Los hombres pararon en la ruta para sacar las piedras que impedían
el paso de los camiones. Pero, en ese momento, las rocas empezaron a llover:
la ladera del monte que tenían al costado se derrumbó en
un fatídico alud de barro y piedras que provocó tres muertos
y dos heridos. La avalancha ocurrió a 70 kilómetros de la
ciudad de Salta y cortó el paso en la ruta provincial 33, que une
las localidades de Payogasta y Chicoana. El derrumbe, causado por la excesiva
humedad del terreno, se produjo a la altura del paraje Malpaso. El desastre
en Salta se suma a la dramática situación que produjo el
temporal del miércoles en Jujuy: en Palma Sola, la población
más afectada, fueron encontrados tres cadáveres y aún
quedan entre 14 y 18 personas desaparecidas. Los evacuados son casi 2000
y todavía falta rescatar a 300 habitantes del lugar, que quedaron
aislados en su casa, rodeados por la inundación.
La ruta 33 es el camino habitual de los camiones que transportan frutas,
verduras y legumbres en el interior de Salta. Ayer, a las 8.30, la caravana
andaba lenta. Las lloviznas constantes complicaban el viaje por ese camino
de cornisa donde aún no se completó el asfalto. Al llegar
al kilómetro 24, Máximo Ramón Lera no pudo avanzar
más con su camión Mercedes Benz y se bajó para correr
las piedras que le cerraban el paso. Su sobrino, Olimpo Tolava, y un compañero
jujeño, Tomás Bruno, se acercaron para ayudarlo. Otros camioneros
los imitaron.
Fue cuestión de minutos: la ladera del cerro cedió ante
la insistencia del agua, escupió litros de barro y cientos de piedras
y se llevó por delante a los hombres. Lera, de 63 años,
fue arrastrado por la avalancha con otros dos choferes. Pasaron sobre
el guardarrail y cayeron 25 metros por un barranco, hasta la orilla del
arroyo Malpaso. Bruno y Tolava quedaron sobre el asfalto. Los hombres
que cayeron por el barranco murieron, salvo Lera, que se salvó
de milagro, señaló Lucio Ganami, jefe de operaciones
de Defensa Civil de Salta. Bruno también resultó herido,
mientras que el sobrino de Lera murió en el acto.
La dueña de una empresa de transportes, María Valderrama,
fue quien alertó a la subcomisaría de Chicoana del derrumbe,
avisada por uno de sus choferes, Benito Rueda. El primer grupo de rescate
llegó al lugar poco antes de las 10 de la mañana. Cinco
kilómetros antes del lugar del alud, los policías tuvieron
que abandonar su vehículo y seguir a pie. Ayudados por algunos
choferes que estaban en la caravana, retiraron a Bruno y a Tolava de la
ruta.
Es común que en esa zona se den crecidas de los arroyos y
se formen grandes lodazales, pero ésta es la primera vez que se
da algo así, señaló a Página/12 Fanny
Flores de Guitian, intendenta de Cachi. Las lluvias excesivas provocaron
el desborde de los arroyos Malpaso y Nogalar, sobre los cuales pasa la
ruta 33. En la noche de ayer, miembros de Defensa Civil de la provincia
y bomberos continuaban trabajando para liberar la ruta. Ganami indicó
que, debido al mal tiempo, es muy probable que los aludes se repitan.
De Palma Sola, Jujuy, apenas quedan ruinas. El agua se llevó gran
parte de las casas y echó a perder las cosechas de pimientos, tomates,
cítricos y legumbres. También se estiman grandes pérdidas
de ganado. Por ahora no nos hemos sentado a hacer cuentas, porque
primero nos preocupa poner la gente a resguardo, comentó
a este diario Carlos Guarini, subdirector provincial de Defensa Civil.
La escena es tremenda: una cosa es contarlo y otra es verla directamente,
agrega. Ayer a la tarde, Guarini se reunió con el viceministro
de Acción Social de la Nación, Gerardo Morales, para ultimar
detalles sobre el envío de ayuda a la zona.
Entre los cadáveres que fueron encontrados ayer se encuentra el
de Armando Vega, el joven de 21 años que el miércoles desapareció
bajo el torrente mientras intentaba rescatar a su abuela. Los otros cuerpos
pertenecen a Gregoria Rojas Aramayo, de 78 años, y a un hombre
de unos 40 años que aún no ha sido identificado. Tenemos
gendarmes, policías y bomberos trabajando en la zona, además
de varios perros de rescate; elproblema es que aún quedan 300 personas
que están aisladas por el agua y que no pudimos rescatar, porque
el acceso está muy difícil, señaló Guarini.
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