Por Fernando Cibeira
La comitiva delarruista recibió
en Roma vía fax las tapas de los diarios desde Buenos Aires y no
podían creer lo que veían. Pese a que el presidente Fernando
de la Rúa había hablado sobre la posibilidad de incorporar
al cavallismo a la Alianza, los temas que acaparaban los títulos
eran económicos y tenían el mismo protagonista: el (super)
ministro Domingo Cavallo. La situación agitó uno de los
fantasmas más temidos del entorno presidencial, el de la supuesta
transferencia de poder que se habría operado entre
De la Rúa y Cavallo a partir de su llegada al gabinete. En consecuencia,
hubo varios movimientos tal vez inconexos entre sí, pero con el
mismo objetivo de ganar la batalla mediática del poder. Uno de
los hijos del Presidente llamó a los futbolistas Batistuta y Balbo
para que su padre tuviera alguna actividad interesante en medio de sus
minivacaciones romanas. Además, desde el Gobierno insistieron sobre
la inminente creación de nuevos ministerios mientras que el viceministro
de Interior, el sushi Lautaro García Batallán,
lanzó la posibilidad de la reelección de De la Rúa
en el 2003.
Los diarios recogieron los temas que le parecieron más importantes:
el respaldo de los organismos internacionales de crédito a Cavallo,
la baja de impuestos para algunos rubros y la garantía del ministro
de que el país pagará sus deudas pese al aumento del déficit.
Es decir, todos títulos económicos. Ni noticias de De la
Rúa y su relajado periplo italiano que quedó relegado a
las páginas interiores.
Si hay algo que inquieta al entorno más cercano al Presidente ese
que involucra desde su hijo Antonio y sus amigos hasta el ex jefe de la
SIDE, Fernando de Santibañes, es que De la Rúa aparezca
ante la gente cediendo poder y protagonismo ante Cavallo. No les molesta,
como ellos mismos aclaran, que el ministro de Economía también
tenga un papel protagónico en la actualidad nacional, al fin y
al cabo, para eso lo pusieron. Pero sí los inquieta que lo consiga
gracias al desplazamiento del Presidente del centro de la escena. En la
primera semana de hiperactividad de Cavallo, el Presidente respondió
convocando a los más conocidos dirigentes políticos Carlos
Menem, Raúl Alfonsín y Carlos Chacho Alvarez
a conversar a su despacho. Ahora es necesario buscar nuevas alternativas.
Pelear contra Cavallo en este momento es suicida, explicaba
ayer un secretario de Estado con acceso directo al despacho presidencial.
El es quien va a conseguir que salgamos de la recesión así
que todo activo para Cavallo tiene que ser también un activo para
De la Rúa. Pero no podemos dejar que cale esta idea de transferencia
de poder, remarcó.
Sin embargo, más que cortar la idea de una licuación de
poder, el delarruismo respondió de la forma en la que está
estructurado: buscó las diferentes formas de acaparar los titulares
periodísticos. El lunes el Presidente lanzó lo de la posible
incorporación del cavallismo a la Alianza, sin descartar la posibilidad
de listas conjuntas para octubre. Pero la novedad no sólo no encontró
el eco que esperaban sino que además provocó varias reacciones
en contra, sobre todo desde el radicalismo. Ayer, tanto Alfonsín
como el gobernador Angel Rozas salieron a oponerse a una ampliación
de la coalición hacia sectores de centroderecha (ver página
2).
El Presidente buscó afinar la puntería. De la Rúa
en Italia, y su hermano, el ministro Jorge, desde acá, confirmaron
que se crearán nuevos ministerios. Incluso, dieron por seguro que
existirá uno de Etica o Transparencia (ver aparte).
La otra sorpresa la dio García Batallán hablando de reelección,
una idea que, hoy por hoy, suena bastante irreal tanto por la situación
económica como por lo que indican las encuestas. El gobierno
de De la Rúa va a ser exitoso y vamos a llegar no sólo al
2003, aventuró el flamante viceministro de Interior, amigo
de Antonio de la Rúa. Vamos a trabajar para que el presidente
De la Rúa pueda tener un segundo mandato, remarcó.
Luego, García Batallán llamó a las agencias de noticias
para relativizar sus dichos, pero el objetivo ya estaba conseguido. Un
amigo del funcionario aseguraba que la salida no tenía que ver
con una operación planeada de antemano. Si hubiera sido pensado,
lo habría hecho mejor, contó que se había defendido
García Batallán.
