Por Claudio Zlotnik
El reto de Domingo Cavallo no
amilanó a los bancos, y al ministro no le quedó otra alternativa
que pagar tasas ruinosas para la economía, como él
mismo definió dos semanas atrás. Ayer, en la colocación
de 700 millones de dólares en Letras del Tesoro, Economía
pagó 10,35 por ciento anual para la emisión a 88 días
de plazo. Y el 11,9 por ciento a seis meses. En este último caso,
el costo resultó superior a lo esperado por el mercado. Las acciones,
que hasta el momento antes de la licitación subían 1,5 por
ciento en promedio, terminaron con un resultado neutro perdiéndose
el rally alcista en los recintos de la región.
A pesar de que el riesgo país continuó bajando y ya se sitúa
en los niveles que mostraba hace un mes, antes de que Ricardo López
Murphy presentara la renuncia cerró en 831 puntos, 31 por
debajo de anteayer, los bancos le cobraron más caro a Cavallo
por prestarle dinero. A mediados de marzo, también por una colocación
a seis meses, la tasa fue del 8,88 por ciento. Tres puntos menos que la
abonada ahora. A pesar del alto costo que debe enfrentar el Estado para
refinanciar pasivos, Daniel Marx, secretario de Finanzas, dijo que está
mejorando la percepción del mercado.
¿Por qué si el riesgo país se encuentra en el mismo
nivel que en aquel momento, la tasa de interés fue más alta?
En los bancos aducen que, a pesar de la tranquilidad financiera de los
últimos días, aún no se despejó el horizonte.
Y que tras el lanzamiento del Bono Patriótico, Cavallo puede asegurar
los vencimientos de deuda de los próximos tres meses pero nada
está dicho sobre lo que pueda ocurrir dentro de un semestre. Como
máximo, y siempre que se cumplan con los pronósticos de
recaudación del nuevo impuesto a las transacciones bancarias, el
ministro podrá abstenerse de endeudarse en los mercados internacionales.
Pero tendrá que seguir buscando plata entre los bancos locales
y las AFJP para cubrir las necesidades de financiamiento para este año.
Dada esta circunstancia, Cavallo logró una tasa más baja
para la emisión a tres meses. Contra el 11 por ciento anual pagado
hace dos semanas, ahora ese costo cayó leve, al 10,35 por ciento.
A diferencia de aquella oportunidad, esta vez la Secretaría de
Finanzas se abstuvo de negociar la tasa previamente con los bancos y se
limitó a convalidar las ofertas en la licitación abierta.
Existe otro elemento que explica el hecho de que el costo del crédito
público no haya bajado, y tiene que ver con que las entidades financieras
prevén que los bonos de largo plazo subirán fuerte en el
corto plazo y están destinando sus fondos a invertir en esos activos.
Hoy se conocerá la nómina de bancos que adquirieron el Bono
Patriótico por 2000 millones de dólares, y en los próximos
días se cerrarán las suscripciones de un segundo título,
por 1000 millones, del cual participarán bancos y empresas, y del
fideicomiso financiero por otros 500 millones que se distribuirán
entre las AFJP.
Pero mientras el Estado se endeudó a tasas de crisis, el costo
del dinero continuó su tendencia bajista. La tasa interbancaria
que sirve de referencia para el resto del sistema se pactó
al 8 por ciento anual en pesos y del 6,5 por ciento en dólares,
muy lejos del 50 por ciento que se operaba hace 15 días.
También se están desinflando las tasas que rinden los depósitos.
El promedio para los plazos fijos en pesos de 30 a 59 días cayó
del 20 al 10,8 por ciento anual en la última semana, y se aguarda
una baja adicional para los próximos días. A su vez, el
Central redujo del 18 al 16,2 por ciento la tasa de referencia para este
tipo de colocaciones. En tanto, para los depósitos en dólares,
la merma en el rendimiento resultó del 8,9 al 7,9 por ciento. De
a poco, la city se va normalizando.
