Por Eduardo Tagliaferro
El empresario riojano Emir Yoma
fue detenido ayer por orden del juez federal Jorge Urso, a instancias
del fiscal Carlos Stornelli, acusado de ser el jefe de la asociación
ilícita que facilitó la venta ilegal de armas a Ecuador
y Croacia. Depende de la declaración de Emir, fue la
respuesta que obtuvo este diario cuando preguntó en los tribunales
federales si el ex presidente Carlos Menem será finalmente involucrado
en la causa. Ante Página/12, sus allegados reconocieron que Menem
está muy preocupado.
En el mismo momento en que su ex cuñado y miembro destacado de
lo que en los primeros años del menemismo se conoció como
la carpa chica, ingresaba a los tribunales de Comodoro Py,
Menem se reunía en la casona del barrio de Belgrano con sus más
cercanos seguidores. Aquellos que lo acompañaron en la aventura
que lo condujo a la Casa Rosada (ver nota en esta misma página).
Escoltado por un fuerte dispositivo policial que protegía al detenido
de las cámaras fotográficas, Emir ingresó a los tribunales
federales a las cinco de la tarde. Durante cuatro horas respondió
al interrogatorio judicial en el que minuciosamente negó todos
los cargos que lo involucran con la maniobra. Luego de su indagatoria,
el magistrado confirmó la prisión del ex cuñado de
Carlos Menem y guardó extrema reserva del lugar al que fue llevado.
La detención de Yoma se había producido a las tres de la
madrugada del sábado, mientras dormía en su lujoso piso
de la Avenida Libertador. De allí fue trasladado a la Alcaidía
de Investigaciones en Villa Lugano, donde quedó alojado hasta el
momento en que fue llevado al despacho de Urso. Momentos antes de que
la Policía Federal llegara a la torre donde vive Emir había
concluido la indagatoria judicial al ex interventor en Fabricaciones Militares
Luis Sarlenga.
Luego del fallo emitido el pasado miércoles por la sala II de la
Cámara Federal porteña en el que, con cierto tono de reproche,
le ordenaba al juez indagar a los ex ministros Antonio Erman González,
Guido Di Tella y Oscar Camilión por las figuras de asociación
ilícita, el magistrado no podía oponerse a la solicitud
de Stornelli.
Hasta momentos antes de su declaración, Sarlenga estaba sindicado
de ser el cabecilla de la asociación ilícita que pergeñó
la venta ilegal de armas. Luego de su declaración, pasó
a ser el primer detenido en la causa que instruye Urso. El ex interventor
de la fábrica estatal de armamentos está preso desde el
2 de octubre de 1998 en el Escuadrón Gendarmería de Campo
de Mayo, pero por una causa conexa por contrabando que instruye el juez
en lo penal económico, Marcelo Aguinsky.
A partir de ayer, el Emir de la familia Yoma se sumó al reducido
lote de detenidos en la causa que lleva Urso. Hasta el momento no había
detenidos porque la mayoría de los cargos que pesaban sobre los
funcionarios menemistas involucrados en el affaire son excarcelables.
Este es el caso de los ex ministros González, Di Tella y Camilión,
acusados indistintamente de falsedad ideológica, malversación
de bienes públicos, ocultamiento de pruebas o incumplimiento de
los deberes de funcionario público y que próximamente deberán
volver a declarar. En esta ocasión acusados por asociación
ilícita. Por lo que no es impensable que algunos de ellos sigan
los pasos de Emir Yoma y se conviertan en sus compañeros de presidio.
Es un paso en el camino de la verdad. Un paso correcto, fue
la frase utilizada por un destacado ex funcionario del gobierno de Carlos
Menem para referirse a la detención de Emir en la causa por la
venta ilegal de armas a Ecuador y Croacia. Desde el momento en que el
traficante de armas Diego Palleros afirmó, antes de convertirse
en prófugo, que le había pagado 400 mil pesos de coimas
a un influyente empresario vinculado al poder político, todos sospecharon
que estaba hablando de Emir Yoma. Pero el paso del tiempo, dos presentaciones
espontáneas del empresario del cuero y una larga lista de funcionarios
militares involucrados hacían sospechar que la causa no avanzaría
hacía tierras riojanas, como ahora parece estar ocurriendo.
Sin embargo, es difícil creer que una maniobra realizada ininterrumpidamente
durante cuatro años, que movilizó camiones militares por
todo el país y que se amparó en decretos presidenciales,
pudo haber estado a cargo de una persona que, por mejor llegada que tuviera
al entonces presidente, no era un funcionario público. Aunque algunos
ex funcionarios del gobierno menemista especulaban que la detención
de Emir podría conllevar la intencionalidad política de
convertirlo en el techo de las investigaciones, la hipótesis se
cae por su propio peso. El nombre de Yoma no podría haber aparecido
mencionado en la larga saga de denuncias por corrupción que caracterizaron
al gobierno menemista, si no fuera por el fácil ingreso y llegada
que éste tenía a la por entonces principal firma del país:
la de Carlos Menem.
No hay duda de que Emir se benefició con la maniobra. Los
400 mil dólares a los que hizo mención (Diego) Palleros,
los cobró él, se sinceró con este diario un
ex funcionario que supo integrar el círculo cercano del ex presidente
Menem. La ruta del dinero es una de las pistas poco recorrida por los
investigadores judiciales. Precisamente esa fue una de las recomendaciones
que le realizó a Urso la Cámara Federal.
Los 400 mil dólares que Palleros dijo haberle pagado al influyente
empresario fueron depositados en la cuenta que la empresa fantasma
uruguaya Daforel tenía en el MTB Bank de Nueva York.
