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ANTE SU POSIBLE PROCESAMIENTO, ERMAN PIDE QUE DECLAREN MENEM Y CAVALLO
“Todos los que firmamos el decreto”

El ex poliministro de Carlos Menem,
en un súbito giro de su defensa, por primera vez involucró al ex presidente en la causa de la venta ilegal de armas a Croacia y Ecuador. Sus palabras y las de Camilión profundizaron la preocupación en el menemismo.

Erman González se quejó porque, dijo, se habla de él como si fuese el único que firmó los decretos.

Por Laura Vales

En una clara alusión al ex presidente Carlos Menem y al ministro de Economía Domingo Cavallo, Erman González reclamó que fueran citados a declarar “todos los que fuimos partícipes de la firma del decreto” utilizado para la venta ilegal de armas. El pedido tiene una resonancia especial no por Cavallo, hacia quien Erman acumula odios antiguos, sino porque es la primera vez que este amigo de la infancia de Menem, polifuncionario de todos sus gobiernos y contador de sus negocios familiares, apunta hacia la figura del ex presidente. Horas antes había hecho lo mismo otro de sus viejos ministros, Oscar Camilión.
Parece como que los ex funcionarios del ex presidente hubiesen hecho suyas las palabras de la Sala II de la Cámara Federal porteña, que ordenó al juez Jorge Urso, la semana pasada, que apuntara su investigación “a quienes tenían poder decisorio” por encima del procesado Luis Sarlenga.
Erman salió a defenderse tras quedar en peligro de ser el próximo preso por el tráfico de armas a Croacia y Ecuador. En declaraciones radiales, recordó que él no estuvo solo a la hora de firmar los decretos utilizados para sacar el armamento del país bajo el paraguas de un destino falso.
También aludió a la responsabilidad de Menem cuando le preguntaron por el rol que cumplió en el caso el ex cuñado y asesor presidencial Emir Yoma.
“Si él (por Emir) ha tenido alguna vinculación con otros estamentos, que esos estamentos se hagan cargo y digan por qué una persona que no era funcionario tenía ese acceso y esa supuesta influencia, lejos del alcance de los ministros”, sostuvo un Erman solidario con el detenido en las celdas de la Gendarmería.
El ex ministro acaba de ser citado a declarar en indagatoria por el juez en lo penal económico Julio Speroni, quien investiga el contrabando de 4500 toneladas de armas a Croacia y Ecuador, en una causa conexa a la principal que lleva Jorge Urso. La pena para el delito de contrabando agravado no es excarcelable, por lo que Erman podría seguir los pasos de Emir dentro de dos semanas.
Aunque ayer desestimó tener cualquier tipo de temores sobre esa posibilidad, el ex multiministro pronunció con su habitual tono de locutor un reproche inusual. “Hasta ahora se habla sólo de Erman González como si fuera el único que firmó”, se quejó en tercera persona, para sugerir a continuación que, “si nos van a citar a nosotros para hablar de una supuesta asociación ilícita, hablemos todos los que fuimos partícipes de la firma del decreto”.
En el expediente a cargo de Urso, la Cámara Federal porteña confirmó la semana pasada el procesamiento del González por falsedad ideológica de los decretos secretos 1697 y 2283. Firma de Menem incluida, esos decretos permitieron el envío de toneladas de pertrechos militares a los Balcanes, mientras en los textos se hizo figurar como destino de las armas a Panamá.
Los camaristas también ordenaron al juez Urso que citara a declarar a Erman por asociación ilícita, en respuesta a lo que ayer el ex funcionario desempolvó su argumento de defensa preferido y replicó que es difícil tildar como integrantes de la misma asociación ilícita a ministros que, como él y Cavallo, se llevaban como perro y gato.
En ámbitos del menemismo se tomó nota no sólo del señalamiento hacia el ex presidente sino también del guiño de Erman hacia Oscar Camilión, quien el miércoles aseguró que el empresario Luis Sarlenga se quedó en Fabricaciones Militares por un expreso pedido de Menem.
“No tengo un conocimiento directo, pero le creo totalmente a Oscar Camilión”, dijo Erman al ser consultado sobre el punto. También recordó que su amigo Sarlenga se había incorporado a FM “por pedido mío en marzo de 1992 cuando ya estaban dictados los decretos y ya había salido el primer y único embarque de mi gestión”.
Erman tiene un largo historial de funcionario público, que construyó como hombre de confianza del ex presidente, a quien acompañó desde sus comienzos en La Rioja. En esa provincia, entre otros cargos, fue ministro de Hacienda y titular del Banco de la Provincia de la última gobernación de Menem.
Cuando el riojano asumió la presidencia viajó con él a Buenos Aires y se convirtió en su hombre orquesta. En los diez años que siguieron fue diputado nacional, embajador en Italia, vicepresidente del Banco Central y encabezó cuatro ministerios: el de Salud y Acción Social, el de Economía, el de Defensa –cuando firmó los decretos en cuestión– y el de Trabajo.
Tuvo que renunciar en mayo del ‘99, luego de ser denunciado por cobrar una jubilación de privilegio de 8 mil pesos además de su sueldo de ministro. La salida forzada lo convirtió en el primero de los menemistas imputados en la causa por la venta de armas en quedar sin la protección de los fueros. Se supo más tarde que en su largo recorrido por despachos públicos, Erman había multiplicado su patrimonio por ocho.
A Menem le gusta presentarlo como su “hermano”. Ayer, su antiguo compañero de serenatas riojanas eligió en cambio mostrarse fraternalmente unido a la suerte del ex cuñado. Sostuvo que no cree “para nada” en que Yoma haya sido jefe de la asociación ilícita y lo sostuvo remarcando que “no era funcionario” por lo que “no tuvo ninguna posibilidad de participar en el armado de los decretos”.

