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Qué gana y qué pierde la Argentina con el ALCA

La iniciativa impulsada por Estados Unidos para conformar un área de libre comercio para toda América tiene sus ventajas y desventajas, según el grado de desarrollo de los países del continente. ¿Cómo impactaría en Argentina?

Los 34 ministros del continente americano, con exclusión del cubano,
en pose para la foto, en Canadá.

Por Claudio Scaletta

1. ¿Qué es el ALCA?
–Como su nombre lo indica, la Alianza de Libre Comercio de las Américas (ALCA), significa conformar en todo el continente americano un área de libre comercio con características similares a la ya existente entre Canadá, Estados Unidos y México (Nafta). Su objetivo es garantizar, entre los países que la integran, la libre circulación de mercancías –conservando frente a terceros países la plenitud de sus derechos arancelarios– y la libre circulación de capitales.

2. ¿Cuál será su influencia sobre las políticas internas de los países miembros?
–Los Estados no podrán definir políticas que afecten la libre circulación de los capitales y de las mercancías. Esto supone, por ejemplo, que no podrán desarrollar estrategias de promoción sectorial que discriminen entre las firmas locales y las extranjeras. Esta consideración es extensiva a cualquier área de la economía, desde el sector financiero, hasta la salud, la educación o las áreas estratégicas. Las políticas activas de desarrollo quedarán eliminadas. Un caso concreto de lo que ya no se podrá hacer es, por ejemplo, la fijación de un cupo de componentes importados para los productos locales.

3. ¿En qué se diferencia de otros acuerdos regionales como el Mercosur y la Unión Europea?
–Tanto la Unión Europea como el Mercosur se propusieron un proceso de integración económica que incluye, además de una política aduanera común y la libre circulación de mercancías y capitales, la libre circulación de las personas. La UE creó también un Estado supranacional con sus tres poderes. Su fin último es la integración política que culminará en la constitución de un Estado federal. Con una estructura administrativa más débil, el Mercosur no persigue la integración política, pero sí la coordinación de las políticas macroeconómicas. El ALCA, en cambio, no apunta a la integración ni a la convergencia de las condiciones económico-sociales, sino que se limita a establecer reglas multilaterales que aseguren la ausencia de límites para la circulación de bienes y capitales.

4. ¿Por qué se propone la libre circulación de capitales y mercancías, pero no de la mano de obra?
–El objetivo del ALCA es parte de la conformación de una economía internacional en la que los capitales puedan acceder sin restricciones a todas las actividades en cualquier lugar del mundo. En tal sistema el rol de los Estados se limitará a la creación de las condiciones más convenientes para las inversiones, es decir, garantizar adecuadamente la infraestructura de servicios, el nivel impositivo y el costo de la mano de obra.

5. ¿Cuál es el interés de Estados Unidos en el ALCA?
–El PBI de la Unión Europea, medido en poder de compra, alcanzaba en 1998 el 18,6 por ciento del PBI mundial, el de Estados Unidos 20,8 y el de Japón 7,4. El PBI conjunto del ALCA, donde Estados Unidos será la potencia hegemónica, alcanzará el 31,5 del producto mundial.

6. ¿Cuál será la repercusión del ALCA sobre el Mercosur?
–El Mercosur podrá seguir fijando una política común pero solamente frente a terceros países fuera del ALCA. Sin embargo, la total apertura para los capitales estadounidenses junto a la implícita restricción en la acción de los Estados vaciará de contenido a la Unión Aduanera, con lo que perderá su potencialidad para impulsar un proceso de desarrollo autónomo. En adelante no se podrán utilizar las políticas nacionales para capitalizar las contradicciones y la competencia entre los grandes Estados industriales. Frente a tales pérdidas no aparecen contrapartidas. El mercado estadounidense es de escaso interés para países como Argentina o Brasil, con una estructura industrial más compleja que otros países del área y receptores importantes de inversión europea. No obstante, las actuales tensiones dentro del Mercosur –derivadas de la devaluación brasileña y la rigidez del tipo de cambio argentino y en paralelo con la incapacidad de coordinar dentro del área una división del trabajo consensuada– son aprovechadas por el sector financiero, las privatizadas y los exportadores de productos primarios, quienes ven en la incorporación al ALCA la posibilidad de erradicar a los sectores que piden devaluación o políticas activas.

