Por Carlos Noriega
Desde
Lima
A pocas horas de las elecciones,
el candidato favorito de todas las encuestas, Alejandro Toledo, recibió
a Página/12 en su casa de un barrio residencial de Lima. Este economista
de 51 años educado en Estados Unidos y que saltó al escenario
político hace un año cuando se convirtió en la cabeza
de la lucha contra el fraude electoral del ex presidente Alberto Fujimori
insiste, convencido, que ganará en primera vuelta y no acepta hablar
de la posibilidad de un ballottage. Comenta entusiasmado el multitudinario
mitin con el que cerró su campaña electoral. Seguro de convertirse
en el presidente electo del Perú a partir de hoy, el Cholo
Toledo habla de sus propuestas, de su identificación con
la Tercera Vía, de lo que hará para terminar de desmontar
la mafia montesinista y del ingrediente racial que ha teñido esta
campaña electoral pródiga en acusaciones y pobre en debates.
Las últimas encuestas dicen que usted ganará el domingo,
pero que habrá segunda vuelta. ¿Todavía confía
ganar en primera vuelta como lo dijo en su mitin de cierre de campaña?
Voy a luchar los minutos que me quedan para que eso ocurra. Todavía
hay un porcentaje de indecisos importante y los peruanos suelen votar
por el que está primero. El ascenso de Alan García va a
asustar a algunos que espero se corran a respaldar mi candidatura. Las
encuestas también indican un alto porcentaje de votos viciados
y en blanco, lo que me favorece porque esos votos no se cuentan y eso
baja el techo para ganar en primera vuelta. Y, finalmente, las encuestadoras
no han ido a las zonas rurales más alejadas donde tenemos un gran
apoyo. Por estas razones todavía confío en ganar en primera
vuelta.
Si hay segunda vuelta, ¿qué le conviene a su candidatura,
competir contra Alan García o contra Lourdes Flores?
No acepto la premisa de esa pregunta. Ganaremos en primera vuelta.
Si está tan convencido de ganar en primera vuelta, ¿sería
una derrota para usted si eso no ocurre?
No. Pero ya le he dado varias razones por las que creo que vamos
a ganar en primera vuelta.
¿Cree que los peruanos deben elegirlo presidente por haber
encabezado en el último año la lucha contra Fujimori?
No creo que los peruanos deban votar sólo por nuestro coraje
en la lucha por la democracia, porque algunos pueden ser buenos para la
guerra pero no para gobernar. Deben votar por nuestras propuestas para
el futuro.
¿Cuáles son sus principales propuestas?
Planteamos un crecimiento económico sostenido de seis a siete
por ciento al año amarrado con una agenda social postergada. Necesitamos
entrar a lo que nosotros llamamos una economía de mercado con rostro
humano. Proponemos una reactivación económica bajando impuestos
para incrementar el consumo, reduciendo las tasas de interés, luchando
contra el contrabando. Apoyaremos el agro, el turismo, la construcción
y las micro y pequeñas empresas por ser actividades generadoras
de trabajo. Necesitamos que la economía crezca sostenidamente para
que el beneficio del crecimiento permita fomentar la inversión
en nutrición, salud y educación. Somos partidarios de la
Tercera Vía ajustada a nuestra realidad.
¿Qué ejemplos exitosos de la Tercera Vía hay
en América latina?
No hay, precisamente por eso es un terreno muy fértil.
¿Programáticamente se siente más cerca de García
que de Flores?
Eso hay que analizarlo por áreas. En el manejo de la política
económica estamos más cerca relativamente de Lourdes Flores,
pero en el tema de la agenda social tenemos mayores coincidencias con
Alan García.
Pero usted se dice partidario de la Tercera Vía: ¿eso
no lo pone más cerca en el tema económico del socialdemócrata
Alan García?
Para nosotros la Tercera Vía significa compatibilizar un
manejo responsable de la economía, disciplina fiscal y monetaria,
con un eje central para generar trabajo y hacer una reingeniería
de la inversión pública orientándola a la nutrición,
salud y educación. Alan García ha demostrado que no fue
capaz de manejar la economía con responsabilidad.
¿Cree que Alan García en su reciente alza le ha robado
a usted un importante sector del electorado?
No hay duda, pero eso no se ha dado en su evolución, desde
su llegada nos robó, porque él incumplió con nosotros.
¿García había pactado con usted para no presentarse
a estas elecciones?
Pactado nunca.
Digamos que habían conversado para que García no se
presente.
