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Ante el desafío económico, Alan
García es el mejor orador peruano

En un debate con el Cholo Toledo, García triunfaría. Para ganar a los inversores, el ex presidente necesita más, y pronto.

Caída: La Bolsa de Lima sufrió la mayor caída del año el lunes, ante la constatación de que el socialdemócrata Alan García llegó al ballottage.

La gran sorpresa de las
elecciones peruanas, Alan García.
El ex presidente (1985-90) debe tranquilizar
a los mercados.

Por Francesc Relea *
Desde Lima

El meteórico ascenso del ex presidente Alan García, que tras dos meses de campaña obtuvo el segundo lugar en las elecciones peruanas del domingo, augura una reñida segunda vuelta contra el economista Alejandro Toledo, candidato de Perú Posible y vencedor de la primera ronda. Escrutado el 92,25 por ciento de los votos se ratificaron ayer las posiciones de Toledo, como ganador de las elecciones del 8 de abril con el 36,56 por ciento, y de García, como el candidato que le disputará la presidencia de Perú con un 26,1. La abogada Lourdes Flores, de Unidad Nacional, con el 23,6 por ciento, quedó finalmente desbancada después de ir en segundo lugar en los sondeos de la mayor parte de la campaña.
El fujimorismo, que controló el país durante diez años, ha quedado restringido a un fenómeno residual con escasa representación parlamentaria. Incluso la derrota de Flores se puede considerar como un efecto del antifujimorismo, pues durante la recta final de la campaña los medios afines a Toledo lograron generar la sensación en el electorado de que ella era la candidata de los empresarios y del continuismo económico.
Los mercados ya dieron el lunes la primera señal de inquietud por el inesperado avance de García. La Bolsa de Lima sufrió la mayor caída del año (casi un 2,5 por ciento), aunque después se recuperó y bajó un 0,43 por ciento, y los bonos Brady –títulos de la deuda externa que miden el riesgo-país– perdieron un 1,75 por ciento de su valor. Y la tendencia bajista ya había comenzado el viernes cuando las últimas encuestas publicadas por los medios de comunicación indicaban que García tenía grandes posibilidades de estar en la segunda vuelta.
Sigue, pues, muy presente en la memoria de Perú el recuerdo del último tramo del mandato de García, a finales de los años ochenta, y su enfrentamiento con la comunidad financiera internacional por el pago de la deuda externa, lo que llevó al país a la quiebra y al aislamiento político. Algunos economistas sostienen que el panorama que se abre con el resultado de la primera vuelta es de auténtica pesadilla para los inversores, porque se trata de elegir entre el populismo de un candidato que promete lo imposible (Toledo) y el de un candidato con el terrible lastre de su pasado. La realidad, probablemente, es menos alarmante, ya que la inversión extranjera hace meses que está estancada en Perú, desde la grave crisis política que desencadenó la caída del régimen de Alberto Fujimori y de su superasesor Vladimiro Montesinos, ambos huidos de la Justicia (uno exiliado en Japón y el otro en paradero desconocido). En cuanto a la inversión local, el principal movimiento que se ha detectado en el mismo período no es el positivo, sólo se mueven los capitales hacia el exterior.
El analista Alfredo Barnechea estima que todo político tiene dos clientelas simultáneas que atender. “Una visible, que es el electorado, y otra muy minoritaria, constituida por unos pocos miles de personas que son las que manejan los grandes fondos internacionales de inversión. La primera vota cada cinco años, pero la segunda vota todos los días y lo puede hacer cada segundo con un teclado, moviendo capitales de un lugar a otro”. En otras palabras, la libertad de acción en el terreno económico será muy limitada tanto para un gobierno presidido por Toledo como uno presidido por García.
El mayor lastre del ex presidente es el pasado, cuyos errores ha reconocido públicamente, pero sobre el que se han cebado de manera constante sus adversarios. Ante la segunda vuelta llega la hora de la verdad. García se verá obligado a concretar la promesa de que si gana no gobernará sólo con su partido, sino con los peruanos más capaces. Muchos le reclaman nombres y apellidos. El primer golpe de efecto podría darlo en los próximos días con un ofrecimiento a Hernando de Soto para dirigir su eventual equipo económico. De Soto es un economista de prestigio, que dirige el Instituto Libertad y Democracia (ILD), autor del libro El misterio del capital y que trabajó como asesor de Fujimori en los primeros tres años de su mandato. En los comienzos de su campaña, García y De Soto compartieron un debate en torno del libro de este último.
“Los nombres propios son importantes para convencer a la élite que controla los teclados desde los que se mueven los capitales y los medios de comunicación”, señala Barnechea. Para ganar votos, García necesitará erosionar el electorado de Toledo, capturar a parte de las clases medias, que en la primera vuelta votaron por Lourdes Flores, y atraer el voto del sur andino y de los suburbios de Lima, que es donde la elección está en juego.
Toledo, que el domingo por la noche acudió a saludar a su rival en el cuartel general de la Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA), ha dicho estar dispuesto a debatir en público con García. Un debate serio y sobre propuestas entre los dos candidatos tiene para los observadores un solo beneficiario: el mejor orador de América latina, llamado Alan García.
La principal incógnita radical es el techo de García. Su crecimiento en las encuestas desde su regreso a Perú ha sido constante. Los analistas no saben si este fenómeno se mantendrá en los próximos días. La respuesta, en las urnas.

* De El País de Madrid. Especial para Página/12.

 


 

EL INTERROGATORIO SERIA POSIBLE
Pinocho fichable

”Las condiciones intelectuales, cognitivas, mentales y especialmente anímicas de Augusto Pinochet permiten que sea fichado e interrogado como encubridor de los crímenes de la Caravana de la Muerte”. Así sostiene en un informe el neurólogo y psiquiatra Pedro Fornazzari, que como perito por los querellantes participó en los exámenes médicos realizados al ex dictador chileno en enero pasado por orden del juez Juan Guzmán.
En una carta enviada a los abogados querellantes de Pinochet, Fornazzari, uno de los médicos chilenos más prestigiosos –es director clínico del programa de neuropsiquiatría de la Universidad de Toronto– refuta que tomar las huellas dactilares y fotos de frente y perfil al ex dictador para su ficha, como ordenó la Corte de Apelaciones, pueda ocasionarle un “trauma y stress psíquico”, según sostiene su defensa.
Durante el segundo día de los exámenes, ayudado con un bastón y muy seguro de sí mismo, Pinochet comentó “mi parecido al sociólogo español Joan Garcés”, ex asesor del presidente Salvador Allende, cuenta Fornazzari. Con sorna, Pinochet agregó: “Y usted que es tan neurólogo y psiquiatra, contácteme después si necesita más explicaciones”.
Se aproxima la batalla que dará la defensa con su recurso para sobreseer el caso por razones de salud. La Corte de Apelaciones designó al fiscal Raúl Rocha para emitir un informe a los jueces, el cual se prevé favorecerá a Pinochet, aunque no es vinculante. El lunes Pinochet fue a examinarse durante 45 minutos al Hospital Militar por una descompensación vascular y la semana pasada acudió de compras al centro comercial Alto Las Condes. Algunos compararon esta salida de compras del ex dictador con los pasos que caminó levantándose de su silla de ruedas cuando en marzo del 2000 regresó al país después de sus 503 días de arresto en Londres.

 

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