 

Claves

Por primera vez, Erman González involucró a Carlos Menem en la causa por la venta ilegal de armas.
Dijo que deberían ser citados todos los que firmaron los decretos mediante los cuales se realizaron las maniobras ilegales.
Se refirió al ex presidente y al ministro de Economía, Domingo Cavallo.
También dijo que le cree a Camilión, cuando se refirió a Caselli.
Camilión recordó que fue Caselli quien le pidió que no removiese a Sarlenga de FM. Y que el ex embajador lo había llamado hace días para decirle que esa orden había partido de Menem.
Allegados a Caselli confirmaron ayer a Página/12 la existencia y el contenido de ese llamado.

 

Cúneo Libarona dixit

El abogado de Emir Yoma, Mariano Cúneo Libarona, salió ayer a atenuar el temporal que desató en las filas menemistas por haber asegurado a Página/12 que Carlos Menem había visitado a su ex cuñado en el Escuadrón Buenos Aires de Gendarmería. Menem había desmentido públicamente el encuentro. Cúneo también había reclamado que tanto el ex presidente como el ministro Domingo Cavallo, fueran indagados en el marco de la causa. “Yo creo que Menem no tiene nada que ver, eso está clarísimo... y tampoco Domingo Cavallo que no está en la causa”, aseguró ayer Cúneo Libarona cuando abandonaba la sala en la que se estrenó el film Rodrigo, la película. La permanencia de Cúneo al frente de la defensa del jefe del clan Yoma no convence al menemismo, que preferiría ver en ese lugar a un estudio liderado por un abogado con “más prestigio político”, tal como le aseguraron fuentes cercanas al ex mandatario a Página/12. El letrado de Yoma repitió con cierta picardía que, si bien a su entender “Menem no tiene nada que ver” con el contrabando de armas, “es muy difícil remar contra opiniones preconcebidas”.
Cúneo Libarona anticipó que prepara una batería de pruebas para desmoronar la acusación contra Yoma. “Yo aseguro que es inocente, que no hay pruebas, que la conducta que le imputan no es ésa”, dijo y agregó: “Espero que el juez, de una vez por todas, disponga la libertad de Yoma. Este problema me tiene muy preocupado, están pasando ya varios días y, bueno, hay que poner un poquito mas de energía en la investigación”. El letrado se mostró confiado en que “a la corta o a la larga Yoma pueda recuperar la libertad”. Y se fue a cenar.

 

EL JUEZ MUDO DE CARCEL A EMIR
Alejado de Sarlenga

Por R.K.

