No hay faltante de caja. Lo que necesitamos para financiar al sector
público lo conseguiremos en Buenos Aires, enfatizó
Domingo Cavallo desde Nueva York, el mismo día en que se informó
oficialmente que la recaudación de impuestos cayó en marzo
un 12,9 por ciento. El brusco descenso en los ingresos complica el panorama
fiscal, pero el ministro le restó importancia y les dijo a empresarios
y funcionarios estadounidenses que Argentina cumplirá cabalmente
con sus compromisos de deuda. Explicó que el impuesto a las transacciones
financieras, que comenzó a cobrarse ayer (ver página 4),
nos da una solución inmediata a las necesidades fiscales.
La estrategia para asegurar el financiamiento que permita pagar los servicios
de la deuda se completará con emisiones de bonos en el mercado
local. Por tanto, Cavallo volvió a negar que esté gestionando
un nuevo crédito de salvataje ante el Tesoro de Estados Unidos.
El ministro se reunió en Nueva York con el presidente de la Reserva
Federal de esa ciudad, William McDonough, y con ejecutivos de empresas
de primera línea. El objetivo de los encuentros fue tranquilizar
a los inversores estadounidenses y extranjeros (sic) y que reencuentren
su confianza en nuestro gobierno y en nuestra economía, señaló
Cavallo, quien para tranquilizarlos les ratificó que el Gobierno
cumplirá con las metas fiscales pactadas con el FMI, a pesar de
lo complicado que parece ese objetivo en este momento.
La recaudación de impuestos en marzo fue desastrosa. Los ingresos
alcanzaron a 3321,6 millones, un 12,9 por ciento menos que los 3812,9
millones de marzo de 2000. La caída más significativa, por
el impuesto de que se trata, fue la del IVA: recaudó un 11,9 por
ciento menos que el año pasado. Es un indicador de que el consumo
no se recupera e incluso estaría cayendo. Cavallo atribuyó
esa situación a los errores económicos que se cometieron
en los últimos cuatro años que, sostuvo, él
corregirá.
El ministro siguió en Nueva York con su trabajo hiperkinético.
Primero se reunió con McDonough y luego asistió a un almuerzo
privado con empresarios de Coca Cola, Chevron, Procter and Gamble, Colgate
Palmolive, Enron y Wal Mart, entre otros grandes grupos. Posteriormente,
partió hacia Toronto, adonde asistirá a la reunión
de ministros de Economía del hemisferio, y tiene previsto un encuentro
con el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Paul ONeil. Su interés
en este viaje es despejar la incertidumbre en el exterior sobre la capacidad
de Argentina de pagar la deuda y superar la crisis económica.
El presidente de la Reserva Federal de Nueva York elogió las ideas
transmitidas por Cavallo, las cuales calificó como muy convincentes.
Su descripción de la economía, los planes que tiene
para la recuperación y el crecimiento los encontré muy convincentes,
tal y como los encontraron los demás asistentes a la reunión,
aseguró McDonough, quien estuvo acompañado por banqueros
y directores de fondos de inversión. Por su parte, el ministro
de Finanzas de Canadá, Paul Martin, quien presidirá la reunión
de jefes de Economía a la que asistirá hoy Cavallo, también
subrayó que el ministro argentino ha tomado las medidas requeridas
para restablecer la confianza, dentro de la Argentina y fuera de sus fronteras.
Cavallo insistió en que no necesitamos más dinero
de alguna organización internacional, de algún gobierno,
y sólo usaremos las fuentes normales de financiación si
las tasas de interés son aceptables para nosotros. El ministro
remarcó que la Argentina volverá a crecer vigorosamente.
Nuestra estrategia es muy sencilla explicó, recrear
la confianza de los argentinos en su gobierno y en su economía.
Estamos seguros de que cuando en el exterior adviertan que los argentinos
confiamos en nosotros mismos y que los argentinos confían en su
gobierno, la confianza externa va a renacer. En esa línea,
señaló que en los últimos 15 días no
nos hemos preocupado por los indicadores de confianza externa, sino que
tratamos de ganar la confianza de nuestros conciudadanos. Sin embargo,
el ministro consideró necesario destacar que en el primer
trimestre hubo un desvío fiscal de mil millones de dólares,
pero en los próximos tres trimestres reduciremos el déficit
y nos ajustaremos a la meta de 6500 millones de dólares pactadas
con el FMI. Ello será posible, según dijo, por la creación
del impuesto a las transacciones financieras y a un próximo ajuste
de gastos en el área de la seguridad social.
