Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira
KIOSCO12


MÁS DE 170 MIL PADRES RESPONDIERON A LA CONVOCATORIA
La escuela llena de grandes

La elevada participación
de los padres en el encuentro organizado por el gobierno porteño entusiasmó a las autoridades. Muchos salieron satisfechos con el encuentro, otros consideraron que no fue distinto de las reuniones habituales. Los consejos para la familia.

Por Eduardo Videla

Más de 170 mil padres de alumnos de nivel primario se movilizaron ayer hasta las escuelas porteñas en respuesta a la convocatoria de la Secretaría de Educación. “Estamos asombrados por la respuesta. Fue un verdadero movimiento social en defensa de la educación”, destacó a Página/12 el titular de la cartera educativa de la ciudad, Daniel Filmus. El funcionario adelantó que la experiencia se repetirá a fin de este ciclo y el año próximo. Muchos padres se mostraron satisfechos con el encuentro. Otros, en cambio, consideraron que no fue una propuesta distinta a las habituales reuniones de padres. Docentes y directivos también apoyaron la movida, aunque cuestionaron algunas de las sugerencias realizadas a los padres a trevés de un folleto.
“Esta actividad tiene como objetivo acercar a la familia a la escuela, ya que con el ritmo que a veces lleva la sociedad moderna muchos delegan el compromiso de la educación sólo en la escuela”, afirmó el jefe de Gobierno, Aníbal Ibarra, tras participar en el acto inaugural de la jornada, junto con Filmus, en la Escuela Marcelo T. de Alvear, en Caballito.
Según los datos que manejaba anoche el secretario de Educación, respondió a la convocatoria el 65 por ciento de los padres, sobre un total de 270.000 alumnos que cursan la escuela primaria en la ciudad. “La respuesta fue mayor en los establecimientos públicos, porque algunas privadas ya habían hecho la reunión con anterioridad”, explicó Filmus. La asistencia de padres fue mayor en el turno mañana (75 por ciento) que en el de la tarde (60 por ciento). De acuerdo con los datos sumnistrados por la encuestadora Mori, asistieron en promedio 17 padres por curso.
La convocatoria, inédita en su modalidad, tuvo cuatro objetivos:
Que los directivos de la escuela presenten a los padres los lineamientos del proyecto educativo de la institución;
Que cada maestro exponga los objetivos de su curso;
Abrir un debate a partir de una serie de sugerencias, expresadas a través de un folleto, para que los padres acompañen a sus hijos en el proceso educativo;
Buscar mecanismos para incrementar la participación de los padres en la escuela.
Estos lineamientos se aplicaron de acuerdo con el criterio de cada escuela. En la Nº 7 “Niñas de Ayohuma”, de Parque Chacabuco, sólo hubo un encuentro entre todos los padres y la dirección. “No tenemos suficiente personal para contener a 500 chicos mientras los maestros se reúnen con los padres”, explicó a este diario Lidia Gennari, vicedirectora de la escuela. A ese establecimiento, sobre un total de 490 alumnos del turno mañana, asistieron 220 padres.
En la Escuela 16, del barrio de Once, célebre en su momento como la “escuela shopping”, sobre 350 niños que asisten en doble jornada, concurrieron 150 familiares. “Más que madres o padres, vinieron hermanos mayores, abuelos, o vecinos. Hay que tener en cuenta que los papás de muchos de los chicos son vendedores ambulantes en Once y están trabajando”, explicó la directora de la escuela, Irma Castiñeira.
“Esto no es nuevo para nosotros: los directivos sabemos que necesitamos el apoyo de la familia. El problema es que muchos chicos llegan a su casa y los padres no están, porque trabajan todo el día”, dijo la directora. El 20 por ciento de sus alumnos vive en hoteles de la zona y otro tanto, viene desde el Oeste del Gran Buenos Aires.
En la Escuela Normal 3, de Bolívar y San Juan (San Telmo), concurrió “el 70 por ciento de padres sobre un total de 470 alumnos”, según la estimación de la directora, Nélida Blanc. “Con esta reunión, se sistematizó lo que ya veníamos haciendo, con la ventaja de que los padres pudieron justificar su ausencia en el trabajo, al menos los que tienen empleo en relación de dependencia”, destacó Mariel Giordano, docente de 7º grado. En la Escuela 21, de Perú al 900, un grupo de madres del turno tarde estaba entusiasmado con la reunión. “Sirvió para que nos enteremos de que a la única profesora de computación que tiene la escuela la van a trasladar”, destacó Silvia Arredondo, con hijos en 1º, 4º, 5º y 7º.
Los contenidos de las sugerencias despertaron alguna polémica, en especial, aquella que habla sobre la conveniencia de que “los chicos tengan un lugar destinado de la casa donde realizar las tareas”.
“Tenemos chicos de vienen de la Villa 1.11.14, que hacen la tarea en la cama, si es que tiene cama”, dijo Eva Foppoli, supervisora del Distrito Escolar 8. “Es impensable hablar aquí de este tema, donde mucho chicos viven en el ex Padelai”, agregó la directora de la escuela de San Telmo.
“Aquí hay chicos del turno tarde que vienen a la escuela a la mañana a hacer la tarea, porque en su casa están solos y no tienen material. Vienen con el sandwich y almuerzan acá. ¿Qué podemos decirles a esos padres?”, se preguntó la vice del “Niñas de Ayohuma”.
Filmus, por el contrario, sostiene que el mensaje excede a la clase media. Y rescata el párrafo donde se dice que si el chico “no tiene una pieza propia, se arregle algún sitio para hacer la tarea que, en lo posible, sea siempre el mismo”. “Esto se incluyó justamente a pedido de los directores de las zonas más desfavorecidas, donde los chicos, dicen, no hacen la tarea porque no tienen lugar”, argumentó el funcionario. “El objetivo es que el chico se organice –agregó– para generar una rutina.”

