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�Asociación ilícita para explotar más al pueblo�

Más de diez mil trabajadores convocados por la CGT disidente que dirige Hugo Moyano se reunieron en Plaza de Mayo para repudiar el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA).

El dirigente camionero Moyano,
orador central del acto que realizó
la CGT disidente en Plaza de Mayo.

Por Luis Bruschtein

“¡El ALCA, el ALCA, al carajo!” sintetizó el titular de la CGT disidente, Hugo Moyano, con voz potente al comenzar su discurso en la concentración que esa central obrera realizó en la Plaza de Mayo en repudio a la creación de la Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA). Un gran cartel sobre el Cabildo que decía “ALCA.RAJO” respaldaba las palabras del sindicalista mientras más de diez mil trabajadores hacían retumbar los bombos y se sumaban al gráfico repudio.
La convocatoria de la CGT disidente era para las 14.00, pero a esa hora las columnas recién comenzaron a reunirse en los puntos de concentración.
La Unión de Empleados de la Justicia de la Nación se reunió en el Obelisco junto a gremios estatales, como el de la DGI. Los trabajadores rurales de Uatre, ceramistas, Sadop y legislativos avanzaron por Avenida de Mayo. En 9 de Julio se concentraron camioneros, tranviarios, taxistas, los trabajadores de la pesca, de Mar del Plata y otros gremios, conformando la columna más numerosa que ingresó a la plaza por Diagonal Sur.
Mientras los trabajadores se reunían en sus puntos de concentración, la plaza todavía mantenía su rutina con oficinistas y empleados tomando sol sobre el césped. Poco a poco el descanso de los oficinistas fue interrumpido por los grupos más tempraneros que amenizaban la espera con sus bombos, que fueron aporreados con entusiasmo desde que llegaron hasta el final del acto, más de tres horas después. Los bombos y el estruendo de los petardos espantaron a las palomas y los transeúntes. Mientras esperaban, los trabajadores pasearon por la plaza y curiosearon junto a la Pirámide de Mayo donde un hombre se instaló con carpa y varios carteles en castellano e inglés en protesta por la contaminación en la ciudad de Avellaneda.
El tránsito había sido cortado por la Policía Federal en los accesos a la plaza y estos cortes se agregaban a los de Plaza Congreso, adonde la Central de Trabajadores Argentinos CTA) había convocado su acto. En la sede de la Cancillería y alrededor del Sheraton Hotel también se habían tomado medidas de seguridad para prevenir desbordes, con lo cual, al promediar la tarde, el tránsito se convirtió en un verdadero infierno.
Los camioneros no tuvieron demasiado problema para resolver la infraestructura del acto. Usaron tres grandes camiones con acoplados sin caja. Uno, adornado con la bandera argentina, frente al Cabildo, sobre la esquina de Avenida de Mayo, sirvió de palco. Otro, situado en la vereda de enfrente, fue para los periodistas, y el tercero, sobre el edificio del gobierno de la ciudad, para el poderoso equipo de sonido. Sólo dos grandes banderas, en la fachada del Cabildo, resguardaban el palco de los oradores: “ALCA-RAJO” y otra que identificaba a las históricas 62 Organizaciones Peronistas.
Las columnas avanzaron muy lentamente por Avenida de Mayo y las Diagonales, en tanto un grupo de muchachos ensayaba pasos de murga y candombe al pie del escenario. Uno de ellos, con el pecho tatuado, bailaba con un envase cortado de Coca-Cola al que habían llenado con vino y le habían puesto hielo seco. Cada tanto daba un trago del reverberante bebraje y le salía humo hasta por los ojos como en las películas de los Tres Chiflados. Por los altoparlantes, el locutor anunciaba la adhesión de la diputada Elisa Carrió y del Polo Social del padre Luis Farinello y lanzaba consignas contra el ALCA: “Fuera los yankis de América latina”, “Latinoamérica para los latinoamericanos”, “Por la unidad latinoamericana que soñaron San Martín, Bolívar y Martí”.
La primera columna en llegar fue la de los judiciales, menos nutrida que en otros actos, y casi en seguida lo hizo otra por Avenida de Mayo con una nutrida representación de Uatre a la cabeza. La gente de campo llegó con sus familias, mujeres y niños y con carteles que identificaban las localidades de donde provenían.
La columna de Diagonal Sur entró con grandes antorchas que lanzaban un espeso humo naranja que producía un efecto impresionante, sobre todo en los pulmones de los manifestantes y periodistas y como no las podían apagar, sus portadores, conminados por el resto, debieron seguir el acto a distancia. Se produjeron algunos forcejeos entre camioneros y otros gremios frente al palco, pero finalmente todo el mundo entonó el Himno Nacional, que se cortó en la mitad y hubo que empezar de nuevo. “Lo cantamos dos veces para que este gobierno tenga bien claro que somos argentinos y no nos vamos a entregar al ALCA”, arregló el locutor. Entre los restos de humo anaranjado y la efusividad de la última estrofa de la segunda vuelta sobresalía un cartel en portugués: “Um mundo socialista é possivel. Nao á ALCA. Nao a FMI. APEOESP-Brasil”.
Luego hablaron Eduardo Ojeda, de la Central de Trabajadores de Paraguay; Antonio Neto, de Brasil, y Antonio Rodríguez, de México. En el palco repleto de sindicalistas ya estaban Moyano, Alicia Castro, Héctor Recalde, Saúl Ubaldini, Raúl Viviani y otros dirigentes de la CGT.
“Le decimos al Gobierno que no tome decisiones en contra de la voluntad del pueblo –Moyano fue recibido con una aclamación y redoble de bombos–, porque el ALCA está pensado para explotar más al pueblo.” El líder cegetista aclaró entonces que “el pueblo argentino no va a aceptar que nos quieran convertir en esclavos y vamos a pelear hasta las últimas consecuencias hasta derrotar al ALCA y a lo que nos pongan adelante”. Y fue más duro al denunciar que “esta famosa Area de Libre Comercio es más una asociación ilícita perfectamente diagramada por los Estados Unidos para someter aún más a los pueblos de América latina”.
Moyano criticó a Domingo Cavallo en su discurso y explicó que “el ALCA está diseñado para profundizar este modelo neoliberal, gracias al cual tenemos 14 millones de hambrientos en la Argentina, se mueren 55 niños por día y nuestros ancianos han sido empujados a pedir limosna en la calle”.
Tras reivindicar la consigna “Liberación o Dependencia” y hacer una mención a Perón –que fue fuertemente aplaudida–, Moyano finalizó su discurso y la desconcentración se realizó sin incidentes.