DANIEL
MARX, EL OTRO YO DEL DOCTOR CAVALLO
Tasas que no son tan ruinosas
Domingo Cavallo no tiene mucho
diálogo con su viceministro, Daniel Marx, o éste empezó
a decir lo que el ministro no puede. Es la última vez que
tomaremos deuda a tasas ruinosas para el país, había
desafiado Cavallo a los banqueros la semana pasada. Marx ayer lo contradijo
al ratificar que se mantendrá inalterable el cronograma de colocaciones
de Letras de Tesorería las mismas por las que protestó
el ministro cada quince días. También relativizó
que las tasas sean ruinosas y superiores a las de México, meta
que se fijó Cavallo para futuras emisiones. La Argentina
está pagando tasas de interés que podrían ser menores
si seguimos con este programa, pero que ya son inferiores a las de México,
que tiene gran cantidad de vencimientos de corto plazo en relación
con nuestro país, explicó su segundo.
Marx es el secretario de Finanzas y fue promovido a viceministro con la
llegada de Cavallo al Palacio de Hacienda. Es el hombre que se encarga
directamente de diagramar las operaciones de emisión de deuda y
quien negocia con los bancos distintas alternativas de financiamiento.
Una de ellas, altamente polémica, es que el Gobierno emita bonos
garantizados por la recaudación del nuevo impuesto a las transacciones
financieras. Los bancos actúan como agentes de retención
del gravamen, con lo cual tendrían plena seguridad de que cobrarán
al vencimiento de los títulos que compren.
Sin embargo, los legisladores incluyeron expresamente en la ley de competitividad
la prohibición de que el Gobierno ponga activos o recursos como
garantía del pago de bonos. Marx dijo que hay algunas escapatorias
desde el punto de vista legal a esa reglamentación. Sin embargo,
pareció darse cuenta de la gravedad de su declaración y
se retractó como pudo.
¿Cómo se compatibiliza la emisión de deuda
garantizada por la recaudación del impuesto a las cuentas corrientes
con la prohibición de la ley de competitividad?, le preguntó
Enrique Szewach a Marx desde Radio América.
Nosotros no tenemos como política dar en garantía
ingresos determinados por pagos determinados (...) Pero hay algunas escapatorias
legales desde el punto de vista legal que no... Igual, no es la política
que estamos mirando, no es la política, respondió
el funcionario.
Previamente había reconocido que estamos estudiando distintas
propuestas de financiamiento y hay alguna referida a
la emisión de deuda garantizada por recaudación. No
es necesariamente la que más nos entusiasma, aclaró.
En cambio, ratificó que se mantendrá el cronograma
de licitación de Letras de Tesorería y de otros títulos.
Tenemos Bonos de Tesorería que van a salir la tercera semana
de abril, ejemplificó Marx, quien no pareció reparar
que Cavallo había descartado nuevas emisiones a tasas ruinosas.
En lo que sí hubo coincidencia entre las afirmaciones del ministro
y de su número dos es en que se corregirán los desvíos
fiscales que tuvimos en el primer trimestre, por mil millones de
pesos respecto de la meta convenida con el FMI. Marx señaló
que ese desfasaje fiscal provocó una caída en el colchón
de financiamiento que teníamos. Una de las vías que
se utilizará para recuperarlo es ofrecer títulos a las AFJP.
Finalmente, Marx se refirió a la modificación a la ley de
Defensa de la Competencia, que fue la primera medida que tomó Cavallo
con los poderes especiales que le otorgó el Congreso. El viceministro
destacó que el cambio permitirá que el Tribunal de Defensa
de la Competencia se concentre en un 10 por ciento de los casos
que miraba antes y lo haga más profundamente.
EN
MARZO CONTINUO LA DEFLACION
Mayoristas, al descenso
El Indec dará a conocer
hoy el índice de precios al consumidor de marzo, dato que servirá
para verificar si continúa el proceso deflacionario. Por lo pronto,
ayer informó que los precios mayoristas cayeron 0,4 por ciento
y los de la construcción no registraron variación. Domingo
Cavallo asegura que su primer objetivo es recrear las expectativas de
la población en la recuperación económica para que
vuelva a crecer el consumo. Tarea que, de acuerdo con el escenario actual,
no parece nada sencilla.
Entre los distintos componentes del índice de precios mayoristas,
se destacó en marzo una caída del 7,3 por ciento en el petróleo
crudo, mientras que el costo de la energía eléctrica bajó
4,5 por ciento. En tanto, los precios de los productos agrícolas
retrocedieron 0,9 por ciento y los de los productos manufacturados registraron
una ligera suba del 0,1 por ciento. Finalmente, los productos importados
anotaron una caída de 2,8 por ciento.
En cuanto a los precios de la construcción cuyo nivel general
no registró variación, se dieron leves bajas en albañilería,
carpintería metálica y herrería, mientras subió
el rubro instalaciones eléctricas. Al comparar el nivel general
de marzo de 2001 con igual mes de 2000, se observa una deflación
del 3 por ciento.
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