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Por Javier Lorca
 “Están probando
fuerzas para la próxima elección de rector”, resumió
un encumbrado funcionario del Rectorado de la UBA. Ayer, en una discutida
sesión del Consejo Superior, siete de los trece decanos de la universidad
se enfrentaron al rector Oscar Shuberoff y, a contramano de su postura,
impulsaron que la UBA vuelva a someterse a las evaluaciones de la Comisión
Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (Coneau),
tras dejarlas de lado hace un año con duras críticas. Pero
perdieron a la hora de los votos y la situación de la UBA frente
al organismo evaluador seguirá en debate. Durante toda la sesión,
Shuberoff y el decano de Derecho, Andrés D’Alessio, se sacaron
chispas.
“Quedó claro que hay quienes quieren mantener a la UBA fuera
de la Coneau para presionar al Ministerio de Educación –dijo
D’Alessio a este diario–. El rector cree que volver a la Coneau
debilitaría la posición de la UBA en unas negociaciones
que él está llevando a cabo y que no sabemos cuáles
son. Estos procedimientos no corresponden en una universidad”, protestó.
Hace un año, la UBA resolvió dejar de presentar sus posgrados
ante la Coneau. Fundamentó su postura en un durísimo informe
donde se detallaban numerosas fallas, inconsistencias y contradicciones
en los dictámenes de la institución descentralizada que
depende de Educación.
Ahora, un grupo de decanos impulsa el regreso a la Coneau, con el visto
bueno de la cartera que encabeza Andrés Delich. El decano de Exactas,
Pablo Jacovkis, elaboró un proyecto considerando que “se encuentra
ampliamente vencido” el plazo de seis meses que, hace doce, la UBA
se había puesto para crear un organismo de evaluación alternativo
y que, por eso, hoy “no existe ningún sistema de evaluación
externa aplicado a la universidad”. “Hace falta la evaluación
externa, es muy importante –dijo Jacovkis–. Y la Coneau es lo
único que tenemos.” Su proyecto fue apoyado en la comisión
de enseñanza del Consejo por los decanos D’Alessio, Aníbal
Franco (Veterinaria), Fernando Vilella (Agronomía), Máximo
Giglio (Odontología), Fortunato Mallimaci (Sociales) y por dos
consejeros profesores. Cuando hubo que votar, también lo apoyaron
el propio Jacovkis y el decano de Filosofía, Raúl Carnese.
Otros decanos y consejeros opinaron que no están dadas las condiciones
para el regreso. “El Consejo decidió retirar a los posgrados
de la UBA de la Coneau con una serie de razones muy bien fundamentadas.
Ahora no hay indicios de cambios en aquello que criticamos”, opinó
la vicerrectora Susana Mirande. Las críticas más fuertes
las pronunció el decano de Ingeniería, Carlos Raffo: “La
Coneau es un organismo totalmente innecesario que sólo aumenta
la injerencia política en la universidad”. Los estudiantes
también se mostraron a favor de desconocer a la Coneau.
Por su lado, Shuberoff, al igual que los decanos que lo enfrentan, trabaja
por el retorno. Pero, ante la propuesta de aquellos, dijo que necesita
tiempo para seguir negociando. Página/12 le preguntó qué
y con quién está negociando. “Estamos discutiendo con
la Coneau, el ministerio y las universidades mecanismos para que la Coneau
se convierta en un organismo de acreditación de agencias de evaluación
y que después audite las evaluaciones. No se puede pretender que
supervise a todas las carreras”, dijo. La cúpula de la universidad
también espera que el Presidente firme el decreto que nombra a
la secretaria académica de la UBA, Alicia Camilloni, como representante
del Poder Ejecutivo en la Coneau. El texto ya está redactado, al
igual que los decretos que nombran a Juan Carlos Del Bello y otros tres
miembros de la Coneau. Pero la firma se demora. Y la entidad sigue, hace
meses, sin cinco de sus doce miembros.
En la sesión del Consejo, los siete decanos se plantaron ante el
rector, pero no pudieron vencerlo. Se impuso la propuesta de devolver
el proyecto a la comisión de enseñanza para seguir discutiendo.
El rector contó con quince votos: los claustros completos de graduados
y alumnos (radicales yfrepasistas incluidos), además de la mayoría
de profesores y los decanos de Farmacia, Ingeniería, Económicas,
Psicología y Medicina. Hubo una abstención: el decano de
Arquitectura, Berardo Dujovne, uno de los virtuales candidatos al Rectorado,
al igual que D’Alessio.
