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�Ojalá seamos una válvula de escape�

Los hermanos Borensztein vuelven hoy a la TV con �La cajita social club�, un programa de sketches con un invitado especial por semana.

Alejandro asegura que “el humor es el género más complicado”.
Por eso, dice, tienen un invitado central y varios guionistas.

Por Emanuel Respighi

Los hermanos Sebastián y Alejandro Borensztein entraron al mundo de la televisión, en 1987, con una pesada carga sobre sus hombros: ser los hijos del genial Tato Bores. En aquel entonces, los jóvenes se hicieron cargo de la producción de “Tato diet” en el viejo Canal 2 y, a diferencia de lo que muchos podían suponer, tuvieron que pagar un duro derecho de piso. “Ser los hijos de Tato nos jugó en contra mucho tiempo. Hubo que demostrar que estábamos allí porque hacíamos las cosas bien y no porque éramos los hijos de...”, sintetiza hoy Alejandro.
Esta noche, a 15 años del debut y con sobrada experiencia tras sus espaldas (“El garante”, “La Argentina de Tato”, “Tiempofinal”), los hermanos Borensztein desembarcan en Canal 13, a partir de las 23, presentando su nueva creación: “La cajita social club”, un programa de humor que intenta revalorizar el olvidado programa de sketches. El ciclo tendrá un invitado especial cada semana –Pablo Echarri será el primero– que oficiará de maestro de ceremonias y participará en varios sketches junto al elenco estable de actores, entre los que se encuentra Antonio Grimau, Pablo Rago y Pacha Rosso (Los Prepu). “Estamos muy felices de volver a hacer humor como en nuestros inicios. Lo llevamos adentro y nos gusta mucho hacerlo”, afirma Alejandro en la entrevista con Página/12.
–¿Por qué decidieron agregarle al elenco un invitado semanal?
–La verdad es que históricamente los programas de humor giran alrededor de un capocómico. De hecho, con el viejo nosotros trabajamos siempre así. Ante la falta de un capocómico, con Sebastián se nos ocurrió la idea de convocar a figuras importantes que se vayan alternando semanalmente. Es una forma de reemplazar una figura central, de tener un fuerte elemento convocante y de sorprender al público incorporando en el humor a figuras que no están acostumbradas a trabajar en éste género.
–¿Qué temáticas abordarán los sketches?
–”La cajita...” va a tener actualidad, pero no una actualidad política diaria como los programas de Tato. Aunque, obviamente, el humor hará referencia a lo que se vive habitualmente en distintas áreas sociales. Mezclará temas de actualidad con otras cosas que, a pesar de no tratarse de temáticas actuales, son muy graciosas para el argentino medio.
–¿Por qué formaron un equipo autoral de ocho personas?
–Porque es muy difícil hacer humor. Es el género más complicado. Existen dos maneras de hacer comedia: o tenés un genio que hace reír sin nada, como lo era Olmedo, o necesitás un gran libreto e ideas por detrás, lo que requiere de mucho tiempo. Nosotros, cuando hacemos humor o ficción, siempre priorizamos el trabajo de autores, de guión. Por eso convocamos a tantos autores. Apostamos a inventar ideas y textos que sean ingeniosos y graciosos. Y, como hacíamos en los años de Tato, donde desfilaban numerosos primeros actores en que lo importante era la idea, apelamos a que buenos actores materialicen el humor a través de su propio histrionismo.
–Con “Matrimonios y algo más”, “Peor es nada” y “La cajita...”, la televisión recupera los programas de sketches. ¿Por qué cree que se da este proceso?
–Este tipo de cosas pasan todo el tiempo en TV. Nosotros preparamos “La cajita...” para el año pasado, cuando todavía no había programas de sketches. Ahora, por suerte para la TV, aparecen varios simultáneamente. Lo mismo nos pasó con “Tiempofinal”, que apareció cuando los unitarios habían desaparecido, y hoy la TV vuelve a apostar por los unitarios. Es parte de un proceso cíclico. Si un programa tiene buen rating, como pasó con “Tiempofinal”, arrastra otros programas del mismo tipo detrás suyo. Pura lógica televisiva: cuando un formato es un éxito, pronto se desencadenan otros programas similares.
–¿Piensa que la sociedad argentina necesita de los programas de humor?
–Sí, claro. Los programas de humor funcionan como una válvula de escape que permite que la gente se divierta y olvide sus problemas por un tiempo. La gente necesita reírse. Espero que “La cajita...” ayude.

 

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