Del otro lado del océano, hicieron falta ciertas dosis de improvisación.
El viaje a De la Rúa a Italia viene generando inquietud por lo
descansado de la agenda. La embajada argentina en Roma continuaba anoche
ultimando detalles para que el Presidente tuviera hoy algunas entrevistas
de importancia que justificaran su arribo a la ciudad de los Césares
tres días antes de su audiencia con el papa Juan Pablo II. Pero
teniendo en cuenta que ayer Cavallo inició una gira por Estados
Unidos y Canadá para conseguir apoyos a su plan, a la comitiva
presidencial le urgía encontrar alguna actividad más
allá de las diarias conferencias de prensa que pudiera resultar
atractiva a los medios.
El hijo menor del Presidente, Aíto, llamó de urgencia a
Batistuta y Balbo, dos de las figuras de la Roma, el equipo sensación
de la Liga italiana que aspira a su primer scudetto luego de una larga
sequía. Los jugadores dijeron que sí y la comitiva respiró
aliviada: la foto, por lo menos, ya estaba asegurada. De la Rúa
se esforzó por mostrase de buen humor. Yo de chico jugaba
muy bien de half derecho, no tenía la velocidad para ser wing,
pero se frustró mi pase a Italia porque me dediqué a la
política, bromeó. Por supuesto, halagó a sus
visitantes. Siempre miramos los diarios para ver si los argentinos
han hecho un gol, y han hecho un gol, ponderó la actuación
de los delanteros en Italia. Bati aportó lo suyo: Aquí
es todo a dos toques, en cambio en nuestro país se tiran caños
y se juega más, comparó.
No fue la única actividad que desarrolló el Presidente en
el Hotel Flora Marriot de la Via Veneto. Por la noche recibió también
a la modelo Valeria Mazza, a su marido Alejandro Gravier y al pequeño
Balthazar, su hijo. Con ellos dialogó a puertas cerradas durante
media hora y a diferencia del encuentro con los jugadores, no trascendieron
detalles de lo conversado.
GIRO
ROMANO
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El presidente Fernando de la Rúa aseguró ayer desde
Roma que le preocupa la reforma de la estructura (ministerial),
antes que el problema de las designaciones y ratificó
su idea de elevar la Oficina Anticorrupción a ministerio
para darle mayor importancia. En el hotel en el que se hospeda,
De la Rúa también brindó definiciones del estilo
de chico jugaba muy bien de half derecho, no tenía la
velocidad para ser wing, pero se frustró mi pase a Italia porque
me dediqué a la política.
De la Rúa habló de sus cualidades futbolísticas
pasadas y de su lentitud como jugador una condición que
justamente también le reprochan muchos en la política
al recibir a los delanteros Gabriel Batistuta y Abel Balbo, ídolos
argentinos de la Roma. La charla incluyó conceptos como:
Ambos nos hacen quedar
muy bien en Italia y en el mundo, no sólo por cómo juegan
sino también por la caballerosidad.
Frente a los momentos
difíciles y de grandes dificultades que está atravesando
nuestro país, es importante el esfuerzo y el trabajo,
tal como en un campo de juego, para salir adelante.
De la Rúa ya había recibido más temprano en el
bar del Hotel Flora Marriot a los periodistas, a quienes sorprendió
con la frase qué viaje peligroso en helicóptero.
Acababa de volver de una visita a la empresa Telespazio y sus colaboradores
justificaron el susto en que el viaje fue movido. Entonces
el Presidente se mostró fascinado con un sistema satelital
de control fiscal que conoció en esa empresa porque podría
aplicarse en la Argentina para evitar y reducir de manera singular
la evasión impositiva, aunque no garantizó su
compra. También dijo que:
Se están analizando
diversas variantes para cambiar los ministerios. Se ha
hablado de un ministerio de la Transparencia donde pueden confluir
no sólo la Oficina Anticorrupción sino también
la Unidad de Información Financiera y la Secretaría
de Lucha contra el Narcotráfico.
Es necesario examinar
la conveniencia o no de mantener algunos organismos residuales
y una cantidad de estructuras sobrevivientes que insumen altos gastos,
aunque no especificó cuáles.
