Por Eduardo Tagliaferro
El enemigo parece más
grande cuando se lo mira de rodillas. Pongámonos de pie, por nuestros
hijos, nos lo merecemos, dijo citando a José de San Martín
y convocó a los manifestantes a continuar la lucha contra el neoliberalismo.
La frase marcó el final del discurso del titular de la CTA, Víctor
De Gennaro, y el comienzo del acto realizado frente al Congreso Nacional
para repudiar el Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA).
Luego del acto, más de 12.000 participantes marcharon rumbo al
hotel Sheraton donde deliberan los ministros de América latina
(salvo Cuba). Al llegar a Retiro, los últimos marchantes fueron
atacados por los gases lanzados por la Policía Federal para desconcentrar
a un reducido grupo de estudiantes (ver aparte).
Los compañeros me preguntan por qué estoy contento
a pesar de tantas dificultades, interrogó De Gennaro a la
multitud. Estoy contento por la reacción de ustedes frente
a un gobierno vergonzante que no dejó entrar a nuestro país
a los compatriotas uruguayos y brasileños, continuó
el titular de la CTA (ver aparte).
Más allá de protestar por el ALCA, los manifestantes locales
le pusieron al repudio un nombre y apellido local: Domingo Cavallo. Mientras
la concurrencia se refería a la madre del ministro, De Gennaro
recordó su paso por la dictadura militar, con la consiguiente estatización
de la deuda pública y su desempeño en el gobierno de Carlos
Menem, con la privatización de las empresas estatales. Cavallo
hoy viene como garante de un gobierno capaz de traicionar el mandato popular
para entregarse al capital transnacional, opinó De Gennaro,
quien también advirtió que al igual que sucedió con
el ex ministro Ricardo López Murphy, seremos capaces de voltear
el nefasto plan que encabeza Cavallo.
Un trailer hizo las veces de palco al que subió una
treintena de destacados dirigentes, junto a De Gennaro se ubicaron la
titular de Ctera, Marta Maffei; el presidente de la CUT, Joao Felicio;
Bernard Cassen, director de Le Monde Diplomatique y titular de la agrupación
ATTAC; el Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel; Nora Cortiñas,
por Madres de Plaza de MayoLínea Fundadora; Enrique Fontana,
diputado del Partido de los Trabajadores; el sociólogo brasileño
Emir Sader; los diputados nacionales Alfredo Bravo, Jorge Giles, Héctor
Polino, Eduardo Macaluse y Marcela Bordenave, y los legisladores porteños
Patricio Echegaray, Alexis Latendorf y Vilma Ripoll, entre otros.
Luego del titular de la CTA, habló el dirigente sindical uruguayo
Lalo Fernández, quien recordó que hacía 15 años,
cuando la democracia despuntaba en el continente, había participado
de una reunión de gremialistas latinoamericanos. ¿Qué
es la democracia?, preguntó el dirigente uruguayo a los manifestantes.
Nada más y nada menos que la participación permanente
del pueblo, se respondió para reclamar un plebiscito continental
para decidir el futuro del ALCA.
Sabemos que los gobiernos no gustan de los trabajadores. Nosotros
tampoco gustamos de ellos, fue el comienzo del último y más
encendido discurso, a cargo del titular de la CUT. Felicio repudió
la actitud del gobierno argentino de detener en la frontera a los micros
que traían a los manifestantes brasileños. El ALCA
significa una dictadura eterna, arremetió Felicio, quien
para cerrar su arenga invitó a los presentes para el II Foro Social
Mundial de Porto Alegre, al que reivindicó como espacio de
resistencia y de nueva representación política para terminar
con 500 años de sumisión a españoles, portugueses,
ingleses y ahora norteamericanos. Por si quedaban dudas, enumeró
sus opciones: Estamos del lado de la clase trabajadora de América
latina en la lucha por el socialismo. Un socialismo con democracia.
Terminaron los discursos con De Gennaro agitando la bandera brasileña
y Felicio la argentina.
Luego los manifestantes marcharon por Callao. La cabecera de la marcha
la formaban los delegados internacionales, detrás se ubicó
la CTA Capital y antes de los gremios docentes, una bandera argentina
que originalmente tiene 400 metros pero de la que sólo se habían
desplegado 150, separabalas columnas de los manifestantes. Detrás
venían la agrupación ATTAC, la Mesa Nacional de los Jubilados,
el gremio de prensa UTPBA, el gremio telefónico de Capital, los
centros de estudiantes porteños, H.I.J.O.S., el Partido Humanista,
el MST, el PO y el PC, y cerraban la marcha las columnas de la corriente
Patria Libre.
El Banco Itaú es bien recibido en la Argentina y a los trabajadores
brasileños no se los deja ingresar, eso es la globalización
liberal, eso es el ALCA, dijo a Página/12 Emir Sader, que
marchaba con docentes de Clacso.
Banderas brasileñas, uruguayas y del PT eran la constante de la
marcha. Brasil, quien te U.S.A, no te ama, decía un
cartel de jóvenes del Partido de los Trabajadores. Las marionetas
y comparsas dieron color y ritmo. La de la agrupación ATTAC representaba
a la Organización Mundial de Comercio que digitaba la educación,
la salud, el trabajo y la justicia. Las Fuerzas Armadas y la Policía
les daban palos y por detrás el Tío Sam, mostraba sus afiladas
uñas.
