Boca y River ya tienen casi todo definido para el clásico del domingo.
Sin embargo, ayer vivieron un día totalmente diferente. Mientras
que en Boca la previa se vivió con absoluta tranquilidad por el
primer lugar asegurado en la Copa Libertadores, en River el día
después de la debacle en Bolivia trajo innumerables inconvenientes.
En tanto, las entradas populares que se pusieron a la venta ya se agotaron,
aunque todavía hay un importante remanente de plateas.
La excursión por Bolivia no pudo ser peor para River. Además
de recibir cuatro goles y dejar la clasificación algo más
complicada, varios jugadores sufrieron descomposturas por la altura. Y
para colmo, por las malas condiciones climáticas, la delegación
no pudo arribar a Buenos Aires a las 6 de la mañana como estaba
previsto, y recién lo hizo a las cuatro y media de la tarde. Por
eso, Gallego no pudo estar presente en la práctica matinal que
desarrolló el grupo que no viajó a Bolivia. Para aumentar
las molestias, Gallego fue denunciado por un camarógrafo boliviano,
que acusó al entrenador de River de haberlo golpeado y tratado
de indio de mierda, además de pegarle a la cámara.
Más allá de la goleada 4-1 sufrida en La Paz, Gallego minimizó
el resultado ante The Strongest y ya tiene la mente puesta en el clásico
del próximo domingo. La derrota que sufrimos con The Strongest
no nos afecta para nada de cara al partido con Boca. Está claro
que en La Paz no se puede jugar. Igual estamos bien para jugar el superclásico,
remarcó Gallego, recién llegado de Bolivia.
El médico Luis Seveso aseguró que los futbolistas ya superaron
los inconvenientes físicos que les produjo la altura de La Paz.
Los jugadores están recuperados. El post partido fue muy
feo porque varios jugadores sufrieron vómitos y mareos. Pero al
retrasarse el regreso a Buenos Aires tuvieron más tiempo para descansar,
indicó Seveso. Según se supo, los futbolistas recibieron
una medicación especial para intentar minimizar los efectos de
la altura, por lo que ayer fueron sometidos a un control antidoping interno
para no tener inconvenientes ante la eventualidad de salir sorteados en
el partido del domingo.
Más allá de los contratiempos, en River está todo
confirmado para el gran clásico. Si no surge un nuevo inconveniente,
los once titulares para jugar el domingo serán Costanzo; Hernán
Díaz, Ayala, Yepes, Sarabia; Pereyra, Astrada, Alvarez, Ortega;
Saviola, Cardetti. El plantel quedó concentrado anoche en el estadio
Monumental.
Muy distinto fue el panorama que se vivió en Casa Amarilla. Con
mucha tranquilidad, el plantel cumplió con una práctica
liviana por la tarde, en la que los titulares vencieron 2-1 a los suplentes.
Sin embargo, el técnico Carlos Bianchi todavía no confirmó
el equipo para recibir a River, ya que no definió quién
ocupará el lateral por la izquierda. Los candidatos para ocupar
ese lugar son los juveniles Clemente Rodríguez y Facundo Imboden,
aunque el primero tendría más chances para ser titular,
pese a que ayer se entrenó de manera diferenciada por haber actuado
ante Oriente Petrolero por la Copa Libertadores. No me preocupa
River, ni me imagino qué planteo táctico va a realizar,
pero me importa que Boca juegue bien, a lo Boca, expresó
el entrenador.
En cuanto a los lesionados, todos evolucionaron de manera favorable, por
lo que ninguno tendrá problemas para estar presente el domingo.
Antonio Barijho, quien padecía un golpe en la rodilla derecha,
no mostró signos de dolor y estará entre los titulares,
lo mismo que Juan Román Riquelme, quien padecía un dolor
en el isquiotibial izquierdo, y Marcelo Delgado, que tenía una
leve distensión del ligamento lateral de la rodilla derecha. Así,
Boca formaría con Abbondancieri; Ibarra, Bermúdez, Matellán,
Rodríguez o Imboden; Omar Pérez, Serna, Traverso, Riquelme;
Delgado, Barijho.
DEBIO
SER DE INDEPENDIENTE
Lo ganó Talleres
A diez minutos del final, Talleres
aprovechó la oportunidad de acercarse un poco más al líder
del Clausura, River, ya que hizo pesar su tradición reciente de
ganar todos los partidos que disputa como local, y con un cabezazo de
José Zelaya, derrotó 1-0 a Independiente en el Olímpico
de Córdoba. Los jugadores cordobeses habrán sentido una
doble satisfacción por haberse retirado del campo con los tres
puntos ahora suman 19, a tres de River porque si hubo un equipo
que mereció ganar el partido que abrió anoche la décima
fecha del torneo Clausura, ése fue el visitante.
Talleres tuvo pequeños pasajes a lo largo del partido en los que
ejerció cierto predominio, pero en el balance general, fue su arquero,
Mario Cuenca, el que se llevó los aplausos, porque sacó
no menos de cinco mano a mano con los delanteros de Independiente. No
fue la falta de definición de éstos, sino una noche realmente
inspirada del golero cordobés, lo que mantuvo el resultado en cero.
Un error de Pompei, al anular un gol perfectamente lícito de Forlan,
colaboró con el marcador llano.
Cuenca le sacó un cabezazo abajo a Forlan a los 35, un mano a mano
con Cambiasso un ratito después, se lo tapó a Forlán
en el arranque del segundo período, y estuvo brillante en sucesivas
tapadas a Cambiasso y Vuoso en la misma jugada. Piazza se jugó
el resto poniendo en la cancha a Marioni, junto a Vuoso y Forlan, pero
no le dio resultado.
Entonces, un centro de Alaniz desde la izquierda, fue cabeceado en forma
bombeada, hacia atrás, por Zelaya, que había entrado cinco
minutos antes, y venció la estirada de Rocha. Vuoso tuvo el empate
un ratito después pero la tiró por arriba, y Forlan la estrelló,
primero en el travesaño y después en el palo.
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