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REPROCHES DE OTROS CAMARISTAS A RIVA ARAMAYO
No le creemos nada, Señoría

Fue en una reunión entre los integrantes de la Cámara Federal. Varios de sus colegas le cuestionaron a la jueza su reunión con Corach y le dijeron que no creían en sus posteriores explicaciones.

Luisa Riva Aramayo, camarista federal que tuvo una destacada actuación en el Narcogate.

Por Irina Hauser

“No nos creemos que le fuiste a dar las felices Pascuas judías a Carlos Corach”, le advirtió uno de los integrantes de la Cámara Federal porteña a su colega Luisa Riva Aramayo. Fue durante el acuerdo general que los camaristas celebraron ayer, como todos los miércoles. La jueza, que integra la Sala I de ese tribunal, había estado reunida el lunes con el actual senador y ex ministro del Interior, Carlos Corach, como reveló Página/12. En el estudio también estaba el abogado Mariano Cúneo Libarona, defensor de Emir Yoma, que quedó preso acusado de liderar la asociación ilícita que gestionó la venta ilegal de armas a Ecuador y Croacia. La noticia sobre el cónclave irritó sobremanera a los integrantes de la Sala II, que es la que está a cargo de resolver los procesamientos y excarcelaciones de ex funcionarios acusados en esa causa.
Fue la propia Riva Aramayo quien tomó la iniciativa para que en la reunión de ayer se tocara el tema que la colocó en la tapa de Página/12 del martes y en importantes espacios en otros medios ayer. Hasta el propio Corach comentó a sus colaboradores que la aparición de la jueza en su estudio “a cara descubierta” –como ella misma autodescribió– era “una torpeza de su parte”. Vestida con un trajecito de hilo de seda dorado y gesto de aflicción, la camarista que a comienzos de los ‘90 puso en práctica la estrategia oficial para exculpar a Amira Yoma en el famoso Narcogate, reconoció ante sus pares el encuentro con el senador del PJ, pero insistió con el argumento de que pasó a saludarlo por “Pesaj”, como buena amiga que es, y que no vio allí a Cúneo Libarona.
“¿Qué fuiste a hacer a lo de Corach? ¿Fuiste a arreglar algo?”, le preguntó sin rodeos el camarista Horacio Cattani.
“Pasé a saludarlo, me tienen que creer”, imploró ella.
Este diario constató que dos días después de la detención de Yoma, su abogado Cúneo Libarona, su socio Julio César “Coco” Ballestero y Riva Aramayo estuvieron al mismo tiempo en las oficinas del ex ministro que sigue ejerciendo influencia sobre la Justicia. El propio Cúneo reconoció que habló con Corach sobre la estrategia judicial a seguir en el caso que tiene en vilo al ex presidente Carlos Menem y a todo su entorno.
En el acuerdo de los camaristas, que empezó cerca de las diez de la mañana en el segundo piso de los tribunales de Retiro, estuvieron presentes los tres integrantes de la Sala II –Cattani, Martín Irurzun y Eduardo Luraschi– y de la Sala I sólo estuvo Riva Aramayo, ya que su coequiper, Horacio Vigliani, está de licencia hasta el lunes (el tercer puesto está vacante). Los tres primeros le manifestaron sus reproches a la jueza:
u Le dijeron que no es nada apropiado que una camarista vaya a reunirse como si fuera algo natural con un senador de la Nación. “Te estás saliendo de tu rol de jueza”, le advirtieron.
u Agregaron que no está bien que se exponga públicamente como lo hizo. “¿Cómo se te ocurre ir alegremente a la oficina de él?”, le preguntaron.
u Reconocieron que ella nunca obstaculizó el trabajo de los demás camaristas, pero deslizaron que no les causa ninguna gracia que su actitud amenace con poner en peligro todo lo que llevan hecho en la causa de las armas.
La Sala II en pleno fue la que la semana pasada le ordenó al juez Jorge Urso que indague como sospechosos de asociación ilícita –un delito no excarcelable– a los ex ministros Guido Di Tella, Oscar Camilión y Erman González. El fallo le indicaba, con una alusión implícita a Menem, que debía investigar a “los niveles superiores del Estado” y a quienes tenían “poder decisorio”. No era la primera vez que estos jueces le impartían un reto a Urso. En diciembre de 1998, cuando le ordenaron indagar al entonces jefe del Ejército, Martín Balza, y al ahora preso ex interventor de Fabricaciones Militares, Luis Sarlenga, le pidieron incluso “no obstaculice el descubrimiento de la trama delictiva”. Ya existieron intentos para que Irurzun, Cattani y Luraschi perdieran el expediente sobre venta de armas. Primero, el juez en lo penal económico Marcelo Aguinsky giró a la Corte Suprema la parte de la pesquisa sobre el mismo tema que él instruía (el delito de contrabando de armas a Croacia). Aquel paso alimentó las esperanzas menemistas de que el alto tribunal absorbiera todos los expedientes, incluidos los de los jueces Urso y Julio Speroni. Pero el alto tribunal rechazó la competencia. En otra ocasión, los propios camaristas fueron recusados, pero la Sala I y la Cámara de Casación rechazaron el planteo.
Según pudo saber este diario, en la Sala II temen una nueva recusación, que podría presentar Cúneo Libarona, y que esta vez la jueza-Riva-Aramayoamiga-de-Corach y su compañero Vigliani, que es pariente político del senador, le den curso al posible reclamo y se queden con el expediente. En ese caso, cuando los abogados de Yoma pidan la excarcelación del empresario riojano, tendrían la oportunidad de resolver ellos si le conceden la libertad.
Por lo pronto, el abogado Ricardo Monner Sans denunció anteayer a Riva Aramayo por incumplimiento de los deberes de funcionario. Sus compañeros de cámara por ahora se ahorrarán denunciarla ante el Consejo de la Magistratura, algo que cualquier otra persona puede hacer. Todo sea por evitar mayores tensiones en la convivencia.