Es de un gran valor
hablar con él (el presidente italiano Carlo Ciampi), ya que
es quien produjo la integración de Italia al (tratado) de Maastricht
y la llevó al riesgo cero, algo que deseamos vivamente para
nuestro país a partir de este programa de reactivación. |
EL
GOBIERNO CONFIRMA LA CREACION
DE LAS CARTERAS DE ETICA Y DE SEGURIDAD SOCIAL
Nuevos ministerios a gusto del Presidente
El viernes que
viene, cuando concluya su gira por Italia, Fernando de la Rúa comenzará
a analizar la propuesta de reformulación ministerial que le alcanzará
Crhystian Colombo. Aunque no se descarta la creación de otras carteras,
una fuente que trabaja en el proyecto aseguró ayer a Página/12
que hasta ahora sólo está confirmada la inauguración
de dos nuevos ministerios: el de Transparencia (o Etica) y el de Seguridad
Social.
La idea de ampliar el número de ministerios surgió a partir
de la aprobación de la Ley de Competitividad, que habilita al Ejecutivo
a modificar estructuras administrativas por decreto. Aunque en el Gobierno
sostienen que su objetivo es agilizar y mejorar el funcionamiento del
Estado, se trata de una de las movidas junto el relanzamiento del
diálogo político o el viaje a Italia con las que De
la Rúa busca retomar la iniciativa y recuperar protagonismo frente
al ascenso de Cavallo. El ministro de Economía ha dicho que estudia
una reforma de mediano plazo, algo que en el futuro podría generar
conflictos dentro del Gobierno.
Más allá de los objetivos políticos, el tema fue
uno de los ejes de la raleada reunión de Gabinete de ayer, en la
que no estuvieron De la Rúa, Cavallo, ni Adalberto Rodríguez
Giavarini. De todos modos los funcionarios avanzaron en el proyecto que
incluiría dos modificaciones:
La primera es la creación
del Ministerio de Transparencia. Fue una idea que el Presidente lanzó
en la inauguración de las sesiones ordinarias del Congreso y que
ayer fue admitida por Jorge de la Rúa. Es el único
ministerio que está confirmado, dijo el titular de Justicia.
Desde Roma, el Presidente explicó que el nuevo organismo nucleará
a la Oficina Anticorrupción, a la Unidad de Información
Financiera (se encarga de combatir el lavado de dinero) y a la Secretaría
de Lucha contra el Narcotráfico, que hoy está bajo la órbita
de Presidencia. Aunque en un principio se habló de Jorge de la
Rúa como posible titular del área, ayer el ministro descartó
la posibilidad: sería absurdo que sea justamente el hermano del
Presidente quien se encargue de controlarlo.
La otra novedad es la transformación
en ministerio de la actual Secretaría de Seguridad Social, que
hoy depende de Trabajo. La idea es recategorizar un área por la
que pasa el 60 por ciento del presupuesto estatal: incluiría a
la ANSES, la Superintendencia de Riesgos del Trabajo, la superintendencia
de AFJP y quizá la Superintendencia de Salud, lo que ya provocó
quejas de Héctor Lombardo. Está casi confirmado que el actual
secretario, Jorge Santamarino, abandonaría el cargo. Para reemplazarlo,
un sector del radicalismo impulsa al diputado Eduardo Santín, aunque
también suena el cavallista Armando Caro Figueroa y el frepasista
Marcos Makón.
La última palabra la tendrá De la Rúa, que analizará
el tema cuando vuelva de Italia, y aún no se descarta que a último
momento el Presidente dé el okay para elevar la categoría
de alguna otra área. Se mencionaron varias como Deportes
o Producción, pero la que cuenta con alguna posibilidad es
Turismo.
Este es sólo un aspecto de la reorganización administrativa.
Otro de los temas pendientes es la Agencia Social, que ya provoca tironeos
dentro del gabinete: Cavallo pretende que Makón vuelva a asumir
el cargo, mientras que el delarruismo puro impulsa a Patricia Bullrich,
cuyo ministerio se fusionaría con el de Desarrollo Social. Hoy,
el proyecto de Agencia está frenado, supeditado a la reintegración
del Frepaso al Gobierno.
El último aspecto del proyecto es más complicado. El Gobierno
quiere terminar un plan de reforma del Estado que abarca todas las áreas
de la administración y que apunta a eliminar organismos residuales,
reorganizar organigramas y evitar superposiciones. Una tarea compleja,
que Colombo viene estudiando desde hace meses y que quiere tener lista
en 30 días.
