Bermúdez, Traverso, Matellán;
Pérez, Serna, Pinto, Riquelme; Delgado, Barijho. River: Costanzo;
Díaz, Ayala, Yepes, Sarabia; Pereyra, Astrada, Alvarez o Zapata,
Ortega; Cardetti, Saviola.
A su vez, el Colegio de Arbitros sorteará hoy a quien tendrá
a su cargo la responsabilidad de conducir el Superclásico. Entre
Angel Sánchez, Héctor Baldassi (sería su primer Boca-River
oficial) y Horacio Elizondo estaría el elegido.
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