 

Fronteras cerradas

Veinte colectivos estacionados significó algo más de mil brasileños varados y un embotellamiento infernal en la localidad entrerriana de Colón. Es que la Gendarmería impidió el ingreso a quienes se dirigían a participar de la protesta contra el ALCA organizada por la CTA. Ante esto, legisladores de Izquierda Unida (IU) y del PT brasileño se reunieron con el viceministro del Interior, Lautaro García Batallán, para exigirle que solucione este “incidente diplomático de alto nivel”. También el diputado Alfredo Bravo hizo gestiones. Pero el funcionario se limitó a asegurar que desconocía el problema y que de su cartera no salió “ninguna orden” para impedir el ingreso de los dirigentes políticos, sociales y trabajadores.
“Estamos muy preocupados, esto es realmente un incidente diplomático de alto nivel y de alto costo para la Argentina”, dijo Patricio Echegaray, poco después de hablar con García Batallán. Por su parte, el diputado del PT brasileño, Joao Batista Babá, destacó que “nosotros no venimos a hacer un manifestación contra el gobierno argentino ni a causar tumultos, es una manifestación pacífica contra el ALCA porque entendemos que es un programa que va a perjudicar a nuestro continente”, finalizó. Por la tarde, las autoridades migratorias permitieron ingresar a los trabajadores, pero sin los ómnibus, y se realizaron dos actos, uno en Paysandú y otro en Colón.

 

“Y YA LO VE, Y YA LO VE, ES LA GLORIOSA CGT”
ALCA, “ALCArajo y ALCApone”

Cantitos
El “hit” entre los manifestantes fue el “Olé, olé olé olé, Hugo, Hugo”, ante cada pausa del discurso de Moyano. Las canciones llegaban a cada rincón de la plaza, amplificadas por un poderosísimo equipo de parlantes instalado sobre el remolque de un camión y ubicado al lado de la Catedral. En el ranking de consignas más cantadas la siguió el chicanero “Hay que saltar, hay que saltar, el que no salta, es radical”. También hubo espacio para que los manifestantes, readaptando una letra de la JP, cantaran “Y ya lo vé, y ya lo vé, es la gloriosa CGT”. Por último, más allá de las canciones “tribuneras”, se entonó dos veces seguidas el Himno Nacional. “Lo pasamos dos veces para ver si nuestros gobernantes se lo aprenden”, dijo ante la multitud el locutor del acto.

Banderas
La Plaza de Mayo estaba repleta de banderas, pancartas y carteles de distintos sindicatos y barrios. Había estandartes de los Camioneros, la Unión Tranviarios Automotor, Sindicato de Peones de Taxis, Docentes Privados (SADOP), Unión de Empleados Judiciales de la Nación, Trabajadores de Dragado y Balizamiento, Empleados de la DGI, Sindicato Argentino de Televisión, Molineros, Viales, Sindicato Marítimo de Pescadores, Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores, y muchos otros más. Las banderas con alusiones geográficas también estaban presentes: Bahía Blanca, Merlo, José C. Paz y la localidad santafesina de Las Parejas estuvieron presentes en el acto. El toque cómico lo puso otra banderas de la juventud de la CGT disidente, que sólo decía “ALCArajo-ALCApone”.

Micros
Impresionaba ver la cantidad de colectivos estacionados a lo largo de la 9 de Julio, desde Constitución hasta Corrientes, que se usaron para trasladar a los manifestantes. Por lo menos 70 micros, de todo tamaño, color y estado, se podían ver desde Bernardo de Irigoyen o de Carlos Pellegrini. La desconcentración de los manifestantes fue bastante rápida y prácticamente sin incidentes.

Musica
Todos los grupos que movilizaron una importante cantidad de gente (taxistas, colectiveros, estibadores, judiciales y camioneros) tuvieron su banda de bombos sonando con fuerza durante todo el acto. En algunos casos, estaban acompañados por redoblantes y trompetistas.

Seguridad
La policía se mantuvo alejada del palco donde habló Moyano; sólo por Avenida de Mayo aparecían algunas parejas de policías. Por otra parte, la obra social de los camioneros puso dos ambulancias, por alguna emergencia.

 

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