Por Adriana Meyer

“¡Sacame de acá, sacame de acá!”, repetía Emir Yoma a los gritos mientras zamarreaba a su ex cuñado Carlos Menem. La escena ocurrió ayer en la celda que ocupa Yoma en el Escuadrón Buenos Aires de la Gendarmería, acusado de haber liderado la asociación ilícita que vendió armas a Ecuador y Croacia. El ex presidente había anticipado que pasaría a visitarlo antes de viajar a los Estados Unidos y cumplió. Página/12 pudo saber que durante el encuentro el tono fue subiendo hasta que se escuchó el sonoro y enérgico pedido de ayuda para abandonar la cárcel. La solicitud estuvo acompañada por cierto tipo de violencia física. Algo aturdido, Menem sólo atinó a reconfortar a su ex asesor diciéndole que iba a hacer por él “todo lo posible”. El abogado Mariano Cúneo Libarona, defensor de Yoma, admitió que la reunión se produjo, aunque la calificó como “amigable” (ver nota aparte).
Antes del incidente, Menem y Yoma habían encontrado un punto de coincidencia para sus actuales pesares: criticar al juez Jorge Urso, que metió preso al último pero dice no tener pruebas contra el primero. Pero con el correr de los minutos la presión de Emir, de por sí propensa a subir, comenzó a elevarse. De pronto, el ex presidente quedó casi arrinconado entre el armario y la pared, envuelto por el sudor y el vozarrón de su ex cuñado que en forma violenta le exigió que lo sacara de la cárcel.
Quienes conocen al empresario de Nonogasta aseguran que es “calentón”, pero se controla según a quien tenga delante y no recuerdan ningún entredicho de este voltaje entre ambos. Los reproches que le formuló a Menem tenían el mismo sabor amargo de despecho que las quejas de Luis Sarlenga ante la Justicia. Con su confesión, el ex interventor de Fabricaciones Militares involucró a Emir en el caso de la venta de armas con tanta gravedad que terminó siendo vecino de celda suyo. Pero antes se lamentó de haber sido abandonado por sus “amigos riojanos” y ante los funcionarios judiciales que lo escuchaban en las últimas horas del viernes pidió que la prensa ya no lo llame “empresario menemista”. Todo indica que Emir empezó a recorrer un camino similar.
Ante el relato del incidente este diario recordó que Yoma jamás implicó a Menem en sus declaraciones ante la Justicia y si lo mencionó fue para tratar de exculparlo. La fuente, de estrecha relación con el caso, se limitó a especular que esa situación fue así “hasta ahora”, vislumbrando, con excesivo optimismo, el advenimiento de un nuevo y esencial arrepentido en el expediente. Yoma declaró dos veces ante Urso y aunque su ex secretaria Lourdes di Natale lo acusó hace dos años de haber cobrado una coima de 400 mil dólares por la maniobra, el juez necesitó la declaración de Sarlenga para avanzar contra él. Pero Emir Yoma no figura sólo en esta causa y es considerado como la llave de valiosos secretos. Su apellido aparece en la investigación por la mafia del oro y otros resonantes escándalos de la administración menemista. Los funcionarios judiciales acostumbrados a lidiar con esas pesquisas aseguraron en más de una ocasión a este diario que “Yoma parece haber estado en todas partes pero no lo pudimos atrapar en ninguna”.
Lejos de las tibias alfombras y la decoración recargada de su piso 33 de avenida Libertador, valuado en más de 1 millón y medio de dólares, ahora Emir tiene que barrer, lavar su ropa, hacerse la cama. El lunes había acudido a verlo a la sede de Gendarmería su sobrina Zulemita Menem. La hija del ex presidente acudió también ayer pero lo hizo fuera del horario, que termina a las 18.30, y no la dejaron pasar. La visita de Menem, en vez de llevarle alivio, lo hizo explotar.
Había llegado a su lugar de reclusión en la primeras horas del sábado 9. Las celdas, que ahora tienen rejas, son más cómodas, limpias y seguras que las de los presos comunes pero suficientemente cerradas como para hacerle sentir la falta de libertad. Originariamente eran habitaciones que ocupaban los gendarmes que debían cumplir sanciones disciplinarias. En unángulo hay un estante de cemento que sirve de asiento y de cama alternativamente. Y el único mueble es un armario.
Los detenidos desayunan, almuerzan y cenan en un comedor junto a los gendarmes, que preferirían dedicarse a otras tareas en lugar de estar cuidando ex funcionarios acusados de corrupción. La población carcelaria del Escuadrón es reducida. Los compañeros de Emir son el ex juez Hernán Bernasconi, el ex presidente del PAMI Víctor Alderete y su ex amigo Sarlenga. El otrora poderoso e influyente asesor presidencial, en funciones y en las sombras, nunca pensó pasar siquiera un día tras la rejas. Y el paso de los días lo está poniendo nervioso.

