Mientras en Buenos Aires se realiza la octava reunión del comité
de negociaciones comerciales con miras al ALCA, la posibilidad de organizar
un área de libre comercio continental comenzó a ser analizada
ayer en Toronto por los ministros de Economía de 34 naciones americanas.
Ambos escenarios sirvieron para manifestar las contradicciones que genera
esta iniciativa norteamericana, a la que Brasil adhiere sin demasiado
entusiasmo.
Los técnicos reunidos aquí desde el lunes intentarán
acercar posiciones con la idea de que pueda redactarse un documento con
el mayor grado de consenso posible, que sirva de base para la reunión
de ministros de Comercio que se realizará el sábado. Al
mismo tiempo, los titulares de Economía o Finanzas realizan otro
cónclave en Canadá, donde entre el 20 y el 22 de este mes
tendrá lugar una cumbre presidencial para definir el futuro del
Area de Libre Comercio de las Américas, propuesta que fue motorizada
por George Bush padre, cuando ocupó la Casa Blanca.
Los encuentros técnicos de estos días servirán, entre
otras cosas, para precisar si el ALCA se formaliza a partir del primer
día del 2005, tal como se previó originalmente, o si se
anticipa al 2003, como postulan Estados Unidos, Canadá, y Chile,
cuyo gobierno prioriza un acercamiento a Norteamérica por encima
de cualquier otro pacto regional.
La prioridad de Chile es negociar un acuerdo comercial con Estados
Unidos, y el Mercosur tendrá que esperar un poquito. Con el Mercosur
por ahora estamos participando en un proceso de convergencia económica
que, en cierta forma, es un pequeño Maastricht, sentenció
ayer el ministro de Finanzas trasandino, Heinz Rudolph.
Brasil, en tanto, sigue demostrando una estrategia diferente. Su secretario
general de Asuntos de Integración Económica y Comercio Exterior,
José Alfredo Graca Lima, advirtió en Buenos Aires que no
existe consenso para anticipar la puesta en vigencia del ALCA ni
se está discutiendo acerca de esto. Desde que Washington
planteó su propuesta de libre comercio, aquel país fue el
que presentó mayores reparos y siempre intentó anteponer
los intereses del Mercosur para negociar con más fuerza desde el
bloque sureño.
Pero hasta ahora no tuvo demasiado respaldo de sus socios en esta embestida.
La Argentina defiende con ahínco el ALCA, al tiempo que el presidente
del Uruguay, Jorge Batlle, reconoció que ese país no descarta
la posibilidad de avanzar en el librecomercio celebrando acuerdos bilaterales
con Estados Unidos.
FELICIO,
TITULAR DE LA CUT BRASIL, CONTRA EL ALCA
Crea un área de libre explotación
Por Darío
Pignotti
Desde San Pablo
Hay que parar al ALCA.
La Central Unica de Trabajadores brasileña aspira a convertir a
Buenos Aires en una pequeña Seattle para demostrar
el disenso de millones de personas contra el Area de libre explotación
que quieren imponer los Estados Unidos. El secretario general de
la CUT, Joao Felicio, elude medias palabras: Estamos contra el Area
de Libre Comercio de las Américas, cualquiera sea la fecha elegida,
el 2003, el 2005 o el 2010, con el ALCA tenemos todo que perder y nada
que ganar. En diálogo con Página/12, el sindicalista
afirmó que aún es posible frenar el proyecto de integración
continental.
Pocos opinan así.
Pocos opinan así porque nos han hecho creer que no hay nada
fuera del ALCA, que es inevitable. ¿Por qué Bush tiene tanta
prisa para imponernos las cosas? Saben que no tienen todas las de ganar.
Cuanto más se debata el tema, menos serán los que quieran
firmar un acuerdo que traerá desocupación, pérdidas
de derechos laborales y mayor sumisión.
Muchos ya dan al Mercosur por muerto. ¿Usted también?
Tampoco creo que sea tan cierta esa muerte, lo cierto es que hay
grandes intereses y personajes empeñados en anticiparla.
¿Quiénes?
Lo de Cavallo fue muy ruin, la baja de aranceles para bienes de
capital e informática fue un golpe de Estado al Mercosur, fue una
evidente maniobra para acercarse a los Estados Unidos a espaldas del Mercosur.
No puede ignorarse que Cavallo ha conseguido deteriorar profundamente
las relaciones bilaterales. Ha sembrado la desconfianza.
¿Qué sectores sufrirían más el impacto
del ALCA?
Es difícil señalar qué sectores serían
los más afectados, prefiero decir que habrá un perjuicio
indiscriminado. Imagínese si con la maniobra de Cavallo introduciendo
bienes informáticos sin tarifa, Brasil queda prácticamente
indefenso en un sector en que es competitivo, ¿qué podría
ocurrir con la agricultura frente a un país que subsidia el 50
por ciento de su agricultura?
Usted dice hay que parar al ALCA. ¿Cómo?
Ya es hora de hacer un gran acto de protesta continental contra
lo que viene ocurriendo en América latina. Debiéramos convocar
a una huelga continental, eso es parte de nuestro deseo que no siempre
se hace realidad (sonriendo). Si hubiese más unidad, tal vez se
podría.
¿Las divisiones sindicales lo impiden?
Esa ausencia de unidad dificulta acciones más osadas. Por
ejemplo, si hubiera unidad en el sindicalismo argentino y brasileño,
esa huelga sería muy posible. Sin un fuerte levantamiento, la sumisión
a los Estados Unidos será todavía más exagerada con
el ALCA.
¿Mantienen contacto con sindicatos norteamericanos?
Hemos conversado con los sindicatos norteamericanos, particularmente
con la AFL-CIO, con quienes hemos tenido buen entendimiento. Ya hemos
firmado documentos criticando la ausencia de cláusulas sociales
y laborales en las discusiones por el ALCA. Los trabajadores norteamericanos
cuestionan al ALCA porque dicen que llevará desempleo allá,
aunque yo creo que no será así. Pero tampoco creo que pueda
frenarse el ALCA sólo con el sindicalismo.
Algunos piden un plebiscito.
La ciudadanía ha sido la convidada de piedra y los sindicalistas
hemos tenido todo tipo de discriminación, en el proceso del Mercosur
hemos sido los feos, sucios y malos. Creo que un plebiscito es algo importante,
hay actores sociales, sindicales y empresarios para llevarlo adelante,
tal como se propuso en el Foro Social de Porto Alegre. Creo que con algunos
plebiscitos en América latina, esta política de sumisión
al ALCA sería derrotada.
Brasil parece decidido a postergar el inicio del ALCA.
Creo que es marketing del gobierno brasileño, no creo que
el presidente se haya enfrentado a Bush. Nuestros gobiernos no salen de
la sumisión a Norteamérica.
Un rumor dice que Cardoso transmitirá a Chávez el
disgusto de Bush (se reunían ayer en Brasilia).
Hallo que los dos pueden influenciarse, no creo que haya posibilidad
de que Cardoso puede imponer a Chávez una actitud más
prudente hacia los Estados Unidos.
¿Han conversado con el empresariado?
No tenemos prejuicios ideológicos para lograr entendimiento
con la Fiesp (Federación de Industriales de San Pablo) y creo que
podemos tener muchos puntos de acuerdo con la burguesía nacional.
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