El actor estadounidense Kevin Costner estuvo reunido durante siete horas
con el líder cubano Fidel Castro, al que le mostró en privado
su más reciente film, Trece días. que trata sobre la crisis
de misiles de 1962. La presencia de Costner en La Habana revolucionó
la vida política cubana y tuvo una fuerte repercusión en
Estados Unidos. La película que ambos vieron en privado, antes
de su pasada en público, aborda la crisis que en 1962 enfrentó
al presidente John Fitzgerald Kennedy con Nikita Kruschev al descubrirse
que los soviéticos habían instalado en Cuba, con consentimiento
de Fidel, cohetes que apuntaban hacia Estados Unidos, lo que tuvo al mundo
al borde de un colapso nuclear. Castro, que tiene 74 años, es el
único sobreviviente de los tres jefes de Estado involucrados en
el incidente. En Cuba, se llama a aquel episodio La crisis de octubre.
Tras su arribo a la capital cubana, que fue de incógnito, Costner
recibió una invitación del líder revolucionario a
asistir en el Palacio de la Revolución. El encuentro de siete horas,
que incluyó una cena, finalizó a la madrugada. Además
de Costner y altos dirigentes gubernamentales cubanos, entre ellos el
líder del Parlamento, Ricardo Alarcón, y el canciller, Felipe
Pérez Roque, asistieron los otros dos productores del film, Armyan
Bernstein y Peter Almond. Trece días fue la primera película
que vio el presidente George W. Bush ya instalado en la Casa Blanca. Ayer
fue proyectada en una función especial en la Fundación del
Nuevo Cine Latinoamericano.
En 1962, un avión de inteligencia de Estados Unidos detectó
la instalación de varios misiles en la isla, por lo que el gobierno
de Washington solicitó el retiro de estas armas nucleares a las
autoridades cubanas, petición que fue rechazada por Castro. No
obstante, Kennedy negoció en secreto con el líder soviético
Nikita Krushev para que no activara los misiles, a cambio del retiro de
los cohetes estadounidenses en Turquía que estaban dirigidos hacia
Moscú, lo cual fue aceptado.
La llegada de Costner, un prototipo del star system, fue tomada como un
triunfo por el gobierno cubano. Su presencia en la isla es parte de una
secuencia por la cual muchos actores norteamericanos se han ido acercando
a la realidad de un país que sufre un asfixiante bloque económico.
La lista de estrellas de Hollywood que visitaron Cuba incluye a Jack Lemmon,
Harry Belafonte, Robert De Niro, Jack Nicholson, Robert Redford, Leonardo
DiCaprio, Arnold Schwarzzenegger, Jane Fonda acompañando al millonario
Ted Turner, así como Francis Ford Coppola. Castro tiene un perfil
muy fuerte de hombre de relaciones públicas, cuando está
de local: hace poco asistió a un show del grupo galés de
rock Manic Strets Preachers en el teatro Carlos Marx y en La Habana se
rumorea que hará lo propio con la anunciada visita del grupo alemán
de punk rock Die Totten Hosen.
En una charla mantenida hace un par de años con el director de
El Padrino, Castro criticó a Hollywood, la meca del cine norteamericano,
que controla mundialmente el 50 por ciento de las salas de cine,
medio que ha devenido en instrumento fundamental de dominación,
capaz de destruir las culturas y enajenar las mentes. Más
allá de la farándula, otras personalidades norteamericanas,
como el fallecido John Kennedy junior y el multimillonario David Rockefeller,
dialogaron en los últimos años con Castro, un proverbial
conversador de largo alcance. La búsqueda de Costner de un consenso
internacional favorable para su película se demuestra por
el hecho de que, luego de esta visita a La Habana, el actor estadounidense
y su equipo de productores y asistentes de Hollywood viajarán a
Rusia para la presentación de Trece días en Moscú.
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