EL FISCAL DICE QUE MENEM Y CAVALLO NO PODRAN SER IMPUTADOS
Alivio para los padres del modelo

Por A. M.

Definitivamente, Carlos Menem y Domingo Cavallo no tienen nada que temer respecto de los nuevos acontecimientos en el caliente expediente de la venta de armas. El fiscal del caso, Carlos Stornelli, aseguró ayer que “no existe posibilidad de que el ex presidente y su ministro de Economía sean llamados a declarar como imputados”. Además, una alta fuente comentó a Página/12 que el juez Jorge Urso “siente que tiene que ser cauteloso porque Cavallo es el actual conductor de la economía y cualquier decisión que lo involucre podría tener repercusión, por ejemplo, en los mercados”. Hoy el magistrado interrogará al presidente del Banco Central (BCRA), Pedro Pou, sobre una supuesta demora en la entrega de informes sobre el blanqueo de dinero producido por la maniobra.
Urso quiere que el BCRA “conteste oficios que se cursaron a la entidad hace dos años solicitando información de movimientos en cuentas bancarias”. Según DyN, Pou deberá explicar la demora de la Gerencia de Requerimientos y Control de la entidad en analizar las cuentas abiertas por Fabricaciones Militares (FM), las de la firma Multicambio y todas las que pudieran registrar el prófugo traficante de armas Diego Palleros, las sociedades Hayton Trade, Debrol, Maderyl y Agromaquinarias Argentinas y el procesado coronel Edberto González de la Vega, entre otros. Las fuentes consultadas por esa agencia agregaron que el 14 de setiembre de 1999, el Banco Central recibió una orden del juez para individualizar las cuentas y movimientos de dinero de personas y empresas implicadas en la venta ilegal de armas a Ecuador y Croacia, pero aún no entregó la información requerida.
Sin embargo, fuentes del BCRA aseguraron a Página/12 que le entregaron al juzgado 16 informes en los que se analizaron 18 cuentas corrientes que tenía FM en distintos bancos entre 1991 y 1997, y que en mayo de 2000 los técnicos del Central le empezaron a pedir a Urso información sobre la agencia Multicambios y sobre la cuentas corresponsales que fueron aportados “paulatinamente y en forma incompleta”. De esto se dejó constancia en cada uno de los informes. Las fuentes comentaron que la Gerencia mencionada produce especial fastidio a Pou y estaba a cargo de la experta en lavado de dinero Alicia López. Y recordaron que la vinculación entre Elthan Trading y Daforel fue descubierta por el fiscal Miguel Angel Osorio en el marco de la causa por la mafia del oro. Ahora, el BCRA deberá concluir un informe sobre las transacciones realizadas entre Multicambio y el Banco Baires a través del MTB Bank de Nueva York que estaría terminado la semana próxima.
La declaración de Pou será a las 12, ya que antes, a las 11 de la mañana, deberá comparecer como testigo el sobrino de Emir Yoma, Muhammad Yalal Nacrach, ex presidente de Elthan Trading, constituida en Uruguay e involucrada en la causa. También declarará como testigo el síndico de esa empresa.
Urso solicitó ayer personalmente al ministro de Justicia Jorge de la Rúa su colaboración para lograr que Estados Unidos conteste los seis exhortos que envió su juzgado pidiendo informes acerca de quién es Daforel y otras sociedades involucradas. Se trata de un exhorto dirigido al Departamento de Estado solicitando el levantamiento del secreto bancario en las cuentas de Daforel del MTB Bank, por las cuales se presume que habría pasado el dinero de las coimas por la operación ilegal. En el mismo sentido, Urso tiene previsto visitar hoy al canciller Adalberto Rodríguez Giavarini para hacer la misma solicitud al jefe de la diplomacia.
“No, si yo considerase que existe esa posibilidad lo diría en el expediente”, dijo Stornelli al ser consultado sobre la posible citación como imputados de Menem y Cavallo. En ese sentido y en declaraciones a radio Continental, Stornelli recordó que el juez “ordenó la declaración en su momento de Cavallo y Menem y lo hicieron uno o dos veces como testigos no como imputados”.

