Por Mariano Blejman
A esta altura, Fabio Alberti
es a Diego Capusotto lo que Diego Capusotto es a Fabio Alberti. Pero se
miran sin la mínima intención de dar a conocer lo que les
pasa verdaderamente, cuando parecen no entender lo que sucede alrededor
de Todo x 2 pesos, esa especie de caja de Pandora, donde todo
está permitido. El próximo lunes a las 23, canal 7 emitirá
el primer programa de la temporada 2001, obviamente desde los estudios
centrales que Mario y Marcelo, sus conductores, dicen tener en Miami.
Capusotto y Alberti volverán a conducir el fervoroso piso de desquiciados
personajes dispuestos a todo, llenos de humor gráfico y situaciones
desopilantes. En exclusiva con Página/12 el dúo que se conoció
en 1992 haciendo De la cabeza, explica su visión sobre
un programa cuya sensación térmica es mucho más alta
que el rating.
¿Sienten que es mayor la repercusión que el rating
real?
Alberti: Puede ser, pero al final la que importa es la sensación
térmica. Si te dicen que hay 35 grados de sensación y 25
de temperatura te vas a cagar de calor igual. Es mejor que no salgas con
un sweter. Eso tiene que ver con que estuvo más tiempo en el aire.
Y creció. La segunda temporada estuvo más prolijito. Y a
la gente le gustan las cosas prolijitas.
¿Le parece que estuvo prolijito?
Alberti: Bueno, dentro de nuestra prolijidad. Yo siempre me voy
del renglón un poquito. Sin embargo, este año nos vamos
a sacar un 10 felicitado.
Pero eso puede bajar la sensación térmica.
Alberti: No, la idea es que el programa no se enfríe.
A primera vista, Todo x 2 pesos parece una especie de
fiesta pagana televisada...
Capusotto: Lo de fiesta pagana es una buena imagen. El humor es
una forma de defensa, de ataque y de burla. Yo me siento como con los
atorrantes del colegio en el recreo. Porque en la escuela lo más
interesante siguen siendo el recreo y cabe recordar que yo iba en la época
del Proceso.
¿Se sienten clowns televisivos?
Capusotto: La cosa no es con la televisión. Yo vengo del
teatro. La televisión fue una casualidad en nosotros desde 1992
con De la Cabeza. Yo nunca pensé que iba a terminar
haciendo televisión. Mi ámbito de actuación eran
los boliches, las fiestas, el teatro.
Alberti: Sabes que yo, la verdad no lo tengo claro ahora dónde
lo conocí a Diego. Pero sí me acuerdo de cuando era chiquito.
¿Cuando era chiquito...?
Sí, cuando era chiquito yo quería ser saque de meta.
Pero cuando era muy chiquito.
¿No será que quería ser lineman...?
No, no, saque de meta. Yo creía que Saque de meta
era un jugador que estaba siempre en todos los partidos. Pero tenía
3 años. Es lo único que me acuerdo que quería ser
de chico, un buen saque de meta.
¿Qué les pasa cuando miran su programa?
Capusotto: Yo lo vería igual si no trabajara en él.
Estamos haciendo algo que generamos nosotros mismos junto a Néstor
Montalbano, Pedro Saborido y Fabio desde una oficina.
¿No siente, a veces, que la gente siempre espera su chiste?
Capusotto: No le doy importancia, porque no tengo una doble vida,
soy así de fábrica. Pero depende de cómo estoy, sí
me molesta.
¿Y ahora, por ejemplo, cómo está?
Capusotto: Con ganas de contestar sin ser gracioso. A veces la única
manera de estar medianamente divertido es diciendo determinadas cosas
que no tienen que ver con lo que me preguntan y otras, respondo lo que
mepreguntan desde un lugar totalmente natural, sin pensar que el lector
tiene que leer para reírse. Hay ámbitos, situaciones y motivaciones
distintas. Si voy a ver a Guinzburg me divierto diciendo boludeces.
¿El año pasado fue de consolidación?
Alberti: Del último programa ni me acuerdo, pero ahora ya
tenemos una base para el primero de este ciclo. La base está. Igual
que el Bambino Veira, que ya no se le entiende cuando habla. Es una especie
de firulete. Hace unos días, en una conferencia de prensa, mientras
hablaba el Tolo Gallego, aparece Veira, lo interrumpe y le dice fhesenuatalmente.
Y el gallego le dice ¿qué?. Toda la gente empezó
a reírse. Un diálogo entre el Tolo Gallego y el Bambino
Veira es realmente desopilante. Porque el léxico de Gallego tampoco
ayuda.
¿En qué piensan mientras hacen el programa?
Alberti: Mi cabeza está puesta en hacerlo y nada más.
Lo demás me es ajeno realmente. No me detengo a pensar, quizá
de pelotudo que soy. Voy para adelante. Porque toda la veta de artistas,
con una ese pronunciada, se lo dejo a Víctor Hugo Morales. Porque
Víctor Hugo siempre habla de los artissstas esto y lo otro.
¿Qué cambios habrá este año?
Capusotto: Somos coherentes con la globalización. Va a parecer
que las cosas cambian pero en realidad no va a cambiar nada. Algunos personajes
han cumplido su ciclo y es mejor que mueran con dignidad, para que aparezcan
nuevos.
Alberti: Seguimos con la estructura de dos conductores en falso
vivo desde Miami. Sería tonto bajar una idea cuando mucha gente
compra de afuera. Vale mucho.
