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Diputados bonaerenses, se cambian a buen precio

Cavallo cerró un acuerdo con Duhalde por el cual pone a dos candidatos propios, sin pagar la campaña y sin el desgaste de criticar a un gobierno del que forma parte.

Por Fernando Almirón

Eduardo Duhalde colocará a dos cavallistas en la lista de candidatos a diputados nacionales del PJ por la provincia de Buenos Aires. Alejandra Sturzenegger y Néstor Cruces fueron los señalados por el dedo de Domingo Cavallo cuando, la semana pasada, le puso la firma al acuerdo político que cerró con el peronismo bonaerense, curiosamente cuando en esos días se debatía el ingreso a la Alianza del partido que lidera. De este modo Acción por la República podría llegar a ser oficialista a nivel nacional, y opositora a nivel provincial. La contradicción no le quita el sueño a Cavallo, que verá fortalecido su bloque en la Cámara baja sin necesidad de hacer campaña contra la administración de la que forma parte. Duhalde, por su parte, obtendrá los votos que según sus cuentas inclinaron la balanza a favor de la Alianza en las elecciones de octubre pasado: el siete por ciento que fue al cavallismo que ya no será competencia para él.
“Te pido al menos lo que yo obtuve en las elecciones de octubre: dos diputados”, le dijo Cavallo a Duhalde, cuando el ex gobernador rechazó la propuesta inicial del líder de Acción por la República (AR). En principio Cavallo reclamó, aprovechando la instrumentación del cupo femenino que determina que una mujer debe ocupar uno de los dos primeros lugares entre los candidatos a senadores de la Nación, colocar a Alejandra Sturzenegger como compañera de fórmula de Duhalde. En rigor, ese lugar ya estaría reservado para Mabel Müller, que corre con el caballo de Hilda “Chiche” González de Duhalde, lo que no es poco. Suficiente como para desechar la propuesta del actual superministro.
Finalmente se acordó que Sturzenegger, quien ahora ocupa un sillón en el Consejo Deliberante de La Plata al que accedió integrando la listas del intendente de la capital provincial –el peronista Julio Alak– vaya en el tercer lugar dentro de la grilla de candidatos a legisladores nacionales por el PJ bonaerense, y que a Cruces se lo instale entre los que tienen asegurada una banca en el Congreso. Cruces fue un alto ejecutivo de la empresa Techint y está especializado en temas de defensa.
“El Mingo siempre mantuvo una excelente relación con Duhalde, mucho más fluida de la que pudo haber cultivado con Carlos Ruckauf, y se remonta a los tiempos en que ambos se animaron a enfrentarse a un hombre poderoso, mimado de los militares y del menemismo: Alfredo Yabrán”, explicó una fuente del cavallismo que subrayó la confianza mutua que sostiene el vínculo.
De todos modos, el acuerdo no es por amistad sino por mutuo beneficio político. Cavallo se asegura la llegada de dos cuadros a la Cámara Baja sin colocarse al frente de una campaña en la que se vería obligado a criticar al gobierno del que forma parte y a ofrecer una alternativa diferencial a la de los candidatos de la Alianza. Subido al tren del duhaldismo, Cavallo logrará también, si el acuerdo se concreta, sumar las dos bancas más baratas de la historia: el justicialismo, como cabeza de lista, será el responsable de pagar la costosa campaña.
Por su lado, Duhalde comienza a darle forma a una estrategia para evitar la dispersión del voto en octubre. El ex mandatario provincial ya perdió dos veces, la primera cuando Graciela Fernández Meijide venció en 1997 a Chiche Duhalde, la otra cuando Fernando de la Rúa se quedó con la presidencia de la Nación, en octubre del ‘99. Por eso necesita revalidar su liderazgo en el peronismo bonaerense con un triunfo contundente sobre su rival aliancista, el ex presidente Raúl Alfonsín, si es que quiere seguir en carrera y conservar la posibilidad de una revancha por un título mayor. En el duhaldismo aseguran que el PJ perdió a manos de la Alianza una cuantas intendencias por el mismo porcentaje de votos que recibió el cavallismo en esos distritos. “Los votos que obtuvo Acción por la República son la suma casi exacta de los sufragios que necesitábamos para ganarle a la Alianza en la provincia”, señalan en el entorno del ex gobernador. El porcentaje es de un 7 por ciento. Un intendente bonaerense explicó a Página/12 por qué tanta maniobra, si el triunfo ya está asegurado: “Duhalde quiere más, quiere aplastar”. Y agregó que “todavía están abiertas las negociaciones con el Polo Social de Farinello, los partidos vecinalistas e incluso con sectores del menemismo que quiere conservar dentro de la estructura partidaria para evitar que se sumen a la propuesta de Luis Patti”.
En el justicialismo provincial también se habla de otras ventajas, tales como la de tener pactos firmes con el que maneja la caja nacional en tiempos de escasez,y establecer con quien hay que hablar a la hora de negociar el PJ bonaerense poder político real. Duhalde acaricia el teléfono al que deberá llamarlo Ruckauf.

 

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