Página/12
en Perú
Por
Carlos Noriega
Desde Lima
Los
primeros resultados oficiales confirmaron ayer las proyecciones y conteos
rápidos alcanzados el mismo domingo de las elecciones presidenciales.
Alejandro Toledo y Alan García disputarán la presidencia
del Perú en una segunda vuelta electoral que debe desarrollarse
dentro de cinco semanas. El lunes en la tarde la Organización Nacional
de Procesos Electorales (ONPE) emitió resultados al 78,62 por ciento,
que le daban a Alejandro Toledo 36,46 por ciento, a Alan García
26,04 y a Lourdes Flores 23,87 por ciento. A diferencia de lo ocurrido
hace un año durante las fraudulentas elecciones organizadas por
el ex presidente Alberto Fujimori para re-reelegirse, esta vez nadie ha
cuestionado el trabajo ni la imparcialidad de la ONPE.
La decepción de Toledo por no ganar en primera vuelta se fue transformando
en preocupación a medida que se iban conociendo los resultados
oficiales. Hasta el domingo, entre la cúpula toledista se daba
por descontado que su candidato sería el próximo presidente
peruano. El peor escenario que imaginaban era no ganar en primera vuelta,
pero estar lo suficientemente cerca del 50 por ciento y distante del segundo
como para que la segunda vuelta se convierta en sólo un trámite
de final anticipado. Pero la realidad fue distinta y la diferencia con
el segundo era bastante más estrecha de lo que sus cálculos
más pesimistas habían previsto. A pesar del triunfo no había
espacio para las celebraciones, sino, más bien, para la preocupación
por el futuro.
En la noche del domingo, Toledo improvisó un mitin ante algunos
centenares de sus seguidores que habían llegado hasta las puertas
del hotel Sheraton. Sobreponiéndose al golpe de las cifras, el
Cholo se esforzó en darles ánimo a sus partidarios para
enfrentar la segunda vuelta. Nos queda una segunda vuelta, hay que
aceptar la democracia. En mi vida nada fue fácil, ahora nos toca
una batalla más, señaló.
Toledo ofreció luego una conferencia de prensa en la que le envió
un mensaje a García para que se retire de la contienda y le deje
el camino libre al poder. Posibilidad que el ex presidente ya había
descartado horas antes. Llamo la atención sobre la necesidad
de la gobernabilidad y de lo que implican cuarenta días más
de campaña que pueden profundizar nuestras diferencias. Sería
útil evaluar la posibilidad de un retiro de Alan García,
señaló, expresando más un deseo que un análisis
realista de la situación política.
Minutos antes de la medianoche, y para la gran sorpresa de todos, Toledo
se dirigió al local del partido aprista para saludar a Alan García.
Paradójicamente era el ganador quien iba a felicitar al segundo.
Involuntariamente, Toledo, con ese acto, reforzaba la sensación
general de que el gran triunfador de la jornada electoral fue García.
En el local aprista, Toledo se encontró con un ambiente de festejo
y con gritos de Alan presidente y el Cholo no, Alan
sí. La visita no resultó auspiciosa y García
terminó sacando más réditos de ella. Tal vez para
no dejar esa sensación de victoria de García, a la salida
del local aprista Toledo decidió ir al local político de
Lourdes Flores, pero no encontró a la candidata. Tampoco tuvo suerte
en su visita a Fernando Olivera, el cuarto en las elecciones. Nadie lo
recibió.
Poco antes García y Flores habían sostenido una larga conversación
a través de un enlace realizado por el canal de televisión
Frecuencia Latina. Ambos estuvieron especialmente cordiales. La candidata
de la derechista Unidad Nacional insistió en aferrarse a la posibilidad,
más lejana a medida que avanzaba la noche, de pasar a la segunda
vuelta. Con todo derecho vamos a esperar el resultado final, lo
que no quiere decir que no felicite al doctor García por la competencia
tan reñida que hemos tenido, señaló Flores.
Yo también guardo la prudencia de esperar losresultados finales,
respondió García. Los elogios fueron de uno a otro lado,
con García más efusivo en halagos.
Al final de la tarde del lunes, las cifras ya eran contundentes y Lourdes
Flores, rodeada de algunos de sus más cercanos colaboradores, admitió
su derrota a pesar de que el cómputo oficial no había finalizado,
pero no apoyó a ninguno de los otros dos candidatos. Ni Toledo
ni García aparecieron en público el lunes. Sin pérdida
de tiempo, ambos se reunieron con sus más cercanos colaboradores
para analizar la estrategia a seguir en la segunda vuelta.
Las primeras elecciones, luego de una década de autoritarismo fujimorista,
han dejado varias conclusiones. La primera, con Fujimori fuera del poder
el Perú ha podido realizar las primeras elecciones presidenciales
limpias en once años. La segunda, la estrepitosa derrota del fujimorismo
auténtico, que ha quedado reducido a la insignificancia electoral
con menos del dos por ciento. La tercera, una derrota inesperada de la
derecha tradicional.
