Por
Carlos Rodríguez
Me
están poniendo ante la alternativa de matar o morir. Desde
la cárcel de Ezeiza, donde está detenido, Daniel Tractorcito
Cabrera le aseguró a Página/12 que es víctima
de un complot contra su vida en cuyo marco ubicó la
agresión que dice haber sufrido la semana pasada de
parte de otros tres internos. Uno de los atacantes sería
José Zangari Peralta, alias Hormiga, quien había denunciado
que recibía presiones del Servicio Penitenciario Federal para
asesinar a Cabrera, según consta en una presentación
realizada el 15 de febrero ante el juez federal 2 de Lomas de Zamora,
Carlos Ferreiro Pella. Fuentes de la Subsecretaría de Asuntos Penitenciarios
y del SPF, consultadas sobre el incidente, dijeron no tener ninguna
información. Los abogados de Tractorcito presentaron un hábeas
corpus preventivo ante el Juzgado de Garantías Nº 1 de Lomas.
Tractorcito Cabrera viene denunciando desde principios de año que
lo quieren matar por sus denuncias, ante el juez Alberto Baños,
acerca de casos de corrupción en el Servicio Penitenciario y sobre
los entretelones de la fuga del Departamento Central de la Federal, que
protagonizó junto con los detenidos paraguayos Luis Rojas y Fidencio
Vega, acusados de asesinar al vicepresidente Luis María Argaña.
Cabrera solicitó una nueva audiencia con el juez Baños,
ante quien ampliaría sus denuncias, según aseguró
a este diario.
Hormiga me había dicho por carta que le habían ordenado
que me matara, pero a pesar de eso lo pusieron en el mismo pabellón
donde estoy yo, dijo Cabrera a este diario. Según sus dichos,
la pelea ocurrió el lunes de la semana pasada, cerca de las 18,
durante un recreo. Fue como ocurre siempre en estos casos: un grupo
armó un circo (supuesta pelea entre varios presos),
yo quedé en el medio y me tuve que defender del ataque de tres
personas, entre las que pudo reconocer a Hormiga.
José Luis Estévez, uno de los abogados de Tractorcito, sostuvo
en el hábeas corpus que Cabrera tiene lesiones visibles en
su rostro como resultado de un altercado con una persona (Zangari
Peralta) que le había confesado que personal penitenciario le había
encargado asesinarlo. En su presentación del 15 de febrero
ante el juez Ferreiro Pella, Hormiga denunció también que
él mismo había sufrido amenazas durante dos requisas realizadas
en su celda. El primer hecho ocurrió cuando estaba en el pabellón
F de Ezeiza y el segundo después de su traslado al
pabellón K, el mismo en el que se encuentra Tractorcito.
Hormiga, en su denuncia ante el Juzgado Federal, dijo que habían
sido dos hechos ocurridos el 17 y el 19 de enero. En ambos casos, el grupo
que ingresó a la celda de Zangari Peralta estaba integrado por
penitenciarios encabezados según el denunciante por
el jefe de requisa de apellido Alarcón. Zangari Peralta
le hizo llegar a Cabrera una nota manuscrita, con su firma y hasta sus
huellas digitales, advirtiéndole que lo habían cambiado
de pabellón para asesinarlo. Cuidate, Daniel, quieren tu
cabeza (...) a mí me trajeron para que te mate.
En ese contexto, según Cabrera, se llegó a la pelea del
lunes de la semana pasada. En el SPF no existe el principio de inocencia,
no se garantizan las normas de reinserción social de los detenidos
y tampoco se respetan los derechos humanos, sostuvo Cabrera en su
diálogo con este diario. Yo les pido, les ruego, a las autoridades
del Ministerio de Justicia que me trasladen no a otra cárcel, apenas
a otro pabellón de Ezeiza, porque acá me quieren matar.
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