Principal RADAR NO Turismo Libros Futuro CASH Sátira
KIOSCO12


Piden la detención de Stroessner y Contreras

Por el Plan Cóndor, el juez Canicoba Corral los acusa de formar una asociación ilícita
junto con Videla.
Origen: �El Plan Cóndor surge de un acuerdo del máximo nivel de los Estados argentino, chileno, uruguayo, paraguayo, boliviano y brasileño�.

El juez Rodolfo Canicoba Corral ordenó la captura internacional del ex presidente de Paraguay, Alfredo Stroessner, del ex jefe de inteligencia de Chile, Manuel Contreras y la indagatoria, para el 5 de junio, del represor Jorge Rafael Videla, en la causa en que investiga el desarrollo del Plan Cóndor. Es la primera vez que la Justicia acusa a tres altos funcionarios de tres Estados distintos de formar una asociación ilícita. El juez remarcó, además, que existió “una organización criminal que actuó en el Cono Sur (...) destinada y dedicada a la comisión de los delitos de secuestro agravado, aplicación de tormentos, homicidio y desaparición forzada de personas en el territorio de los países involucrados y mediante el uso criminal del aparato del Estado respectivo”.
“La acreditación del Plan Cóndor surge de un acuerdo del máximo nivel político y militar de los estados argentino, chileno, uruguayo, paraguayo, boliviano y brasileño, todos los cuales definieron tener su sede operativa en Chile”, señala el juez Canicoba Corral, en una resolución que está basada en gran medida en los elementos presentados por los abogados querellantes Alberto Pedroncini, David Baigún, Albor Ungaro, Ernesto Moreau y Carlos Zamorano en representación de seis mujeres que tienen familiares desaparecidos.
Alfredo Stroessner fue el señor de la vida y la muerte en Paraguay durante más de 30 años, hasta que en 1989 lo destituyó un golpe comandado por su pariente Andrés Rodríguez. Más tarde, el hallazgo de gran cantidad de documentación en oficinas de Asunción se convirtió en la primera prueba a escala masiva del Cóndor. Vive en Brasil.
Manuel Contreras fue el encargado de la inteligencia militar durante los años más feroces de la dictadura de Augusto Pinochet, que también está imputado en la causa. Dirigió los principales operativos de secuestro, tortura y asesinato dentro y fuera de Chile. En el exterior ordenó el asesinato de Orlando Letelier, el canciller del presidente socialista Salvador Allende que fue asesinado durante su exilio en Washington junto a su secretaria Ronnie Moffit. Contreras está preso en Chile, con arresto en su casa.
Jorge Videla, jefe del Ejército en la primera junta militar de la dictadura y primer presidente del gobierno que tomó el poder en 1976, ya fue condenado en 1985 por casos de homicidio y tortura. Indultado por Carlos Menem, actualmente está procesado por el robo de bebés. Su participación en el Plan Cóndor se sumaría como otra carga más a su foja de servicios. Cumple arresto domiciliario en su departamento de Belgrano.
El texto de la resolución reconoce que el objetivo de la Operación Cóndor fue “la obtención, intercambio y ordenamiento de la información de inteligencia” sobre quienes eran considerados “izquierdistas, comunistas y marxistas para eliminar sus actividades” del Cono Sur. “Preveían operaciones conjuntas contra víctimas en todos los países miembros” que incluían “también el traslado de las víctimas de un país a otro”. La confirmación de que los tres países actuaban de común acuerdo surgió tiempo atrás de informes de inteligencia de Estados Unidos.
Desde un principio los abogados que impulsaron la investigación sostuvieron que la mayoría de los delitos investigados se cometieron en la Argentina, y por eso deben ser juzgados aquí. El juez responsabilizó a Stroessner, Videla y Contreras por la privación ilegal de la libertad de ciudadanos argentinos, chilenos, paraguayos y uruguayos.
Lo que el abogado Pedroncini destacó es que “la decisión judicial fue juzgar no sólo el delito de desaparición forzada de personas cometido en territorio argentino sino también los casos en que los autores o las víctimas fuesen argentinos”.
Tanto a Contreras como Stroessner se los acusa de haber liderado la asociación ilícita, que es un delito no excarcelable. Por eso Canicoba Corral –que se hizo cargo del expediente después de que renunciara su colega Adolfo Bagnasco– pidió que sean extraditados y detenidos en forma preventiva. Para llegar a esta decisión, que firmó el 11 de abril, el juez invocó la Convención sobre imprescriptibilidad de los crímenes de guerra y de lesa humanidad, la Declaración de la Asamblea General de las Naciones Unidas sobre la Desaparición Forzada de Personas (1992) y la Convención Interamericana sobre Desaparición Forazada de Personas (1994).

 

PRINCIPAL