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Para
el tiempo libre... (si queda)
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Cursos. El martes próximo empieza el curso “Escuela
media, ciudadanía y trabajo”. Y el jueves 19, “Negociación,
mediación y acuerdos en la gestión de instituciones”.
Ambos de 19 a 21, en Filosofía y Letras (UBA), Puán
470, 4432-0606, interno 128.
Ciudad. El equipo Infópolis del Instituto Gino Germani
(Sociales, UBA) dará los terceros miércoles de cada
mes el seminario abierto “Ciudad, sociedad y ciberespacio”,
en Uriburu 950, 6º piso.
Poesía. La UCES convoca a alumnos de entre 4º y
5º año a participar de un concurso juvenil de poesía
y cuentos breves. Informes: Rivadavia 1378, 4383-8212 y 4383-8137.
Canto. El IUNA dará un taller de canto coral para niños
de 4 a 12 años, los sábados, de 9 a 12. Inscripción:
el sábado 21, de 9 a 11.30, en Córdoba 2445, 4362-0678
y 4961-0161.
Derechos. La Cátedra libre de Derechos Humanos (UBA)
dará, desde el miércoles próximo, de 18 a 21,
el seminario “La enseñanza de los derechos humanos a través
del arte”. En Puán 470, 2º piso. Informes:
4432-0606, interno 128.
Libro. El miércoles que viene, a las 19, se presentará
el libro Las instituciones gráficas argentinas y sus revistas,
en Charcas 2837. |
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OPINION
Por Raúl Sánchez y Santiago Asegurado *
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El ministro de Educación, Andrés Delich, realizó
inoportunas declaraciones donde cuestionó el ingreso irrestricto.
Al no poder recortar frontalmente los recursos de la universidad,
ahora se pretende hacerlo por otro costado. Sólo muestran otra
cara de la misma moneda: siguen analizando la educación como
un gasto y no como una inversión. La limitación al ingreso
en las actuales condiciones del país provocará más
exclusión y más elitización de la educación.
El haber logrado, con la recuperación de la democracia, el
ingreso irrestricto en las universidades significó la democratización
de la educación superior, pero a su vez colocó a la
universidad en el papel de herramienta de igualación social
del ciudadano en un sistema plagado de desigualdades reflejadas en
las condiciones en que un alumno sale preparado de su educación
media para acceder al nivel superior, dependiendo del secundario al
que asistió. La elección de las carreras por parte de
los estudiantes está motivada por el modelo de país
y las expectativas de desarrollo que les presenta a los jóvenes.
Si hoy se mostrara una reactivación de la industria, muchos
optarían por estudiar Ingeniería, como parece querer
el ministro. Es un gran mérito que, a pesar del abandono de
la salud por parte del Estado, muchos sigan orientándose hacia
las profesiones de la salud. Este Gobierno, que parece haber perdido
la brújula en materia educativa, encima pretendió meter
por la ventana cuestiones más graves: en el proyecto de los
“superpoderes” se abría la posibilidad de “limitar
la autonomía universitaria”. A iniciativa del diputado
de nuestro partido Rubén Giustiniani se incorporó en
la ley la exclusión de la modificación de la autarquía
de las universidades.
Increíblemente, en un país con más analfabetos
que graduados, se pone en tela de juicio la masificación en
el nivel superior. Hay que resolver los problemas reales de la educación
y esto implica intercambio de ideas y generación de consensos.
Desarrollar una política de ingreso significa trabajar en la
orientación vocacional en el nivel medio, investigar el campo
ocupacional del futuro egresado, analizar el futuro esquema productivo
de las regiones, modificar criterios pedagógicos, incorporar
sistemas de educación a distancia o herramientas informáticas
para atender mejor la demanda universitaria. Desde el MNR estamos
dispuestos al debate. En ese sentido, queremos acercar una del primer
ministro francés, Lionel Jospin: “Si la enseñanza
superior debe adaptarse al mercado, rechazo la concepción mercantilista.
La economía de mercado... no podrá constituir el horizonte
de una sociedad. El mercado es un instrumento; no es la razón
de la democracia. La universidad debe brindar el saber y los conocimientos,
pero es también un lugar de aprendizaje de la democracia, la
formación de los ciudadanos y el desarrollo individual”.
* También firman Ernesto Brunetto, Juan Manuel Vázquez
Blanco y Walter Calfín. Todos integran la mesa nacional del
Movimiento Nacional Reformista (PSP).
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