Un
despliegue multimedia millonario y una serie de reincorporaciones de viejos
participantes del staff saltaron anoche a la vista en el retorno a la
televisión de Marcelo Tinelli, que inauguró con una apuesta
muy fuerte la producción la decimosegunda temporada de El
Show de Videomatch, que irá lunes y jueves, de 21 a 23. Entre
las novedades del regreso tras tres meses de vacaciones figura, en primer
término, la presentación del ciclo: un video en animación
computada de poco más de un minuto de duración, realizado
por la empresa Encuadre S.A., que imita, en su idea original, al video
Californication del grupo estadounidense Red Hot Chili Peppers. Se trata,
en rigor, de una copia autorizada, ya que Ideas del Sur compró
los derechos del clip. El esfuerzo vale la pena, si se tiene en cuenta
que Tinelli fue el año pasado el peso pesado del canal en la competencia
por el rating de lunes a viernes.
La presentación simula un videogame en que todos los integrantes
de Videomatch son personajes virtuales cuyo objetivo es poder
corporizarse para llegar a término al programa. Para ello, deben
atravesar todo tipo de obstáculos en una Buenos Aires también
virtual. En la aventura cibernética Tinelli es un superhéroe
perseguido por unos monstruos virtuales que rodean el Obelisco, navega
a bordo de un tiburón por Puerto Madero y atraviesa el caos del
tránsito porteño esquivando barriles que le van tirando
sus enemigos.
Entre las novedades que trae la temporada 2001 figura el retorno de las
cámaras ocultas: uno de los juegos es El peor día
de tu vida, en que al mejor estilo Truman Show, se filma a una persona
en problemas falsos con la complicidad de sus conocidos. Aprovechando
la oleada de los reality game shows, el programa concretará una
parodia (y a la vez promoción de otro tanque del canal)
de Gran Hermano. Tinelli se encargó de detallar que
es una sátira del original. No se trata de una
serie de gags, sino que está hecho en tiempo real. La escenografía
es espectacular porque es igual a la de Gran Hermano: los
dormitorios, el baño, el confesionario lo reproducen exactamente.
¿Se puede hacer reír cuando la realidad de por sí
es tan fuerte que parece jocosa?
Yo creo que se puede hacer reír, de hecho tratamos de demostrarlo
en el programa. La realidad nos da mucha tela para cortar y nos permite
hacer muchas parodias de lo que está pasando en el país.
Para ello tenemos pensadas dos imitaciones que van a ir alternándose:
el presidente De la Rúa y el ministro Cavallo. Por mi parte, estoy
muy contento que en un año tan político como éste,
de tantos cambios, vuelvan los raporteros.
¿Cómo se dieron los cambios en el equipo?
Los que se fueron son procesos que terminan, cambios que necesita
el programa porque modificar alguna cosa siempre viene bien. Cualquiera
de los que se va tiene las puertas abiertas para volver el día
de mañana. Me ponen muy feliz las incorporaciones de cinco nuevos
personajes surgidos de un casting que hicimos, aparte del regreso de Sturce
y Diego Korol, en un año que también es importante para
el fútbol.
Además de las nuevas incorporaciones y de los retornos, ¿va
a haber alguna otra modificación?
El hecho de que antes estábamos una hora todos los días
y ahora dos días con dos horas cada uno no implica menos trabajo.
Apostamos a mejorar la calidad en la producción. Creo que la exigencia
de producción en este ciclo va a ser mayor. No vamos a tener tantas
cosas en vivo, más típicos de los programas que se emiten
diariamente, y vamos a buscar mejorar la calidad de las notas. El diario
a veces hace que no tengas el mejor programa, pero lo tengas que hacer
igual. Dos horas trabajadas con anticipación, en cambio, hay que
prepararlas mejor.
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