Yo siempre consulté a Torcillo y a Etchechoury por estos
temas, y me trataban muy mal. En una oportunidad, Yoma me inquirió
que por qué tenía que informarles a los apóstoles,
refiriéndose a ellos; yo le dije que lo hacía pues eran
mis jefes y Yoma me dijo que no me preocupara porque nosotros teníamos
a Dios. La frase encomillada fue publicada en el último número
de La Primera y según afirma la revista que dirige Daniel
Hadad, uno de los periodistas preferidos de Menem formaría
parte de la declaración de Luis Sarlenga ante el juez Urso, que
derivó en la detención de Yoma. Curiosamente, el Dios de
la frase no puede ser otro que el propio ex presidente.
Resulta evidente que la sorpresiva prisión de Emir Yoma por la
causa del tráfico de armas produjo en el seno del menemismo un
revuelo inusitado, al punto que desde una publicación tan relacionada
con este sector se publica una supuesta versión textual de las
declaraciones de Sarlenga que compromete a sus principales figuras, empezando
por el ex presidente. Yoma me dijo que no podía ser que no
pudiera venderse más y que habría que trabajar para que
se firmase otro decreto. Yo recuerdo agrega Sarlenga que en
esos momentos Palleros me llamó desde Suiza y me dijo que fueran
armando todos los papeles necesarios, que él conseguiría
todos los papeles necesarios para seguir con las ventas...
El artículo empieza con un párrafo que involucra a Yoma
y termina con otro que da a entender la intervención del ex presidente
Menem. Quiero decirle que yo sabía que el destino de las
armas no era Panamá sino Croacia, y esto lo sabía todo el
mundo, puntualiza el ex interventor de Fabricaciones Militares.
Y vuelve a mencionar a Yoma, con quien siempre había tenido
una relación cordial; me dijo que él se había portado
muy bien conmigo, salvando mi puesto, y que yo debería tener que
colaborar con el partido. Yo lo tomé un poco con sorpresa. El me
dijo que era la única empresa que no colaboraba y que no podía
ser que desde allí no se colaborara con el partido.
La influencia de Yoma a niveles supraministeriales surge nuevamente cuando
Sarlenga recuerda que, a poco de asumir Oscar Camilión, estuvo
a punto de ser desplazado por el nuevo ministro. En esos momentos
lo llamé por teléfono a Emir Yoma y le cuento lo que estaba
pasando. El me dice: Quedate tranquilo que yo me voy a ocupar.
Emir no sé a quién mueve. Yo fui a saludar al doctor Camilión
y alguien le habló a él para que me quedara en Fabricaciones
Militares. Esa gestión la hizo Emir Yoma, aunque no diré
a quién le habló.
Hay otro párrafo dedicado al entonces embajador de Estados Unidos
en la Argentina, James Cheek, referido al envío de un cañón
que no estaba incluido en la lista de armas establecida en los decretos:
Me llama entonces el señor Yoma y me pregunta cuál
era el problema, lo cual yo le expliqué. El me dijo que había
una orden clara (se refería a los Estados Unidos) de que había
que armar al ejército croata.... En otro párrafo alude
a una reunión con senadores (Menem, Vaca, Genoud, Bordón,
León), el ministro Camilión, Muzi y Sarlenga: Ahí
afirma el senador Vaca menciona que acababa de hablar con
el embajador James Cheek, quien le había confirmado que la autorización
para que Fine Air (la empresa que transportó las armas) pudiera
aterrizar en la Argentina había sido tramitada por él mismo
ante la Fuerza Aérea, y se había conseguido en sólo
24 horas. A los dos meses de este asunto, Cheek se fue de la Argentina.
Más adelante recuerda que el decreto 103 fue firmado por los ministros
Camilión, Cavallo y Di Tella, y transcribe una conversación
con el general Martín Balza que compromete indirectamente al mismo
Menem: Cuando se decide pedir material al Ejército, me llama
Balza y me recrimina: ¿Por qué hablaste con el Presidente
por un tema que podés hablar conmigo? Yo le dije que nunca
había hablado con el Presidente por este tema.
En la página siguiente a este artículo hay otro con la foto
de Yoma y un gran título: Nadie sale limpio, donde
se explica la estrategia que seguirá el defensor Mariano Cúneo
Libarona con el evidente propósito de multiplicar la preocupación
que produjo en el ambiente político la causa sobre tráfico
de armas y, sobre todo, enfatizar el grave peligro que correría
el actual ministro de Economía, Domingo Cavallo, de ser citado
en la causa. Si Cavallo se complica señala La Primera,
la economía, y el frágil remanso que su llegada brindó
al país, podría perderse. Por su parte, Cúneo
Libarona, uno de los pocos que tienen acceso a los expedientes por ser
el defensor de Yoma, advirtió que su defendido no aguantará
más allá de esta semana en prisión, y después
hablará.
VOLVIO
A DECLARAR LA EX PAREJA DE CUNEO
Testigo de cargo contra Emir
La ex secretaria de Emir Yoma,
Lourdes Di Natale, volvió a declarar ayer como testigo ante el
juez Jorge Urso y el fiscal Carlos Stornelli, que la citaron sorpresivamente
el miércoles como parte de la causa sobre venta ilegal de armas
a Ecuador y Croacia. Al presentarse ayer al mediodía en los tribunales
de Retiro, ratificó que su ex marido y actual abogado del empresario
riojano, Mariano Cúneo Libarona, le había contado que Yoma
cobró una coima de 400 mil dólares por aquella operación
de contrabando. Y aportó datos sobre las casas de cambio con las
que operaba su jefe.
