Por Oscar Ranzani
Expedición Robinson
quedará en la historia de la televisión argentina como el
programa que inauguró la fiebre de los reality games shows. Expedición
Robinson 2, que compite actualmente con Gran Hermano
y El bar, posiblemente quede como aquel que, sobre el final,
cantó victoria. Los 16 puntos de rating que luce como promedio
al cabo de sus tres primeros programas, el cuarto va hoy, parecen preludiar
una escalada como la que el año pasado convirtió a la primera
parte de la saga en una de las revelaciones de 2000. El ciclo, que se
inició con 16 participantes intentando sobrevivir en la isla Boca
de Toro de Panamá, se emite, en formato editado, los lunes y jueves
a las 23 y, en una versión más reducida, de lunes a viernes
a las 19.30. Pero también puede verse con mayor sensación
en vivo por un canal de Direct TV, todos los días, durante tres
horas. Hay una tercera opción: entrando a la página www.robinson.aol.com.ar
pueden recorrerse los videos de las emisiones y los perfiles de los integrantes,
entre otros datos.
En su apuesta inicial, Expedición Robinson 2 parece
desafiar una verdad histórica: la del progreso ganándole
la batalla a la tradición. Aquí el progreso debe adaptarse
a la ausencia de tecnología, a la carencia de alimentación
adecuada y a las inclemencias climáticas. La experiencia juguetea
con la idea del hombre viajando en el túnel del tiempo para desaprender
sus costumbres. Es una vuelta a los orígenes, hasta para encender
el fuego y saborear cuanta comida se encuentre, ya sea sopa de cangrejo,
coco o iguanas.
La idea de que los participantes se sometan a juegos que implican un desgastante
esfuerzo físico convierte al programa en mucho más benévolo
con sus estrellas que los torturantes Gran Hermano y El
bar. Si bien Robinson no apunta a desnudar la intimidad de las personas,
en el vaivén de los juegos muchos de ellos sufren en público.
Pero ése es el pacto: un grupo de personas que suspenden sus vidas
en el intento de ganar un premio y en todo caso de convertirse en estrella
televisiva. Vicky, integrante de uno de los equipos, es un ejemplo. Hoy
me siento quebrada, con ganas de irme a casa, extraño la comida,
sostuvo en la segunda emisión. Aunque la diferencia está
clara: en su condición de clase media, Vicky (kinesióloga),
Carla (publicitaria), Fernando (odontólogo) y Pablo (estudiante
de Economía), entre otros, pueden darse el lujo de jugar a sentir
hambre. Algo que en la Argentina actual es, para otros, una desgracia
permanente. Los integrantes de Expedición... aceptaron
un desafío que condujo a algunos de ellos a trastornos en su salud.
En el formato editado, la cámara juega un doble rol: es descriptiva
y, a la vez, funciona como cómplice del espectador.
Es una especie de delator de las relaciones que se entretejen
entre los jugadores. Aquello que los participantes no se dicen cara a
cara, se lo comentan al indiscreto ojo televisivo. Carla, integrante de
uno de los equipos, confesó al ojo avizor: Josefina no sé
si es buena o mala. Pero no es el tipo de persona que a mí me gusta.
Su cuestionada compañera Josefina sostuvo: Carla es genial,
es una lady absoluta. Está en todo, es impecable. Robinson
apela a la emoción desde un costado diferente al de su competencia.
En el ciclo conducido por Julián Weich, el lugar elegido es el
de la conmiseración del televidente hacia el participante. En varias
ocasiones, el lenguaje de la cámara parece decir pobre, mírelo
cómo sufre para sobrevivir. Una idea que muchos televidentes
tienen de la vida, viviendo en una isla que se llama Argentina.
UNA
NOCHE DE PANTALLAS CALIENTES
Entre el sodero y Susana
La puja por el rating se pone
al rojo vivo por las noches: según las mediciones de Ibope, el
horario central del martes quedó en manos de El sodero de
mi vida (Canal 13, 21 horas), cuyos 22.2 puntos de promedio lo pusieron
apenas por encima del regreso de Susana Giménez, que
en Telefé consiguió 21.7. De todos modos, Telefé
tuvo sobrados motivos para festejar, ya que Gran Hermano obtuvo
20.8 (a las 20.30) y 15.2 (a las 23), superando respectivamente a Telenoche
(16.6) y Culpables, que midió 13.4, la misma marca
de Ilusiones. Canal 7, en tanto, disfrutó de una buena
noche: desde TyC Deportivo (20 hs., 2.1), las mediciones subieron
con Noticiero 7 (3.3) y Okupas, con un 4.5 sorprendente
tratándose de una reposición.
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