El nombre de Cavallo fue el más coreado por los marchantes, incluso
causaba gracia la reproducción del insulto en portugués.
Aunque los marchantes habían demostrado su bronca por el bloqueo
de la comitiva brasileña, predominó el clima festivo que
ni siquiera se alteró con los incidentes del final.
Por su actuación en Corrientes sabíamos cómo
era Ramón Mestre, pero mostró su autoritarismo al no dejar
ingresar a los compañeros del Brasil. Este gobierno de improvisados
y de irresponsables lo único que sabe es preocuparse por cuidar
su imagen pensando en la próxima elección, dijo a
este diario la titular de Ctera, Marta Maffei. Mientras tanto, desde los
parlantes León Gieco, cantaba si un traidor puede más
que unos tantos, que esos tantos no lo olviden fácilmente.
Luego de las corridas del final esos tantos se dispersaron cantando y
se prometieron una nueva cita, será en Quebec, cuando los presidentes
latinoamericanos discutan el adelantamiento del ALCA.
Piedras en el Sheraton
Si se dispersan con tranquilidad, yo tengo la orden de no
intervenir, alcanzó a decirles a los hombres de la
CTA uno de los oficiales que estaba al frente del operativo policial.
La columna de manifestantes de la CTA concluía su paso frente
al Hotel Sheraton, cuando la policía atacó con gases
lacrimógenos a un pequeño grupo de jóvenes
que tiraba piedras contra los efectivos policiales. Estos estaban
amurallados detrás de un vallado que convertía al
lujoso hotel en un una pieza más inaccesible que de costumbre.
El grupo que sufrió los gases respondía a la CTA de
Gualeguaychú y estaba integrada por familias enteras, madres
y niños incluidos.
Cuando la marcha arribó a Retiro, un minúsculo grupo
conformado por estudiantes de la corriente CEPA, del PCR, del PTS
y anarquistas quemaban muñecos que representaban al Tío
Sam. La marcha de la CTA los rodeó mientras que jóvenes
camuflados con pasamontañas y con piedras en sus manos se
paseaban frente a los uniformados. Incluso algunos marchantes dijeron
haber divisado a un hombre con anteojos ahumados que dirigía
la movida. La policía había estado prácticamente
ausente en todo el recorrido de la movilización, incluso
contribuyó al caos no ordenando el tránsito ni cortando
las calles por las que transitaron los manifestantes.
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PROTESTA
CON GAROTAS Y RITMO DE SAMBA CARIOCA
No ALCAos, No ALCApitalismo
Obreros del Mundo
Como en otras protestas antiglobalización, la marcha de ayer
tuvo una alta participación de extranjeros, en su mayoría
provenientes de países del Cono Sur. La delegación más
numerosa llegó de Brasil. A pesar del cierre de fronteras que dejó
en Uruguay a parte de su comitiva, los brasileños poblaron las
columnas con banderas rojas de la CUT y del PT. También mostraron
sus habilidades musicales. Brasil, Argentina, América Central,
a clase operaria é internacional, cantaron frente al Congreso.
Portaban remeras con leyendas como O capitalismo mata y bailaban
al compás de los redoblantes.
Besos y palos
El acto en Congreso terminó con el discurso de Joao Felicio,
titular de la CUT. Además de cualidades de orador, Felicio mostró
habilidades para la metáfora, lo que provocó varias sonrisas:
Nosso presidente beixó na bouca do presidente Bush,
dijo desde el micrófono, ante las risitas contenidas de Marta Maffei.
Ya en la marcha, los delegados extranjeros vivieron muy de cerca el folklore
típico de las marchas argentinas. Un ejemplo fue Wanda, una noruega
de 29 años. Con sólo dos meses en Buenos Aires, sufrió
en carne propia la atropellada de la columna del Partido Obrero. Como
los demás integrantes de la obra de teatro callejero que puso en
escena la agrupación ATTAC, Wanda observó la abrupta irrupción
de los manifestantes del PO. Estos consiguieron mejorar su ubicación
utilizando palos, ante las quejas resignadas de los actores. Después
les llegó el turno a los trotskistas brasileños del PSTU,
que recibieron de sus pares argentinos una curiosa bienvenida, consistente
en una rápida y contundente tanda de palazos.
Cantitos y banderas
Entre los cantitos más creativos, sobresalió uno basado
en una ya gastada canción del grupo La Mosca. Yo te quiero
dar, algo de corazón, vamos a rechazar el ALCA, con la movilización,
se escuchó a lo largo de la avenida Callao. Las banderas más
grandes estuvieron en manos de sindicatos, centrales de trabajadores y
partidos políticos. Mucha de la gente suelta utilizó
carteles con frases que incluían la sigla ALCA. Así
se vieron consignas que decían No ALCAos, ALCArajo,
No ALCApitalismo.
Silencio y musica
El fervor de los brasileños contrastó con el silencio
de muchos argentinos que marchaban escuchando música. Entre los
delegados de la CUT, una garota de más de cuarenta comentó
el hecho con asombro. Nadie canta nada, señaló
a sus compañeros. Unos minutos después el mutismo se transformó
en un canto desprolijo, centrado en la figura del ministro de Economía.
Un metalúrgico de Minas Gerais seguía el ritmo con los brazos.
Luego intentó reproducir lo que oía: Cavalho, filho
da puta, a puta que...
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