Los 400 mil dólares que (el teniente coronel Diego) Palleros
depositó en la cuenta de Daforel son para Emir. Se depositaron
en Munticambio, de Pedro Stier, reiteró ayer Lourdes que
le dijo Cúneo Libarona en 1995. En esencia, la acusación
contra Yoma es la misma que formuló el ex interventor de Fabricaciones
Militares Luis Sarlenga que está preso al declarar
el viernes pasado. Daforel es una empresa que se le atribuye a Yoma. Stier
era apoderado de una firma melliza y uno de los hombres que solía
comunicarse hacia 1996 con Emir Yoma muy preocupado por números
que no cerraban. Como Cúneo aseguró que en el 95 no
vivía con Di Natale y que no la ve desde 1992, ella llevó
ayer al juez documentación que acreditaría la convivencia,
según pudo saber este diario por allegados al expediente.
Durante la audiencia, que duró tres horas, la mujer habló
de las casas de cambio con las que operaba Yoma. Para los investigadores
es una pista importante para rastrear la ruta del dinero, cuentas utilizadas
en el exterior y establecer qué empresas pudieron haber intervenido
en el blanqueo de las coimas pagadas. Por lo pronto, en esta búsqueda
uno de los escollos que se ha planteado es que Estados Unidos no levantó
el secreto sobre la cuenta de la empresa fantasma Daforel en el MTB de
Nueva York.
Di Natale tuvo que revisar ayer un listado de nombres de gente que podría
estar involucrada en el contrabando de armas. Reconoció cuatro
de la nómina, entre ellos un pariente de Carlos Menem. Lo cierto
es que ratificó absolutamente todo lo que había declarado
ya en 1998 ante el propio Urso y ante el juez en lo penal económico
Julio Speroni: que visitaban las oficinas de Yoma los ex directivos de
Fabricaciones Militares Sarlenga y Edberto González de la Vega.
También dijo que iban los ex ministros Antonio Erman González
y Carlos Corach. Sarlenga, había contado Lourdes, dejaba mensajes
que decían por ejemplo anoche se reunieron (Oscar)
Camilión, el flaco y Nicolás. Según ella el
flaco podría ser el ex jefe del Ejército Martín
Balza y Nicolás, el hermano del ex ministro de Justicia Raúl
Granillo Ocampo.
Lourdes Di Natale no sólo fue secretaria de Emir Yoma. También
lo fue de los secretarios del ex presidente Carlos Menem, Ramón
Hernández y de Miguel Angel Vicco. Ya estaba cerca de ellos en
la época de la interna entre Menem y Antonio Cafiero. Pasó
por la Casa Rosada y se fue sólo para pasar a trabajar con el empresario
de cueros, con quien también trabajó el abogado Cúneo
Libarona. Más aún, ella dice que Cúneo le contó
todo sobre las armas por la bronca que tenía cuando el riojano
le rescindió el contrato.
Cuando en el 98 Di Natale se decidió a hablar se abrieron
múltiples causas judiciales con sus denuncias, pero ninguna avanzó.
Había deschavado, entre otras cosas, que en las oficinas de la
calle Florida que tenía el ex cuñado de Menem, se
cocinaban todas las privatizaciones. Lo sabe, decía, porque
era la encargada de llevar la agenda, un preciado objeto que también
entregó a la Justicia.
HABLAN
ZULEMA, BALZA, IMPUTADOS Y ABOGADOS
Cuando todos tiran contra todos
Zulema Yoma dijo ayer que está
totalmente convencida de que la muerte de su hijo está
relacionada con la venta ilegal de armas a Ecuador y Croacia. Y reclamó,
a través de su abogada, que la investigación no se detenga
en Emir Yoma, léase que llegue hasta su ex marido. En esa y otras
direcciones apunta una catarata de confesiones y reclamos desatada como
consecuencia de la detención de Yoma el sábado pasado. Los
decretos estaban dibujados, son completamente falsos,
reiteró ayer el ex jefe del Ejército Martín Balza,
sobre las resoluciones que habilitaron desde el Gobierno el contrabando.
Yo creo que Balza conocía perfectamente bien todo,
contraatacó el ex jefe de Cargas y Complementos de Fabricaciones
Militares de Río Tercero, Omar Gaviglio. Recordó, además,
que las autoridades de la planta cordobesa solían comentar ante
el personal sin ningún inconveniente que armas y municiones
se transportarían desde allí a Croacia. Incluso cree que
existe íntima relación entre la venta de armas
y la explosión en Río Tercero.
A Roberto Sassen Van Sloo, uno de los directivos de la empresa ecuatoriana
Prodefensa que en 1995 compró armas argentinas a través
de Fabricaciones Militares, le dijeron que no se hiciera ningún
problema porque el negocio estaba totalmente arreglado desde arriba,
aseguró su abogado, Miguel Bootelo. El letrado dijo que el empresario
ecuatoriano que está prófugo trató directamente
con los ex directivos de FM Luis Sarlenga y Edberto González de
la Vega.
La señora Zulema dijo que nueve días antes de la muerte
de Carlitos, él fue el primero que se enteró de la existencia
del contrabando. Y en esa oportunidad el chico le dijo a su madre: Al
papi lo están pasando. Esto podría tener complicaciones
internacionales. Y ante la impotencia de denunciar el tema, el joven
le adelantó: Me van a matar, relató Ana
Herren, abogada de la ex primera dama.
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