La misma cuenta fue utilizada por la también uruguaya Elthang Trading,
para girar dos millones de dólares al Yoma Group. Elthang es una
sociedad anónima que en la actualidad controla el 97% del capital
accionario de la curtiembre riojana. A partir del año 94
es presidida por una sobrino de Emir, el sirio Mohamed Yalal Nacrach,
hijo de Delia Yoma y de un ex oficial de inteligencia del ejército
sirio.
El pasado 12 de marzo, estas dudosas triangulaciones financieras fueron
denunciadas al juez Urso por las legisladoras frepasistas Graciela Ocaña
e Irma Parentella. En esa ocasión el juez sostuvo que no
tenían conexidad con la causa de armas. Sin embargo, el miércoles
pasado la Cámara Federal sostuvo que no parece acertado desvincular
de esta pesquisa la presentación recientemente efectuada por dos
legisladores ante la fiscalía actuante, resultando que tal decisión
conspira manifiestamente contra el esclarecimiento de los hechos.
Las investigaciones por la venta ilegal de material bélico se iniciaron
el 15 de marzo de 1995 por una denuncia del abogado Ricardo Monner Sans.
Ayer, en diálogo con este diario, Ricardo Monner Sans afirmó
que la resolución judicial convalida nuestras aspiraciones
históricas, porque significaría que el Poder Judicial tiene
elementos suficientes para que lo que todos suponíamos, sobre todo
a partir de los dichos de Lourdes Di Natale, se compagine con la realidad.
EL
MENEMISMO QUEDO ALARMADO Y ASOMBRADO CON LA DETENCION
Cruzaron la raya: Yoma era el límite
Por Fernando Almirón
A Carlos nunca le pegaron
tan cerca, reconoció ayer por la noche un hombre del entorno
íntimo de Carlos Menem al enterarse de la detención de Emir
Yoma. El menemismo quedó estupefacto ante la medida dispuesta por
el juez Jorge Urso, que tiene a su cargo la causa por exportación
ilegal de armas a Ecuador y Croacia durante la anterior gestión
presidencial. El procedimiento tomó por sorpresa al menemismo que
calificó el operativo de innecesario y de una espectacularidad
planificada. Una vez digerida
la noticia, un escalofrío desconocido se apoderó de los
hombres del ex mandatario. Con Emir cruzaron la raya, Yoma era el
límite, aseguró desconcertado un legislador menemista,
que ayer por la tarde fue uno de los hombres de confianza convocados por
el jefe del peronismo a la casona de la calle Echeverría para evaluar
la medida judicial y los alcances de la investigación. ¿Usted
cree que ahora la Justicia apuntará a Menem?, le preguntó
Página/12 a un ex funcionario. Emir es Menem, respondió.
Menem convocó ayer de urgencia a sus hombres de mayor confianza.
Algunos de ellos tuvieron que interrumpir su fin de semana y tomarse un
avión con destino a Buenos Aires. A Belgrano, para ser más
precisos, el barrio donde el ex presidente tiene la casona que ayer fue
el escenario de intensas idas y vueltas.
Mientras se preguntaban los unos a los otros cómo fue que nadie
contaba con información que pudiera anticipar lo resuelto por el
magistrado, varios ex funcionarios ametrallaron a sus contactos en el
Gobierno y en la Justicia para establecer el cuadro de situación
real y hacer un pronóstico de los alcances de la investigación
judicial. Concretamente querían saber si Menem estaba en la mira
del juez Urso.
El turco está muy preocupado por la causa del contrabando
de armas, le aseguró el viernes a este diario un ex funcionario
cercano al entorno del jefe justicialista. Se la veía venir,
agregó ayer otro de los hombres vinculados al ex presidente, quien
señaló que el procesamiento de los ex ministros Antonio
Erman González (Defensa) y Guido Di Tella (Relaciones Exterior)
y del ex jefe del Ejército Martín Balza, dispuesto la semana
pasada por el juez Urso, habían calado hondo en el ánimo
de Menem.
Si bien la regla general del menemismo fue establecer un cerrado silencio
de radio, evitando todo pronunciamiento sobre la detención de Yoma
No hay comentarios, está en manos de la Justicia,
fue todo lo que dijo Alberto Kohan, puertas adentro no dudaron en
apuntar a Luis Sarlenga, el ex interventor de Fabricaciones Militares,
quien podría haberle entregado al juez Urso datos específicos
sobre la ruta del dinero obtenido por el contrabando de armas. Sarlenga
y Edberto González de la Vega, hasta ayer los dos únicos
detenidos por la causa, les habían hecho llegar a los hombres del
ex presidente su enojo debido a que mientras nosotros estamos presos
desde hace años, ustedes se la pasan tomando champán.
Si lo citan a declarar a Menem, vamos a reclamar que también
pase por el juzgado Domingo Cavallo, porque él también le
puso la firma al decreto que autorizó la exportación,
amenazó ayer un diputado menemista consultado por Página/12.
La instalación de Cavallo en el escándalo por el contrabando
de armas será una de las líneas de acción que Menem
pondrá en marcha para presionar sobre el Gobierno, del que sospecha
que no fue del todo ajeno a la decisión de meter preso a Yoma.
La causa se disparó cuando la Cámara por la que pasó
el expediente, la Sala 2 que siempre fue dura con nosotros, instruyó
al juez para que avanzara con la investigación, confesó
un ex diputado justicialista alineado con Menem. Pero jamás
nos imaginamos que llegarían a acusar a Emir de estar al frente
de una asociación ilícita, es muy grave, dijo y agregó:
Esta vez a Menem le tocaron el culo.
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