Se había conversado con él y con algunos dirigentes
del APRA. Ellos vinieron a decirme que iban a presentar una lista parlamentaria,
pero que iban a apoyar mi candidatura. No hay duda que la entrada de Alan
García nos ha mordido un segmento electoral importante.
Si usted llega a ser presidente no va a tener mayoría parlamentaria,
por lo que va a ser necesario llegar a acuerdos con otros grupos. ¿Con
cuáles grupos sería más factible esa alianza?
Yo quiero hacer un gobierno de todas las sangres, no quiero hacer
alianzas que signifiquen una repartija del poder. Nos gustaría
sentarnos con todos los líderes políticos y plantear los
temas centrales mirando al futuro y ver las coincidencias. Les pediremos
a todos que nos ayuden a gobernar. El mío no será un gobierno
exclusivo de Perú Posible.
¿Cuáles serán las acciones de un eventual gobierno
suyo para investigar y sancionar los actos de corrupción política?
Nosotros hemos luchado por la democracia y la autonomía de
poderes, eso significa respetar la autonomía de las otras instituciones,
de los otros poderes. Un Poder Judicial independiente con jueces solventes
será el que tenga que tomar la decisión en este campo. Un
presidente no puede ser un policía. El rol del Estado será
fortalecer un Poder Judicial independiente.
También es importante la voluntad política del gobierno
para enfrentar la corrupción...
Es cierto, nosotros nombraremos un procurador para el área
económica que investigue donde fue el dinero de las privatizaciones,
qué se hizo con los papeles de la deuda externa, quién hizo
las compras del Estado sin ningún control, dónde fueron
gran parte de los créditos de los organismos multinacionales.
¿Un gobierno suyo investigaría las violaciones a los
derechos humanos cometidas en los últimos años?
He firmado un acuerdo para crear una Comisión de la Verdad.
Un país que quiere mirar hacia el futuro, que quiere cerrar sus
heridas, necesita mirarse al espejo para ver su nivel de moral. No se
pueden meter debajo de la alfombra las cosas que no nos gustan. Pero esa
Comisión de la Verdad no puede sustituir al Poder Judicial.
Las denuncias en su contra por una supuesta paternidad no reconocida
o una aparente escapada de juerga con mujeres y drogas para muchos no
han sido suficientemente aclaradas. ¿No habría sido mejor
someterse a un examen de ADN para despejar las dudas de esa paternidad,
por ejemplo?
Yo quiero ser un presidente que respeta la ley. El Poder Judicial
ha procesado en tres instancias este caso y cada vez que hay elecciones
sacanlos expedientes del sótano. Si a mí la Justicia mañana
me dice que me haga la prueba de ADN, me la hago. Lo de esa supuesta fiesta
ya lo expliqué por escrito. Mi versión es que fui secuestrado
y me dieron algo. Hay una guerra sucia que viene de Montesinos para favorecer
a candidatos que él cree que le van a dar impunidad.
En su opinión, ¿es Lourdes Flores la candidata de
Montesinos?
Claro. Vladimiro Montesinos sabe que las posibilidades de ganar
de Lourdes Flores son mayores que las de Carlos Boloña.
¿Cómo hará para terminar de romper definitivamente
el aparato de corrupción, control y complicidades montado durante
diez años por Montesinos?
Funcionaba muy bien, pero ahora está herido. Nos robaron
las elecciones, pero si hubiéramos asumido el poder el pasado 28
de julio yo habría sido un presidente secuestrado por un aparato
bien aceitado, con un sistema donde lo que estaba en juego eran millones
de millones de dólares. Ese sistema ya se está desmantelando,
ya no está tan aceitado, y hay que tener la voluntad política
para enfrentarlo.
¿Está convencido que una mentalidad racista en muchos
sectores quiere cerrarle el paso a la presidencia?
No hay duda de que el Perú es profundamente racista y no
pueden digerir la posibilidad que alguien que viene del estrato del que
yo vengo tenga la posibilidad de gobernar.
¿Su elección sería una reivindicación
racial de los indígenas?
Sí, pero yo no me quiero quedar atrapado en eso. El reto
es compatibilizar la realidad concreta de la globalización con
la reivindicación de nuestra cultura, nuestras raíces.
¿Esta identificación suya con el Inca Pachacutec no
refleja un mesianismo peligroso?
He recorrido todo el Perú y he constatado que a pesar de
venir de desilusión en desilusión se aferran con una terquedad
andina a no tirar la toalla, quieren creer en algo, en alguien. La gente
hace cola sólo para tocarme la frente...