Al final, la Bolsa
se pinchó
La rueda iba bien hasta que se conoció el resultado de
la licitación de Letes. Hasta ese momento, a media tarde,
las acciones subían 1,5 por ciento en promedio, acompañando
la fuerte mejora en Wall Street. Pero el alto costo pagado por Economía
para refinanciar deuda opacó ese buen momento: el índice
MerVal finalizó neutro, a pesar de que el Dow Jones avanzó
2,6 por ciento, el Nasdaq, el 6,1, y San Pablo ganó el 2,2
por ciento. Diferente fue el panorama para los títulos públicos.
Continuando con la racha positiva después de la concreción
del Bono Patriótico, los Globales subieron 1,5 por ciento
en promedio y el Brady FRB mejoró 0,5 por ciento. Este avance,
sumado al hecho de una baja de los bonos del Tesoro estadounidense,
propició una nueva caída del riesgo país, que
se ubicó en 831 puntos (implica una sobretasa del 8,3 por
ciento). En acciones, hubo operaciones por 24,5 millones de pesos,
el doble de lo que se venía transando en el último
mes. Sin embargo, en la city no creen que este repunte se deba al
ingreso de capitales desde el exterior. A pesar de que los papeles
empresarios muestran valores de remate, los financistas están
más atentos a lo que acontece en Wall Street. En medio de
la volatilidad en el principal mercado del mundo, los inversores
prefieren refugiarse en los activos más seguros, dejando
de lado los mercados emergentes, como el argentino.
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AUMENTO
EN MARZO LA CANTIDAD DE EMPRESAS FALLIDAS
Quiebras al compás del riesgo
La eyección de Ricardo
López Murphy y el ingreso de Domingo Cavallo, que marcó
el punto más alto de la crisis, se vio reflejado en los indicadores
de riesgo crediticio. En marzo, los concursos y quiebras empresarias pegaron
un salto respecto del mes anterior, a pesar de que estacionalmente en
marzo suelen disminuir por el reinicio de la actividad económica
tras las vacaciones. En total, los concursos abiertos fueron 151, un 21
por ciento más que en febrero. Asimismo, las quiebras sumaron 112,
un 5,6 por ciento superiores a las del mes anterior. Ese comportamiento
quebró la tendencia declinante del primer bimestre del año.
La quiebra más significativa fue la del Banco Mayo, finalmente
decretada tras su caída hace dos años. Dejó una deuda
de 157,7 millones de pesos, una de las mayores de la historia judicial
comercial argentina. Por monto, después le siguieron las de Cristal
Aguas y Bebidas (174 mil pesos), la concesionaria Laprida (174 mil), el
frigorífico Nutral Co (150 mil), el comercio de ramos generales
Farmados (146 mil), la casa de artículos de iluminación
Evina (142 mil) y la organizadora de eventos Sold Out (125 mil).
El informe presentado por la Central de Riesgo Experían también
puntualiza que entre los concursos abiertos los más significativos
fueron los siguientes: constructora Curi Hermanos (12,3 millones de pesos),
Asociación Mutual Transportistas (4,2 millones), Asociación
Mutal Círculo del Poder Judicial de la Nación (4,2 millones),
la trasportadora Pascual Bruni (3,5 millones), el empresario papelero
Daniel Camiglia (2,4 millones), el productor de pañales descartables
Amie (1,6 millones) y la constructora Inei (1,4 millones).
Sin embargo, las demandas judiciales, que componen uno de los principales
indicadores de la cadena de pagos, registraron en marzo una mejora del
24 por ciento en relación con el mes anterior. En total, se contabilizaron
10.680 demandas, frente a las 14.058 de febrero. A su vez, resultaron
inferiores a las 12.708 de marzo de 2000. De esta manera en el primer
trimestre hubo 3 por ciento menos de demandas respecto del mismo período
del año pasado.
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