Emir Yoma fue trasladado ayer, en forma sigilosa, de su celda en el Escuadrón Buenos Aires de la Gendarmería, en Retiro, a otra celda, igual de austera, en el cuartel que esa fuerza tiene en Campo de Mayo. El ex cuñado presidencial tendrá una compañía que es cualquier cosa menos prestigiosa: el genocida Emilio Eduardo Massera y el hombre que daba la orden de matar en la ESMA, Jorge “El Tigre” Acosta.
La decisión de sacar a Yoma del Escuadrón Buenos Aires fue tomada por el propio juez Jorge Urso. Formalmente, la razón que adujo el magistrado es que no quería que Yoma estuviera junto a Luis Sarlenga, el ex titular de Fabricaciones Militares que con su testimonio mandó a la cárcel a Emir. Según parece, a Urso no le gustaba que estén cerquita por tres razones:
El peligro de que se agredan mutuamente, al grito de “vos mentiste” o “vos me metiste en todo esto” o “para qué abriste la boca”.
Que trencen un pacto para echar atrás pruebas y declaraciones.
Que alguien impugne alguna de las declaraciones, alegando que pudo haber sido pactada en prisión.
También están los que dicen que la mudanza obedece a la idea de que Yoma reciba visitas sin que los medios se enteren, tal como ocurrió en estos primeros días. El domingo pasado, Carlos Menem visitó a su ex cuñado, lo que fue contado por tres diarios –incluido Página/12– en su edición de ayer. En esa misma ocasión, este diario relató en exclusiva que el ex presidente volvió a estar con su ex cuñado el miércoles hasta cerca de las 21. Ayer, la que regresó a ver a su tío fue Zulemita y también estuvo, como todos los días, el abogado Mariano Cúneo Libarona.
Lo concreto es que Urso dio la orden y la Gendarmería lo trasladó al casino del comando, Región Uno de Campo de Mayo. Es un edificio estilo chorizo, de 45 metros de largo y 8 de ancho, con un pasillo en el medio y las celdas sobre los costados. Hay un baño cada tres celdas y el mobiliario es austero: una cama, una mesa de luz y un ropero. Para ver televisión, Emir tiene que caminar hasta el comedor, donde se comparte todo con los gendarmes.
Los nuevos vecinos del poderosísimo empresario son más especialistas en el robo de bebés –razón por la cual están presos– que en el tráfico de armas. Pero debe recordarse que Massera también se dedicó a ese negocio sórdido en el marco de su pertenencia a la Logia P2 y también a través de las relaciones que mantenía con el padre de los hermanos Schoklender.

 


 

Camilión señaló a Menem y
desató la madre de todas las batallas

Caselli llamó al ex ministro para confesarle que fue Menem quien le pidió que mantuviera a Sarlenga al mando de Fabricaciones Militares. La charla involucra más a Menem, cuyos partidarios ven detrás de la jugada la mano negra de Ruckauf.

Oscar Camilión, ex ministro
de Defensa, que día a día sigue
escalando en sus críticas a Menem.