¿Eso no le preocupa?
Absolutamente, es muy peligroso. Eso genera una enorme responsabilidad.
Lo importante de esto es que hay expectativa y eso pesa sobre mis hombros.
No puedo fallarle al Perú.
¿No cree que en muchos sectores se han generado expectativas
desmedidas? ¿Qué va a ocurrir cuando llegue el momento de
la desilusión?
Permítame pecar de inmodesto. Entre todos los candidatos
presidenciales yo soy el que tiene mayor capacidad de resolver los conflictos
sociales que se vienen.
Eligiendo al mal menor
Por C. N.
Poco más de 14 millones de peruanos acudirán
hoy a las urnas para elegir un nuevo presidente y a los 120 congresistas
del Parlamento unicameral. El triunfo de Alejandro Toledo (55) está
prácticamente descartado, pero lo más probable es
que esa victoria no le alcance para asegurarse la presidencia y
deba competir en una segunda vuelta con el ex presidente Alan García
(51) o la ex congresista Lourdes Flores (41). Es en la competencia
por el segundo lugar donde se han centrado las principales expectativas.
García y Flores llegan empatados y cualquiera de los dos
podría ser el rival de Toledo, aunque la curva ascendente
de García en los últimos días lo pone en mejor
pie que Flores para colocarse en el ballottage. Se pronostica una
llegada de fotografía, cuyo desenlace definitivo podría
no despejarse con los primeros resultados.
Estas elecciones se realizan un año después del cuestionado
proceso electoral con el cual el ex presidente Alberto Fujimori
pretendió asegurarse su re-reelección. En aquella
ocasión las elecciones estuvieran plagadas de irregularidades,
tanto en la campaña electoral como en el conteo de votos,
que llevaron a la oposición en pleno y a los organismos internacionales
a denunciar un fraude para favorecer a Fujimori. Finalmente el ex
presidente se hizo re-reelegir, pero su tercer gobierno duraría
apenas cuatro meses. El rival de Fujimori entonces y a quien le
robaron las elecciones fue Toledo, el gran favorito de hoy. Su persistencia
en la lucha contra ese fraude y el régimen fujimorista lo
elevaron a la categoría de líder de la oposición
democrática. El apoyo que ahora recibe fue ganado en esos
meses de dura lucha, aunque en el camino también se ha ido
desgastando.
Luego de la caída del fujimorismo, Toledo reclamó
para sí el derecho a ser el candidato único para suceder
a Fujimori. Su llamado no tuvo éxito. Luego, el retorno al
Perú del ex presidente Alan García (1985-90) complicaría
aún más sus posibilidades de ganar en primera vuelta.
García le ha robado parte de su electorado en los sectores
populares. La estrepitosa caída de Fujimori favoreció
a García, cuyos errores en el poder y las denuncias de corrupción
en su contra quedaron minimizados ante el inmenso escándalo
de la corrupción de Fujimori y Montesinos. Alan García
se ha presentado en estas elecciones como la opción del cambio
del modelo económico neoliberal del fujimorismo, mientras
las propuestaseconómicas de Toledo y Flores se asemejan mucho
entre ellas y también con el modelo fujimorista. La estrategia
le ha dado resultados.
Pero una buena parte de los peruanos irá hoy a votar con
un sentimiento de decepción con todos los candidatos. Una
encuesta de la Universidad de Lima realizada el último miércoles
revela que hay cerca de un 15 por ciento que no sabe a quién
votar. Y entre los que expresan su apoyo a uno de los candidatos
es frecuente escuchar que lo hacen sin mucha convicción,
presionados por elegir a alguno, se deciden por el que dicen es
el mal menor.
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Descarto
rotundamente que tenga
algún pacto con el fujimorismo
Lourdes Flores, segunda intención de voto en Perú,
es contemplada como la candidata de la derecha. También,
del fujimorismo. En esta entrevista desmiente esas calificaciones
y explica su programa de gobierno.
Lourdes
Flores ayer, segura de que habrá ballottage.
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Por Francesc Relea
*
Desde Lima
Anunció su candidatura
a las elecciones presidenciales peruanas el 15 de diciembre pasado. Partía
con un 8 por ciento de intención de voto. Las últimas encuestas
la colocan en el segundo lugar de las preferencias de los ciudadanos,
con un 25 por ciento, detrás de Alejandro Toledo, y con posibilidades
de pasar a una eventual segunda vuelta si Alan García se lo permite.