 


 

RECORDO UNA CARTA QUE ENVIO A MENEM EN 1996
Terragno hurgó en sus propios archivos

Lo recordó él y quiso que lo recordaran los medios. El ex jefe de Gabinete, Rodolfo Terragno, reenvió ayer a los medios de comunicación una carta de 1996 en la que responsabilizó al entonces presidente Carlos Menem por la venta ilegal de armas a Croacia y Ecuador y le exigió información sobre las razones que llevaron al Gobierno a involucrarse en esa operación.
La carta está fechada el 30 de abril de 1996 –a poco más de un año de que salieran los embarques y algunos meses después de que estallara el escándalo–, y Terragno la dirigió a Menem en su condición de titular de la UCR. En el texto, le achacaba “responsabilidad directa” en la maniobra y señalaba la necesidad de “saber qué información recibió usted, y qué razones tuvo su gobierno para suscribir los decretos reservados que, con su firma y los refrendos respectivos, permitieron la salida de armas que tuvieron destino final Croacia y Ecuador”. En otro párrafo puede leerse que “no he observado de su parte la decisión necesaria para esclarecer estos hechos. Por el contrario, la intención de desviar el debate, puesta de manifiesto en las expresiones oficiales de hoy, resulta alarmante y me ha movido a dirigirle esta nota personal”. “Entiendo –continúa– que, existiendo una responsabilidad directa del presidente de la Nación en las operaciones cuestionadas, es en su propio interés, y en el de la Nación, un cambio de actitud de su parte”. Finalmente, Terragno le escribe al ex presidente: “Comprenderá usted que esta situación, que perjudica nuestras relaciones con países hermanos, pone en tela de juicio la seriedad de la Nación y es contradictoria con lo principios que sostenemos en el ámbito internacional, afecta a todos los argentinos y exige una clara actitud de su parte”.

 

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