Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira
KIOSCO12


Buen jazz y soul blando en una noche demasiado larga

Chick Corea, Roberta Flack y la notable Trumpet Summit Band animaron un
festival gratuito en el Luna Park. Lo mejor llegó cuando quedaban pocos.

Chick Corea abrió al frente de su trío, con Avishai Cohen y Jeff Ballard. Le siguió
Roberta Flack con soul en versión sacarinada.

Por Diego Fischerman

En tiempos de corrección sanitaria y cuando el cigarrillo se ha convertido en la nueva causa de todos los males, una empresa tabacalera decidió tirar la casa por la ventana. El centenario de su instalación en Argentina fue el pretexto para limpiar su imagen de humos tóxicos. Una limpieza bienvenida en tanto permitió que una multitud llenara el Luna Park, con entrada gratuita, para ver y oír al nuevo trío de Chick Corea, a la cantante Roberta Flack y a un seleccionado de trompetistas junto a una base de lujo en un impactante homenaje a Louis Armstrong (otro centenario para festejar, ya que nació en 1901). El detalle simpático estuvo dado, durante los intervalos entre número y número, por las repetidas menciones –difundidas por los parlantes– a la prohibición de fumar en la sala, lo que ocasionó las consecuentes carcajadas del público.
El festival, como suele suceder, fue una suerte de maratón que pocos resistieron hasta el final, a pesar del buen nivel musical de la mayoría de las propuestas. Chick Corea tocó una hora y después de 40 minutos de intervalo llegó el extendidísimo set de Roberta Flack (una hora y media). Después de una pausa de 15 minutos, necesaria para acomodar instrumentos y probar mínimamente el sonido, fue el turno de lo que tal vez haya sido lo mejor de la noche, el grupo bautizado Trumpet Summit y liderado por John Faddis. La lástima es que para ese entonces ya quedaba en la sala sólo la mitad del público. Todo estaba anunciado para las 8 y media, empezó a las 9 y terminó recién a las 2 y media del día siguiente.
La propuesta de Corea, en esta nueva visita a Buenos Aires, fue con uno de sus formatos preferidos y posiblemente el único con el que nunca había tocado aquí. Este trío, en realidad una versión reducida del grupo Origin, desnudó, sin embargo, su costado más superficial. Si las formaciones reducidas suelen servir para explorar las regiones más ascéticas de la música, en el caso de Corea sucede todo lo contrario. El contrabajista Avishai Cohen, de gran virtuosismo y deslumbrante en su riqueza de recursos, y el baterista Jeff Ballard no sólo estuvieron al nivel del pianista sino que en muchos momentos fueron los que llevaron las riendas. El show consistió en seis temas, de los cuales el mejor fue el segundo, “Jitterbug Waltz” (compuesto por Fats Waller en 1938), el más demagógico el cuarto, un tango dedicado a la madre de Corea, de 91 años, y a “mi amigo Astor” que más bien parecía un pasodoble, y el peor fue el bis: remanida percusión sobre el teclado seguida por versión kitsch del movimiento lento del Concierto de Aranjuez de Joaquín Rodrigo y, enganchado, el tema “Spain”.
Roberta Flack, acompañada por una banda impecable, dio una muestra de Rhythm & Blues licuado para FM. Todo de altísima calidad artesanal. Todo vacío de contenido. Empezó con “Killing me soflty” y, al hilo, “I feel like making love”. Después, una versión de “Sweet Georgia Brown” con la letra cambiada y rapeada. También “Tryin’ Times” del primer disco (uno de los puntos altos de la noche). Sacarina para “Here Comes the Sun”, temas de Marvin Gaye y de Stevie Wonder. Y un final feo sin atenuantes: “Angelitos negros”, cantada en castellano. La mayoría del público deliró con ella. Y finalmente, lo que podría haber sido un mero espectáculo circense a partir de la competencia de cuatro trompetistas (John Faddis, Randy Brecker, Lew Soloff y Terell Stafford), se convirtió en muchísimo más. La calidad de la base (Cedar Walton, Idris Muhammad y Peter Washington), sumada a la inteligencia de Soloff, la perfección de Stafford y el plus aportado por el contraste entre cuatro estilos totalmente diferentes, convirtió a la Trumpet Summit Band en la estrella de la noche. Una estrella que tardó, claro, demasiado en salir.

 

PRINCIPAL