LA EX SECRETARIA DE YOMA DICE QUE CUNEO LA ALERTO
“Tu jefe está en el tema armas”

Lourdes Di Natale, la ex secretaria privada de Emir Yoma, volvió a contar ayer que su antigua pareja, el abogado Mariano Cúneo Libarona, le confesó en 1995 que el empresario riojano estaba vinculado al contrabando de armas a Croacia y a Ecuador. En realidad, Di Natale no hizo más que repetir las denuncias que había hecho en setiembre de 1997, cuando además de recordar la revelación que le hizo el ahora abogado de Yoma, aseguró que fue el ex cuñado de Carlos Menem quien cobró 400 mil dólares del traficante Diego Palleros, para “agilizar” la venta ilegal de armas.
A pesar de que los dichos de Lourdes quedaron registrados en los tribunales en octubre de 1998, Yoma nunca había sido involucrado judicialmente hasta el sábado pasado, cuando quedó preso. Cúneo Libarona no sólo nunca fue citado como testigo sino que ahora defiende a Yoma.
“En el ‘95 yo convivía con Mariano por Coronel Díaz. Veníamos en un taxi y me dice: ‘¿Adiviná quién está en el tema de las armas?’. Tu jefe”, recordó Di Natale, quien también afirmó que Cúneo Libarona le dijo que Palleros había depositado 400 mil dólares en una casa de cambios, que después fueron girados al MTB Bank de Nueva York, a la famosa cuenta de la empresa fantasma Daforel, que se le atribuye a Yoma. La ex secretaria explicó que empezó a “atar cabos” y a encontrarle sentido a las llamadas que su ex jefe recibía del entonces interventor de Fabricaciones Militares, Luis Sarlenga, detenido por el escándalo y causante, con su declaración, del pedido de captura contra el riojano.
Cúneo Libarona y Di Natale no sólo compartían una relación sentimental: ambos habían trabajado para Emir Yoma. La ex secretaria precisó que, en el momento de esas revelaciones, “Cúneo ya no era más empleado de Emir Yoma, quien le había rescindido el contrato y por eso tenía mucha bronca y quería que yo dejara de trabajar”.
Di Natale ya había prendido el ventilador hace más de tres años, cuando dejó de trabajar con Yoma porque le adeudaba varios sueldos, pero durante todo este tiempo la causa caminó a paso de hormiga. Las andanadas de la mujer salpicaron a distintos personajes del menemismo: denunció que Cúneo sacó del país plata originada en un supuesto fraude al PAMI y vinculó a los ex ministros Roberto Dromi y José Luis Manzano con el cobro de sobornos relacionados con las privatizaciones.
Pero Di Natale tocó otro punto sensible cuando sugirió que la camarista Luisa Riva Aramayo había recibido una coima para absolver a Amira Yoma en el “Narcogate”. Mostró cartas donde la madre de Cúneo confirmaba que puso su casa de Santa Fe 1955 para un encuentro entre la jueza con Emir y con el abogado. El nombre de los Yoma volvió a aparecer ayer ligado a la camarista: Página/12 reveló que ella se reunió con el senador Carlos Corach, en la oficina del ex ministro, donde también estaba Cúneo.
Por su lado, Cúneo no se quedó quieto ante la reaparición de su ex pareja y señaló que “padece de una personalidad alterada y de una capacidad fabuladora”. Y remató “si Emir Yoma está preso por las declaraciones de Lourdes Di Natale y de Sarlenga, es una locura”.