7. ¿Qué efectos tendrá el ALCA sobre la estructura productiva argentina?
–La experiencia internacional muestra que la integración comercial entre países industrializados con similar grado de desarrollo conduce a una especialización interindustrial que aumenta las economías de escala y la eficiencia del conjunto de las industrias. Estos efectos no se alteran si existe movilidad del capital y los salarios son similares. Con libertad para el movimiento de la mano de obra se llega a la configuración de un sistema industrial único. En cambio, la integración entre países con distinto grado de desarrollo condujo históricamente a la destrucción de los sistemas industriales en los países más atrasados. En este contexto, las actividades cuyo desarrollo resultará redituable quedarán determinadas por la demanda externa en base a las tecnologías disponibles. Se producirá entonces una especialización en una gama muy pequeña de productos en los que se tengan “ventajas comparativas”, es decir: dotación de recursos naturales y bajo costo de la mano de obra.

8. ¿Cuáles serán los efectos sobre el comercio regional?
–Además de Estados Unidos y Canadá, el ALCA estará integrado por 27 Estados que actualmente tienen aranceles relativamente elevados. La eliminación de estos aranceles no sólo significará una retracción de los ingresos aduaneros, sino que inducirá un desvío de comercio importante en favor de las primeras dos naciones. Antes que aumentar el comercio, este desvío perjudicará a países que, como Argentina y Brasil, exportan manufacturas a sus vecinos. Paralelamente, Estados Unidos y Canadá podrán también beneficiarse como proveedores de los bienes de las ramas industriales que, en los restantes 27 países, no sobrevivan al shock liberalizador, así como de la mayor sustitución de bienes intermedios. Las complementariedades entre vecinos logradas a través de largos y trabajosos procesos de integración regional desaparecerán. Con el Nafta, el 78 por ciento de las importaciones mexicanas provienen de sus socios. El 70 por ciento de las importaciones de los 27 países representan una masa de 73.500 millones de dólares.

9. ¿Cómo serán afectadas las corrientes de inversión?
–En buena medida las inversiones extranjeras en Latinoamérica respondieron al criterio de eludir el efecto de los aranceles. Este estímulo desaparecerá para las filiales de las empresas norteamericanas que podrán optar por cubrir mercados nacionales mediante la importación o concentrando la producción en unos pocos países. Las inversiones de otras naciones ajenas al área también se verán desestimuladas, pues deberán enfrentar a los capitales norteamericanos sin ninguna protección. Como contrapartida podrían esperarse inversiones destinadas a producir para el mercado estadounidense sobre la base del menor costo de la mano de obra. En tal caso, es probable que primen criterios de proximidad geográfica y difícilmente Argentina se cuente entre los destinos elegidos.

10. ¿En qué estado se encuentran las negociaciones y qué se discute en la reunión de esta semana en Buenos Aires?
–La constitución del ALCA fue una iniciativa de George Bush padre que data de 1994, cuando se reunieron en Miami los presidentes de 28 países y establecieron los objetivos y alcances del tratado. Los trabajos preparatorios tuvieron lugar a través de cinco reuniones de los ministros de Economía y Finanzas de la OEA que se hicieron en Denver (Estados Unidos, 1996), Cartagena (Colombia, 1996), Belo Horizonte (Brasil, 1997), San José (Costa Rica, 1998) y Toronto (Canadá, 1999). Este sábado 7 se concretará en Buenos Aires la sexta reunión que aprobará el borrador del acuerdo trabajado en las reuniones de la Comité de Negociaciones Comerciales (CNT) cuya octava edición es la que se realiza actualmente (del 3 al 6). El texto definitivo, con plazos de liberalización será suscripto por los presidentes de los países en la Tercera Cumbre de las Américas que tendrá lugar próximamente en Quebec, Canadá.

 

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