Por Francesc Relea
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Desde Lima
El meteórico ascenso
del ex presidente Alan García, que tras dos meses de campaña
obtuvo el segundo lugar en las elecciones peruanas del domingo, augura
una reñida segunda vuelta contra el economista Alejandro Toledo,
candidato de Perú Posible y vencedor de la primera ronda. Escrutado
el 92,25 por ciento de los votos se ratificaron ayer las posiciones de
Toledo, como ganador de las elecciones del 8 de abril con el 36,56 por
ciento, y de García, como el candidato que le disputará
la presidencia de Perú con un 26,1. La abogada Lourdes Flores,
de Unidad Nacional, con el 23,6 por ciento, quedó finalmente desbancada
después de ir en segundo lugar en los sondeos de la mayor parte
de la campaña.
El fujimorismo, que controló el país durante diez años,
ha quedado restringido a un fenómeno residual con escasa representación
parlamentaria. Incluso la derrota de Flores se puede considerar como un
efecto del antifujimorismo, pues durante la recta final de la campaña
los medios afines a Toledo lograron generar la sensación en el
electorado de que ella era la candidata de los empresarios y del continuismo
económico.
Los mercados ya dieron el lunes la primera señal de inquietud por
el inesperado avance de García. La Bolsa de Lima sufrió
la mayor caída del año (casi un 2,5 por ciento), aunque
después se recuperó y bajó un 0,43 por ciento, y
los bonos Brady títulos de la deuda externa que miden el
riesgo-país perdieron un 1,75 por ciento de su valor. Y la
tendencia bajista ya había comenzado el viernes cuando las últimas
encuestas publicadas por los medios de comunicación indicaban que
García tenía grandes posibilidades de estar en la segunda
vuelta.
Sigue, pues, muy presente en la memoria de Perú el recuerdo del
último tramo del mandato de García, a finales de los años
ochenta, y su enfrentamiento con la comunidad financiera internacional
por el pago de la deuda externa, lo que llevó al país a
la quiebra y al aislamiento político. Algunos economistas sostienen
que el panorama que se abre con el resultado de la primera vuelta es de
auténtica pesadilla para los inversores, porque se trata de elegir
entre el populismo de un candidato que promete lo imposible (Toledo) y
el de un candidato con el terrible lastre de su pasado. La realidad, probablemente,
es menos alarmante, ya que la inversión extranjera hace meses que
está estancada en Perú, desde la grave crisis política
que desencadenó la caída del régimen de Alberto Fujimori
y de su superasesor Vladimiro Montesinos, ambos huidos de la Justicia
(uno exiliado en Japón y el otro en paradero desconocido). En cuanto
a la inversión local, el principal movimiento que se ha detectado
en el mismo período no es el positivo, sólo se mueven los
capitales hacia el exterior.
El analista Alfredo Barnechea estima que todo político tiene dos
clientelas simultáneas que atender. Una visible, que es el
electorado, y otra muy minoritaria, constituida por unos pocos miles de
personas que son las que manejan los grandes fondos internacionales de
inversión. La primera vota cada cinco años, pero la segunda
vota todos los días y lo puede hacer cada segundo con un teclado,
moviendo capitales de un lugar a otro. En otras palabras, la libertad
de acción en el terreno económico será muy limitada
tanto para un gobierno presidido por Toledo como uno presidido por García.
El mayor lastre del ex presidente es el pasado, cuyos errores ha reconocido
públicamente, pero sobre el que se han cebado de manera constante
sus adversarios. Ante la segunda vuelta llega la hora de la verdad. García
se verá obligado a concretar la promesa de que si gana no gobernará
sólo con su partido, sino con los peruanos más capaces.
Muchos le reclaman nombres y apellidos. El primer golpe de efecto podría
darlo en los próximos días con un ofrecimiento a Hernando
de Soto para dirigir su eventual equipo económico. De Soto es un
economista de prestigio, que dirige el Instituto Libertad y Democracia
(ILD), autor del libro El misterio del capital y que trabajó como
asesor de Fujimori en los primeros tres años de su mandato. En
los comienzos de su campaña, García y De Soto compartieron
un debate en torno del libro de este último.
Los nombres propios son importantes para convencer a la élite
que controla los teclados desde los que se mueven los capitales y los
medios de comunicación, señala Barnechea. Para ganar
votos, García necesitará erosionar el electorado de Toledo,
capturar a parte de las clases medias, que en la primera vuelta votaron
por Lourdes Flores, y atraer el voto del sur andino y de los suburbios
de Lima, que es donde la elección está en juego.
Toledo, que el domingo por la noche acudió a saludar a su rival
en el cuartel general de la Alianza Popular Revolucionaria Americana (APRA),
ha dicho estar dispuesto a debatir en público con García.
Un debate serio y sobre propuestas entre los dos candidatos tiene para
los observadores un solo beneficiario: el mejor orador de América
latina, llamado Alan García.
La principal incógnita radical es el techo de García. Su
crecimiento en las encuestas desde su regreso a Perú ha sido constante.
Los analistas no saben si este fenómeno se mantendrá en
los próximos días. La respuesta, en las urnas.
* De El País de Madrid. Especial para Página/12.
EL
INTERROGATORIO SERIA POSIBLE
Pinocho fichable
Las condiciones intelectuales,
cognitivas, mentales y especialmente anímicas de Augusto Pinochet
permiten que sea fichado e interrogado como encubridor de los crímenes
de la Caravana de la Muerte. Así sostiene en un informe el
neurólogo y psiquiatra Pedro Fornazzari, que como perito por los
querellantes participó en los exámenes médicos realizados
al ex dictador chileno en enero pasado por orden del juez Juan Guzmán.
En una carta enviada a los abogados querellantes de Pinochet, Fornazzari,
uno de los médicos chilenos más prestigiosos es director
clínico del programa de neuropsiquiatría de la Universidad
de Toronto refuta que tomar las huellas dactilares y fotos de frente
y perfil al ex dictador para su ficha, como ordenó la Corte de
Apelaciones, pueda ocasionarle un trauma y stress psíquico,
según sostiene su defensa.
Durante el segundo día de los exámenes, ayudado con un bastón
y muy seguro de sí mismo, Pinochet comentó mi parecido
al sociólogo español Joan Garcés, ex asesor
del presidente Salvador Allende, cuenta Fornazzari. Con sorna, Pinochet
agregó: Y usted que es tan neurólogo y psiquiatra,
contácteme después si necesita más explicaciones.
Se aproxima la batalla que dará la defensa con su recurso para
sobreseer el caso por razones de salud. La Corte de Apelaciones designó
al fiscal Raúl Rocha para emitir un informe a los jueces, el cual
se prevé favorecerá a Pinochet, aunque no es vinculante.
El lunes Pinochet fue a examinarse durante 45 minutos al Hospital Militar
por una descompensación vascular y la semana pasada acudió
de compras al centro comercial Alto Las Condes. Algunos compararon esta
salida de compras del ex dictador con los pasos que caminó levantándose
de su silla de ruedas cuando en marzo del 2000 regresó al país
después de sus 503 días de arresto en Londres.
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