 

Consejos para la familia

Ayude a su hijo a ser puntual en la entrada a la escuela.
Si puede, mire los cuadernos y carpetas con su hijos y comente con él los trabajos.
Ayúdelo a ver si tiene tarea pendiente y pídale que termine lo que no completó en la escuela.
Es conveniente que los chicos tengan un lugar de la casa destinado a realizar las tareas. Si no tiene pieza propia, en lo posible, arregle algún sitio en los que estén los materiales que necesita. Es importante que este lugar sea siempre el mismo.
Cada vez que pueda, cuéntele un cuento. Si no tiene libros o no puede leerlos invente un relato o cuéntele una historia de la familia.
Mire con su hijo el diario o una revista de actualidad al menos una vez por semana. Comente alguna noticia.
Es recomendable acordar con su hijo qué programas de televisión ver, cuáles no y cuanto tiempo por día puede ver tele. Cuando pueda, mire junto con él los programas para comentarlos y ayudarlo a elegir.
Al menos una vez por mes llévelo a ver un espectáculo (cine, teatro, música).

 

�Es bueno enseñar a ver televisión�

“Los responsables de la TV no se hacen cargo de los contenidos que reciben los chicos. Por eso, es bueno que la escuela les enseñe a los chicos a ver la televisión, a no ser manipulados por la imagen”, dice Juan Carlos Tedesco, director del Instituto Internacional de Planificación de la Educación de la Unesco, uno de los especialistas que asesoró al gobierno porteño en los contenidos de la convocatoria a los padres.
–¿Qué análisis hace del resultado de esta convocatoria masiva?
–Lo masivo es más bien la propuesta. Pero el trabajo tiene que tener características personalizadas, acordes con las características de cada escuela, de cada sector. No tendría el menor sentido hacer algo masivo si lo que se quiere es asociar a los padres al trabajo en la escuela.
–¿Cuál es su diagnóstico sobre la participación de los padres en la escuela?
–Todos los diagnósticos coinciden en que el grado de participación es bajo. La escuela tradicional, en especial la escuela pública, no ha sido un ámbito que convoque a los padres. Muchas veces es por el temor de los docentes a perder autoridad. Esta propuesta es importante para establecer un nuevo vínculo entre familia y escuela.
–El contexto social a veces no contribuye a que los padres dediquen tiempo a mirar los cuadernos y compartir la tarea, como sugiere el folleto...
–Se trata de encontrar las fórmulas para cada contexto social. No se les puede pedir lo mismo a todos. Es cierto que cuando trabajan los dos padres y el chico está solo, esto no será posible. Pero es importante buscar estrategias adecuadas para los sectores más desfavorecidos.
–En esos casos también es difícil limitar las horas de televisión, como se sugiere en el folleto.
–Por eso, también es bueno que la escuela les enseñe a los chicos a ver televisión, a no ser manipulados por la imagen. Hay chicos que están frente a la TV solos, sin la presencia de alguien que los oriente. Los responsables de la TV no se hacen cargo de los contenidos que reciben los chicos.
–¿Qué aspectos deben cambiar del lado de la escuela?
–La escuela no sólo debe informar sus lineamientos pedagógicos, su oferta, sino también saber escuchar a la familia, es decir, la demanda.

 

PRINCIPAL