Lourdes Flores Nano, 41 años, nacida en Lima, abogada con un doctorado
por la Universidad Complutense de Madrid y militante del Partido Popular
Cristiano (PPC) desde los 18 años, se ve como la primera
mujer de apellido no heredado que llegará a la presidencia
de un país de América latina. Hoy tiene el primer examen.
Usted habla de economía social de mercado, Alejandro Toledo
dice que su corazón está con los problemas sociales y Alan
García se presenta como el candidato de los postergados y olvidados.
¿A quién van a votar, entonces, los ricos?
Creo que algunos quieren votar por Toledo, porque consideran que
con él tendrían un esquema más mercantilista.
A usted se la presenta como la candidata de la derecha. ¿Con
qué líderes políticos del mundo se identifica?
No me considero de derecha. Soy de centro, con una clara convicción
humanista, como corresponde a mi ideología social-cristiana. No
quiero conservar el pasado sino cambiar para el futuro. En Europa mantenemos
relaciones políticas con el grupo Popular Europeo y con dirigentes
como el presidente español, José María Aznar.
Su candidatura reúne a políticos tan dispares como
un comunista y un prominente miembro del Opus Dei. ¿No corre el
riesgo de convertirse en una bolsa de gatos incapaz de ponerse de acuerdo
a la hora de gobernar?
Mi candidatura es una alianza amplia. Hemos optado por un esfuerzo
de concertación más allá del espacio político
que ocupa mi partido.
Usted dice estar dispuesta a promover un gobierno de unidad. ¿Con
quién no gobernaría, bajo ningún concepto?
Con Carlos Boloña (ex ministro de Fujimori), candidato de
Solución Popular. Con todo aquel que haya tenido un papel protagonista
en el anterior régimen. En nuestra candidatura hay algunas personas
que fueron funcionarios de rango menor con Fujimori, pero nadie que haya
ocupado puestos de responsabilidad.
¿A quién preferiría de contrincante si su candidatura
pasa a una segunda vuelta?
Por una parte, me parece más interesante enfrentar modelos
contrapuestos como el de Alan García, que promueve una mayor intervención
del Estado, en contra de nuestros planteamientos. En la candidatura de
Alejandro Toledo veo mucha indefinición.
¿Cuál sería el papel del Estado en un gobierno
presidido por usted?
El Estado tendrá una función reguladora, entendida
como la capacidad de regular los monopolios y controlar los abusos. Queremos
un ente regulador autónomo. Hoy recibe fuertes presiones de Telefónica.
Vamos a garantizar la función promotora del Estado. Pero sectores
como el agro necesitan apoyo del Estado para condiciones de inversión;
para las pequeñas empresas hace falta financiación pública,
apertura de mercados, asistencias técnica y capacitación.
Salud, educación.
¿Dónde está ahora el fujimorismo y dónde
irán los votos que en los últimos comicios alcanzaron el
49 por ciento?
El voto ha emigrado. Creo que nosotros captaremos una parte significativa
de aquellos votos. Otros votos serán para Alan García y
otros para Toledo. Ocurrió algo parecido cuando García fue
elegido en 1985: recogió buena parte del voto de Belaúnde.
Y con Fujimori en 1990, que obtuvo muchos votos apristas. Lo que sí
descarto rotundamente es quepueda decirse que tengo un pacto o connivencia
de algún tipo con el fujimorismo. Ahora bien, no le cerraré
los brazos a ningún voto, cualquiera que sea su procedencia.
¿Quién financia su campaña electoral?
Se organizó un tremendo escándalo porque Roque Benavides
(ex presidente de la confederación empresarial) nos dio 2000 dólares.
Haremos pública la lista de todos los que nos han ayudado, entre
la primera y segunda vuelta, pero queremos hacerlo con todo lujo de detalles.
Detrás nuestro no hay ningún grupo poderoso de interés.
Antes, todos los empresarios estaban contra mí; ahora soy la candidata
que les preocupa menos. Hoy represento la mayor tranquilidad para los
sectores empresariales, que sienten que hay que preservar una economía
sana y no mercantilista.
¿Ha recibido apoyos de Telefónica, primera empresa
del país?
Telefónica cree que si ganamos haremos un gobierno serio.
Nos ha regalado teléfonos celulares, instalaciones telefónicas
y propaganda gratis en los canales de televisión de su propiedad.
* De El País de Madrid, especial para Página/12.
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