Por Emanuel Respighi
Sentado cómodamente en
el sillón de las oficinas de su productora, mientras saborea unos
amargos, parece un hombre tranquilo y medido. Sin embargo, el rostro de
Luis Majul se transforma cuando habla de la actualidad. Ahí aparece
su alter ego. Ese personaje que parece capaz de decir todo lo que piensa
sin tapujos, pero que suele no dar puntada sin hilo. A partir del martes
próximo, Majul aterrizará en la pantalla de América
para hacer La Cornisa, el programa periodístico que
concretó el año pasado por Canal 7. En la primera emisión,
el invitado especial será el ex presidente Carlos Menem. La versión
2001 de La Cornisa será una evolución del programa
anterior, más vinculada a la investigación que a las entrevistas
durante una hora. Majul acaba de terminar su programa radial homónimo
por Radio Uno y parece un secreto a voces que en mayo La Cornisa
radial reaparecerá en la radio cuya salida al aire está
empujando Marcelo Tinelli.
¿Qué significa profesionalmente el paso a América?
Nosotros siempre hicimos las cosas para crecer y ganar. Desde que
comenzamos en el cable, con poco presupuesto, hemos mejorado en contenido
y calidad. Pero aunque crecimos, ninguno de los miembros de La Cornisa
ignora que ser el único programa periodístico junto al de
Mariano Grondona, en un año político, es una enorme responsabilidad.
Haremos un buen programa y rating, a pesar de que América no está
en un buen momento, siendo fieles a nuestro principio: tener entrevistados
de primera categoría.
¿Qué novedades tendrá el programa para esta
temporada?
Al formato de siempre le vamos a sumar nuevas cosas. Habrá
columnistas especializados y se harán investigaciones que dispararán
polémicas más dinámicas que las interesantes polémicas
del programa de Grondona. La idea es que sean investigaciones de rigurosa
actualidad o apasionantes desde el punta de vista social, como responder
a la pregunta de por qué los homosexuales famosos son aceptados
por el gran público y los homosexuales desconocidos son discriminados
y perseguidos por la policía. Y también realizaré
un editorial por programa.
¿Deja el esquema de entrevistas de una hora?
No. El programa siempre va a tener una entrevista de fondo con una
celebridad. Pero no sólo políticos: invitaré a Tinelli,
Repetto, Legrand. Pero ahora el peso del programa dependerá del
entrevistado y del nivel de la investigación.
¿Por qué amplió el espectro de invitados?
Cada vez me alejo más de la política. Si un político
no dice algo inteligente o novedoso, no me sirve. Y hoy los políticos
están muy repetitivos, se cuidan demasiado no dicen nada. Un programa
periodístico no tiene por qué invitar siempre políticos:
puedo hacer una polémica política sin necesidad de ellos.
¿Por qué la gente le otorga funciones al periodismo
que históricamente pertenecieron a la Justicia?
Hoy la gente busca el periodismo justiciero porque en algún
momento la corporación periodística le hizo creer que éramos
una especie de robocops. Y entonces nos demandan eso. Pero el lugar hasta
el que puede avanzar el periodista es hasta la investigación. Mas
allá, las tareas les corresponden a los diputados o a los jueces.
¿El periodismo creció en credibilidad en los últimos
tiempos?
El periodismo fue creciendo porque todavía no mostramos la
cocina de lo que hacemos, la harina de los fideos que le damos de comer
a la gente. El día que seamos capaces de mostrarle a la gente la
manera en queproducimos lo que hacemos, la sociedad se va a desencantar
y tendrá nuevos elementos para discernir más claramente
quién es quién.
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