Alfonsín
no quiere a Cavallo en las listas aliancistas
Por
Eduardo Tagliaferro
El titular del
radicalismo, Raúl Alfonsín, señaló su desacuerdo
personal con la iniciativa del presidente Fernando de la Rúa
de incorporar a la Alianza al partido de Domingo Cavallo. El reconocimiento,
realizado por De la Rúa en Italia, acerca de que la convocatoria
a Cavallo está entre las posibilidades, produjo el
rápido y airado rechazo de los principales referentes de la UCR.
A pesar de estas críticas, la ministra de Trabajo, Patricia Bullrich,
reivindicó la propuesta calificándola como parte de un
proceso natural. Aunque parezca temprana, la polémica prenuncia
un escenario llamado a profundizar la interna de la coalición.
Todo se está evaluando, dijo el Presidente cuando fue
interrogado por el posible incorporación a las listas de la Alianza
de candidatos de Acción por la República. La iniciativa
generó el lógico rechazo de los principales hombres de la
UCR, de algunas voces aisladas del Frepaso y la adhesión del entorno
presidencial.
No es un tema del Gobierno. Debe ser acordado con los partidos que
integran la Alianza, dijo Alfonsín en un mensaje que tenía
un claro destinatario: el Presidente. A fin de fundamentar su rechazo,
el ex presidente sostuvo que para que eso fuera posible tendría
que convocarse a la Convención Nacional de la UCR, y el Frepaso
tendría que hacer lo mismo.
Las declaraciones de Alfonsín apuntaron no sólo a poner
un límite a los anhelos de De la Rúa, sino también
a fortalecer su posición con las opiniones del Frepaso. No por
nada tanto Alfonsín como el ex ministro del Interior, Federico
Storani, reclamaban insistentemente la institucionalización
de la coalición.
Lo importante son los contenidos. Más que las personas quiero
discutir en una mesa las políticas que vamos a sostener y a partir
de ahí veremos quién es conveniente que esté en la
Alianza y quién no, sostuvo el gobernador del Chaco y vicepresidente
de la UCR, Angel Rozas.
Aunque cuidadosas de las formas, las autoridades del radicalismo no dudaron
en manifestar su oposición a ampliar la Alianza con la incorporación
de Acción por la República. Me parece que es una idea
que puede ser analizada como lógica en el terreno de lo racional
pero que no se condice con el universo de la política; en síntesis,
un avance del pensamiento único. Es como querer casarse sin conocer
a los padres de la novia, opinó en diálogo con Página/12
el ex vicecanciller y miembro de la conducción nacional de la UCR
Raúl Alconada Sempé.
A pesar de la oposición radical, Bullrich defendió la idea
del Presidente porque la gestión siempre acerca. La
ministra de Trabajo consideró que la posibilidad de sumar al partido
de Cavallo es una consecuencia lógica, aunque a la hora de hablar
de las futuras listas electorales tomó cierta distancia. Habrá
que evaluarlo, dijo.
Otro dirigente cercano al círculo de De la Rúa, el diputado
nacional Marcelo Stubrin, optó por minimizar la posibilidad de
que las declaraciones de De la Rúa respondan a una estrategia predeterminada:
No hay nada de eso, concluyó. Sin embargo, dirigentes
cercanos a la dirección nacional del radicalismo, no coincidieron
con Stubrin y prefirieron ver cierto cálculo marcadamente electoralista
detrás de las definiciones del Presidente. El entorno del
jefe de Estado debe haber evaluado las últimas encuestas y, a partir
de la expectativa generada por Cavallo, habrán calculado que les
convenía impulsar una movida que los acerque al ministro de Economía,
comentó a este diario un radical con llegada al comité de
la calle Alsina. El dirigente se mostró receloso de la movida,
ya que la política no es tan solo una sumatoria estadística.
Por cierto, mostró su desconfianza del entorno presidencial. Cada
jugada para fortalecer la imagen de De la Rúa sube el riesgo país.
Son los chicos más caros que conocí, dijo.
Desde el Frepaso las únicas voces que se alzaron fueron las del
diputado santacruceño Rafael Flores y la del Socialista Popular
Rubén Giustiniani.Ambos coincidieron que la demanda de más
alianza incluía la pertenencia al programa votado en las
últimas elecciones generales.
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