¿Piensan en exportar la idea?
Alberti: Supongo que sí. Sería bastante barato. Dos
pesos.
¿Quiénes dieron todo lo que tenían que dar?
Capusotto: Walter y su órgano ya hizo todo. En
el último programa tocó con la gente, con el verdadero,
con dos mellizas, con una mina, se prendió fuego como Hendrix y
no hay más. Vinazi empezó solo y después con músicos
pero ahora, salvo que lo ponga con un video de los Beatles no le encuentro
la vuelta. Ahora Vinazi volverá a los Estados Unidos y andará
diciendo ¡qué bien que me trataron en la Argentina
y qué rico es el bife de chorizo!. Simplemente habrá
cosas que se nos ocurrieron este año y el año pasado no.
Alberti: A mí me pasó con el Beto Toni. Me siento
a pensar y no se nos ocurre nada. Se empieza a transformar en un tedio.
¿Qué personajes van a nacer en el nuevo
programa?
Capusotto: Se está grabando una sección infantil con
el Topu Yiyo. Además, la hermana de Dyango que lo hace Dyango
mismo que se llama El rincón del consumidor,
y se lo ve a Dyango con una peluca en una esquinita chiquitita. Y hay
uno que da el clima de acuerdo al comportamiento de un perro que se llama
culo.
Alberti: Yo ando molesto por una cuestión de vestuario con
la familia Bee Gees, por ejemplo. Me rompe las pelotas ponerme la
barba con ese Mastic de mierda que deja la cara toda pegoteada. Después
dicen paramos para comer y tengo que tragar la medialuna con
la barba puesta.
Da la sensación de ser cada vez más concretos.
Capusotto: Nuestro humor es gráfico. Si uno se imagina una
muchacha de ojos de papel, pechos de miel y pequeños pies, yo me
muero de la risa. Ver una mina linda con unos piecitos caminando y con
un corazón de tiza... Es gráfico y termina desmitificando
la poesía, aunque no es la intención atacar a Spinetta.
¿Todo x 2 pesos es un circo romano sin leones?
Capusotto: Tiene un espíritu rocanrolesco. Todo x 2
pesos es como una banda de rock and roll o como Julio Iglesias.
Que no es lo mismo, pero Julio Iglesias tiene tantos fans como una banda
de rock.
¿Por qué?
Alberti: Porque lo nuestro tiene otro sentido que no es el quisimos
dar. Que algo tenga más de una lectura es interesante.
¿La televisión tiene mucho absurdo?
Alberti: Sí, pero se perdió mucho o se estandarizó.
Ya no sorprende tanto. Antes se hacía un zapping por el cable y
era uno tras otro. Hoy Haciendo ruido en la noche de Sunset
¿qué mierda es? En otro momento se decía uy
mirá esta porquería, ahora es como ¡Está
bien! Ahora la gente dice uy, me equivoqué, es para vos Portal!
y le sirve como publicidad. No me causa gracia ver los errores de Lita
de Lázzari en otro programa. Con que los haga en su programa en
suficiente.
¿Sus personajes sirven para satirizar?
Alberti: ¿Usted pregunta si con el humor se puede ser más
ácido?
Digamos.
Alberti: Sí, se puede ser y tomar también.
Capusotto: Pero tenga en cuenta que la gente en televisión
está acostumbrada a ver algo más digerible con figuras y
entretenimiento, que se pueda planchar y seguir viendo tele. Los ratings
marcan eso. De todos modos hay mucha gente que se satura de las mismas
historias contadas siempre del mismo modo. No sé si hay gente que
mirará el humor de otra manera, pero en la televisión siempre
está lo mismo.
Alberti: Pero yo... ¿puedo hablar de mí en la entrevista?.
Sí.
Alberti: Gracias. Me sigo riendo de las mismas porquerías.
Matrimonios y algo más tiene los mismos guiones de
hace 25 años y siguen siendo igual de graciosos de hace 25 años.
O sea, muy poco graciosos.
La historia de ¡¡¡Está
bien!!!
¿Cómo surgió el latiguillo ¡¡¡Está
bien!!!?
Capusotto: En el primer programa del año pasado había
un personaje que iba a ver a Beto Toni y que era fanático
de él, y que en cada chiste que hacía Beto él
decía Está bien, que siga trabajando.
Fue una cosa que se le ocurrió a Néstor Montalbano
el primer día de grabación, en un momento en que había
que rematar. Pero era imposible saber que eso iba a repercutir como
lo hizo. Ahora es una identificación del programa. Cuando
salimos a la calle y nos dicen ¡Está bien!
es una manera de decir está bueno lo que ustedes hacen. Es
como un grito muy porteño.
Alberti: No nos había pasado anteriormente. Una frase
como ¡Está bien!, no es nada. Es está
bien. Es simpático ver a mucha gente diciendo está
bien por cualquier cosa. Uno va a la cancha de fútbol,
amonestan a uno y se escucha ¡Está bien!, va uno al
cine y se dice ¡Está bien! Es un país medio
así, porque en realidad es un ¡Está bien!
dudoso. Hay un silencio importante antes. Hay un pequeño
proceso de elaboración antes.
¿Es una burla?
Alberti: No me parece. Es como el país. Está
todo bien, no importa nada, ¿qué más puede
pasar? Pero lo que es cierto es que para el país no es bueno
que la gente se resigne y le dé todo lo mismo.
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