Pero la mayor sorpresa de la elección sigue siendo la resurrección
política de Alan García, que de ex presidente exiliado,
con juicios por corrupción abiertos en los tribunales, y de un
desprestigio que parecía irreversible, ha pasado a ser, una vez
más, protagonista central de la política peruana y a ponerse
en línea de carrera para retornar al poder. Sin duda, Alan García
aparece como el principal beneficiado por los efectos de la estrepitosa
caída del fujimorismo que lo persiguió y los escándalos
de corrupción que envuelven a Fujimori y que han hecho palidecer
la corrupción denunciada durante el régimen de García
entre 1985 y 1990.
La sorpresa paralela a la resurrección de García es la pérdida
de apoyo de Alejandro Toledo, que aunque sigue siendo el más votado
ha perdido parte del respaldo que tuvo en los últimos meses. Los
escándalos de una supuesta paternidad no reconocida, un aparente
consumo de cocaína y la debilidad de su defensa, una imagen de
inconstancia y falta de claridad en sus propuestas, y algunos exabruptos
de su esposa lo han afectado. Defectos que debería corregir para
la segunda vuelta. En suma, a pesar de su bajón electoral Toledo
sigue siendo el favorito para llegar a la presidencia. Es mucho menos
favorito de lo que era hace dos días.
COMO
SERA LA SEGUNDA VUELTA SEGUN EL ANALISTA POLITICO JUAN ABUGATAS
Hubo
un corrimiento a la izquierda
Por
C. N.
Desde Lima
En
diálogo con Página/12, el analista político y catedrático
de la Universidad de Lima Juan Abugatas analiza los resultados de las
elecciones del domingo y lo que podría ocurrir en la segunda vuelta
entre Alejandro Toledo y el ex presidente Alan García.
¿Cuál es el balance a futuro del resultado de las
elecciones?
En primer lugar ha sido un rechazo en todas sus dimensiones al fujimorismo,
tanto al sistema autoritario que había impuesto como a su gestión
económica. En segundo lugar, esto ha producido una especie de corrimiento
a la izquierda, porque si entendemos por derecha al neoliberalismo, ha
habido un alejamiento de ese modelo que ha beneficiado la candidatura
de Alan García. En tercer lugar, hay un mensaje muy claro de la
ciudadanía a la clase política diciéndole que no
quiere más un gobierno prepotente, que quiere políticas
de negociación, conciliación, búsqueda de consensos,
y por eso no le han dado el triunfo en primera vuelta a Toledo y no le
han dado mayoría a nadie en el Congreso.
¿Cómo se explica el boom de Alan García?
Si uno ve los resultados de la gestión de Fujimori, lo de
García se ha empequeñecido. La gente más joven conoce
el desastre fujimorista pero no conoce el desastre alanista. En parte
también se explica por esta reacción pendular de que, fracasado
un modelo, la gente tiende a volver al anterior. Otro factor es la buena
campaña de Alan García.
¿Cuáles han sido los principales aciertos de la campaña
de García?
Haber hecho una especie de acto de contrición, no muy convincente,
pero sí para la mayoría. Es quien ha puesto los temas de
campaña, frente a unos candidatos temerosos de tocar los puntos
de la política social y económica que afectan a la mayoría
de la población.
¿Qué cree que tenga más peso entre los votantes
de Lourdes Flores, el antitoledismo marcado de racismo o el antialanismo
originado en el gobierno de García?
Creo que el antialanismo. Creo que los factores racistas no van
a tener mayor peso. Toledo no debe preocuparse por ese voto, debería
preocuparse por los indecisos y por conservar sus propios votos.
¿Qué votos le puede quitar García a Toledo?
El voto popular, que es toledista no por la propuesta, sino por
el
reconocimiento de su gestión frente a la dictadura.
¿Qué tendría que hacer Toledo para poder ganar
la segunda vuelta?
Perfilar mejor su propuesta, mostrarse como alguien más confiable
para sacar al país de la crisis. En este campo tiene la ventaja
de no tener detrás de sí un gobierno catastrófico
como sí ocurre con García. Debería evitar entrar
en una individualización de la contienda, porque como candidato
Alan García es mejor. Finalmente, Toledo debería poner contra
la pared a García para que demuestre que realmente ha cambiado.
Entre Alan al que le tienen pánico y Toledo que no les gusta, muchos
votarían por éste.
¿Y cuáles deberían ser los puntos centrales
de la campaña de García para intentar una victoria?
Alan debería tratar de individualizar la contienda. Va a
tener que hacer frente a las críticas a su gobierno haciendo un
mea culpa más claro. En tercer lugar, conseguir un equipo, que
ahora no lo tiene. Sospecho que una de las sorpresas puede ser que aparezca
en escena Hernando de Soto al lado de García. Ese sería
un mensaje de que no va a ir por el lado del populismo. Las ideas de De
Soto se pueden presentar de manera compatible con las de Alan, como un
capitalismo popular.
¿Cuál sería el mayor error que podría
hacerle perder las elecciones a cualquiera de los dos candidatos?
Caer en la guerra sucia. Quien sea percibido como que provoca una
guerra sucia va a perder una gran cantidad de votos.
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