Por Felipe Yapur

A Carlos Menem le venían advirtiendo que se producirían novedades en la causa por la venta ilegal de armas y el encarcelamiento de su ex cuñado Emir Yoma fue un duro golpe. Pero había más: el miércoles, Oscar Camilión dijo que Esteban “Cacho” Caselli le había confesado que fue el ex presidente en persona quien le dio la orden de no despedir en 1992 al entonces interventor de Fabricaciones Militares (FM), Luis Sarlenga. Las caras de preocupación se agudizaron en el entorno menemista: piensan que “ahora vienen por el presidente”. Para los menemistas, la “confesión” de Caselli tiene un solo responsable: el gobernador bonaerense, Carlos Ruckauf, el actual jefe político de Caselli, quien supo ser operador de Carlos Menem apenas ayer. Loshombres del Gobernador, por supuesto, niegan.
El menemismo sabía que ahora vendría lo peor. La detención de Emir Yoma por estar sospechado de encabezar la asociación ilícita que vendió ilegalmente armas preocupó seriamente a Menem. Lo peor que le podía ocurrir era que alguien aportara algún dato nuevo que lo acercara aún más a la causa. Y ese alguien fue un ex integrante de su gabinete. El martes, el ex ministro Camilión recibió un llamado telefónico. Del otro lado de la línea estaba Caselli, quien se mostró preocupado porque él lo estaba involucrando en la causa al presentarlo como el responsable de la continuidad de Sarlenga al frente de FM en el ‘92: “Yo lo único que hice fue cumplir con una orden de Menem”, le explicó. Presto, como informó Página/12, Camilión repitió el diálogo con pelos y señales el miércoles a la noche durante el programa televisivo “A dos voces”.
Caselli está, aprovechando el feriado largo, en un país limítrofe junto a su familia. Pero fuentes cercanas al actual secretario general de Gobernación bonaerense confirmaron a Página/12 la existencia de la comunicación telefónica con Camilión. Eso sí, se apresuraron a aclarar que “cuando Cacho se enteró de lo que estaba diciendo el ex ministro, pensó en salir a aclararlo personalmente. Pero luego prefirió contárselo a él. Era mejor, si Camilión lo había dicho, que Camilión lo aclarara”. “Y –agregan agradecidos– tuvo el don de gente de hacerlo público. Algo que realmente nos reconforta.”
Para el círculo íntimo de Menem, la repentina intromisión del funcionario ruckaufista en la causa tiene una sola razón: una operación para “desplazarlo de la conducción del justicialismo”. Para los seguidores de Menem hay un solo sospechoso: Ruckauf. Al fin y al cabo, recuerdan que el propio Menem lo señaló durante el acto realizado el miércoles por la noche en la provincia de Buenos Aires. Allí, Menem, sin nombrar al gobernador, disparó dos misiles contra él: “No se puede construir en base a la traición” y “le recomiendo al presidente (Fernando) De la Rúa que se cuide de los que le sonríen permanentemente”.
Algunos dirigentes del PJ bonaerense aliados por conveniencia con el gobernador tampoco dudan acerca de que el mandatario tenga algún grado de responsabilidad en la “sorpresiva buena memoria de Caselli”. Pero advierten que “esta jugada tiene sus límites, sus riesgos. No sea que por involucrar a Menem para sacarlo de la interna del PJ caiga también (Domingo) Cavallo. Y esto no le conviene a nadie”.
Por lo pronto, y hasta tanto se conozcan los próximos pasos de la Justicia, Menem decidió postergar su viaje a los Estados Unidos –previsto en un principio para hoy– hasta el martes. Ese día tiene planeado visitar al gobernador del estado de Nevada, que lo había invitado hace tiempo, y de acuerdo a qué suceda en los tribunales de Comodoro Py decidirá si viaja o no a Washington. Es poco probable que suceda pero, por esos días, Ruckauf también estará en el mismo país.
Mientras tanto, Yoma permanece detenido en Gendarmería Nacional. El juez Jorge Urso ha resuelto cambiar su lugar de detención, entre otros motivos, para evitar su cercanía con Sarlenga. Los dos se conocen desde hace tiempo y, además de estar involucrados en lamisma causa, los une un pasado común en lo que respecta a una íntima relación con Menem. Emir fue cuñado, asesor presidencial y, de acuerdo con el último testimonio de Sarlenga, fue quien lo involucró en las ventas de armas.
La amistad a esta altura ya no debe existir. Atrás quedaron los años ‘70 cuando Sarlenga llegó a La Rioja atraído por el régimen de promoción industrial que concedía créditos blandos a las empresas que se instalaran en dicha provincia. Sarlenga sólo levantó un galpón, pero igual consiguió la simpatía de Menem y de toda su familia. Tras la dictadura, y con estos contactos, el empresario porteño fue funcionario provincial y luego, con Menem en el gobierno, ocupó la presidencia de FM y desde él monitoreó, bajo la atenta mirada de Yoma, los 6 embarques de armas a Croacia entre el ‘93 y el ‘95, y los 3 a Ecuador en 1995. Por aquel entonces, Menem lo quería en el gobierno, sí o sí. Y, según parece, le encomendó a Caselli garantizar esa presencia.

 

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