�Un encuentro de amigo a amigo�, definió Cúneo

Por Irina Hauser

“Fue un encuentro de amigo a amigo”, dijo a Página/12 el defensor de Emir Yoma, Mariano Cúneo Libarona, sobre la visita que el ex presidente Carlos Menem le hizo a su ex cuñado preso. El abogado se reúne y habla por teléfono con su estilo frenético con cuanto personaje de la vieja tropa menemista existe. Al ex ministro del Interior Carlos Corach lo fue a ver el lunes, tal como reveló este diario. En el mismo momento estuvo en la oficina del senador la camarista federal Luisa Riva Aramayo, la misma que ayudó a exculpar a Amira Yoma en el Narcogate. El objetivo del encuentro, señaló Cúneo Libarona “no lo voy a revelar”. Pero admitió que hablaron de la “estrategia” judicial para defender al ex asesor presidencial. Y, seguramente, para dejar a salvo también a Menem, a quien asesoró en una causa conexa sobre venta de armas. El letrado dice que su ex mujer Lourdes di Natale (ex secretaria de Yoma) es una “fabuladora” y el ex director de Fabricaciones Militares, Luis Sarlenga, es un “delirante”. Ambos testimonios dieron pistas claves sobre el tráfico de armamento.
Cúneo Libarona acusó al juez Jorge Urso de actuar con “falta de pruebas”. Ayer le pidió que interrogara al ex embajador James Cheek, al ex ministro de Defensa Oscar Camilión y al ex canciller Guido Di Tella. “El juez realmente no tiene autogobierno”, dijo en declaraciones radiales. “Emir Yoma con relación a Urso siente una enorme injusticia”, añadió. “Y vuelvo al término de quedar perplejo frente a la falta de consistencia de la causa y la acusación”, despotricó. En diálogo con este diario, insistió con el argumento de que el cuñado de Menem no puede ser culpado de liderar una asociación ilícita porque “jamás pudo tener poder de decisión para manejar a los ministros, al Presidente, al director de Fabricaciones Militares, a contrabandistas de armas, a bancos”.
–¿Cuál fue el objetivo de su encuentro con el senador Corach y la camarista Luisa Riva Aramayo?
–No lo voy a revelar. Pero a Riva Aramayo le juro por Dios que no la vi. A Corach tuve que ir a explicarle jurídicamente la estrategia que estábamos llevando a cabo. Al margen de que es cierto, como dijo él, que tenemos temas en común.
–Sabemos que Carlos Menem fue a visitar a Yoma a la cárcel, y que discutieron.
–No discutieron. Fue un encuentro de amigo a amigo.
–¿Pero en qué consistió?
–Menem fue a darle apoyo, se conocen hace mil años.
–¿Menem acaso no está preocupado por su propia situación?
–Todas las veces que hablé con él dijo que acá hay que privilegiar al detenido. Esa es la respuesta de él.
–Su ex mujer, Lourdes Di Natale, volvió a decir que en el año 1995 cuando ella era secretaria de Emir Yoma, usted le aseguró que él estaba vinculado con el contrabando de armas. ¿Es así?
–Debe hacer fácilmente nueve años que no tengo contacto con ella. Yo dejé de verla en el año ‘92. ¿Qué quiere que le muestre, el peritaje que dice que ella es fabuladora? ¿Las querellas por extorsión? ¿El procesamiento que le pidieron por esto?
–Ella ratificó también que había dicho que los 400 mil dólares (depositados en una cuenta del Banco MTB de New York) eran para Yoma.
–Está bien, ¿a quién le va a creer? Yo le puedo llevar siete u ocho que digan mañana algo así.
–¿Entonces esos 400 mil dólares eran para Yoma?
–Yo soy abogado, eso no se lo voy a informar.
–La cuenta en que se depositó ese dinero pertenecía a Daforel. ¿Esa empresa no era de Yoma?
–Usted está loca.
–El abogado Ricardo Monner Sans dice que Luis Sarlenga contó todo porque se quebró. ¿Usted cree que es así?
–Yo creo que Sarlenga es un delirante.
–¿Pero por qué dio tantos detalles?
–No sé, no tengo contacto con Sarlenga. Para mí es un delirante y lo llevaron a declarar de esta manera.
–¿Por qué no pidió la excarcelación?
–Porque es inoportuna, explicarlo serían tres bolillas de la facultad. Yo apuesto a que con pruebas salga a la luz esto, a que aparezca un poquito de sentido común y a que al menos se modifique la carátula.
–¿Cuál es, en suma, la versión de Yoma sobre la venta de armas?
–El jamás pudo tener poder de decisión para manejar a los ministros, al Presidente, al director de Fabricaciones Militares, a contrabandistas de armas, a bancos.
–Eso no descartaría, entonces, la responsabilidad del ex presidente Menem y del ministro de Economía Domingo Cavallo.
–Eso es un análisis suyo. Nunca pudo haber tenido poder de decisión si no era funcionario público. Así que bueno, con esto ya es bastante.

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