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CAVALLO DIJO QUE PRONTO ENVIARA AL CONGRESO UN PROYECTO DE LEY
La canasta se llenará con euros más rápido

En un primer momento, Cavallo decía
que en algunos años se sumará el euro al dólar para fijar la paridad cambiaria
con el peso. Pero ahora afirmó que
�en algunas semanas� se definirá la
iniciativa para debatirla en el Congreso.

Domingo Cavallo, ayer en la quinta
del Presidente Fernando de la Rúa.

Domingo Cavallo da pasos cada vez más decididos hacia la canasta de monedas. A poco de asumir en Economía, sorprendió con su anticipo de que “en dos o tres años” podría tomarse al euro como valor de referencia del peso, junto al dólar. En sus viajes a Estados Unidos, Canadá y Francia reiteró esa idea. Y aunque nunca explicó detalladamente cómo sería el nuevo esquema cambiario, no pierde oportunidad para insistir en que en algún tiempo la convertibilidad será distinta a como actualmente se la conoce. Pero hasta ahora siempre manifestó que eso ocurrirá más adelante, en algunos años. Sin embargo anteanoche, en el programa de Mariano Grondona, planteó que “en algunas semanas” podría girarse un proyecto de ley al Congreso para que el valor del peso esté regido en función del dólar y del euro. No fue un anuncio formal, sino que dijo que es algo que podría ocurrir. Pero ayer volvió a dar un indicio de que el tema podría acelerarse, ya que no descartó que la iniciativa llegue al Parlamento en poco tiempo más.
“Esto servirá para mejorar las cosas y tengamos la mejor moneda, para cuidar el ahorro y el valor del trabajo de los argentinos. Con eso, el peso será cada vez más valioso”, sentenció Cavallo, luego de su reunión con Fernando de la Rúa. Es claro que el ministro pretende instalar la idea de que se pasará a una canasta de monedas. Y ahora parece dispuesto a acelerar los plazos de su instrumentación. Pero su discurso sigue siendo ambiguo en cuanto a fechas y, sobre todo, carente de precisiones sobre las características del proyecto. Lo único que enfatiza es que la gente “no tiene por qué preocuparse”. De la Rúa también se refirió ayer al tema, al ratificar “en forma absoluta la convertibilidad y la paridad cambiaria”.
Ambos parecen estar preparando el terreno para que la gente y los inversores se hagan a la idea de que próximamente –y ahora sería más rápido de lo anunciado por Cavallo en un primer momento– se saldrá del esquema de tipo de cambio fijo con el dólar. Y procuran despejar cualquier temor a que esa transformación implique una devaluación. A pesar de sus esfuerzos en ese sentido, son varios los economistas que critican a Cavallo por generar incertidumbre respecto a la política cambiaria. Aseguran que mientras la gente y los empresarios no tengan certeza sobre qué ocurrirá con el peso, el consumo y la inversión seguirán estancados. Tal vez por ello Cavallo estaría dispuesto a delinear un proyecto más rápidamente, a fin de que la política cambiaria no se convierta en un nuevo obstáculo para la salida de la recesión.
De hecho, tanto el ministro como el Presidente insistieron en que “no habrá devaluación”. También lo dijo el secretario de Hacienda, Jorge Baldrich, quien ratificó que “lejos de generar una devaluación” la inclusión del euro en el régimen de convertibilidad “aumenta la cobertura de los ahorristas”. “Lo que hace es ampliar el menú de opciones de los ahorristas y de la población”, agregó.
A pesar de las supuestas ventajas, el Fondo Monetario y el Banco Mundial no muestran ningún entusiasmo por el paso a una canasta de monedas. En su reciente entrevista con el director gerente del FMI, Horst Koehler, Cavallo explicó que la medida se tomaría cuando el euro se revalorice en relación al dólar. Sin embargo, Cavallo no descartó ayer que la iniciativa se concrete en las próximas semanas. Ante el nuevo escenario, la cuestión cambiaria se convertirá en uno de los principales puntos de discusión con la misión del FMI que llegará pasado mañana a Buenos Aires.

 

Privatizar el cobro de impuestos

Una de las herramientas con las que Domingo Cavallo piensa hacerse de recursos inmediatos es la privatización del cobro de impuestos. Por lo pronto, el secretario de Hacienda, Jorge Baldrich, sostuvo ayer que esa política “es una de las alternativas que sugerimos a las provincias”. Al primer distrito que Cavallo le sugirió esa idea y lo explicitaron en un acuerdo fue a la Provincia de Buenos Aires. El ministro tiene pensado privatizar el cobro de impuestos, pero no así la fiscalización. En ese sentido, Baldrich afirmó que no se está alentando la tercerización de las tareas de control de la AFIP ni las de las direcciones de rentas provinciales.

 

Las cartas de Pou

Ya no está en discusión si Pedro Pou dejará o no de ser presidente del Banco Central. Ahora lo que se está definiendo es de qué forma se irá de la entidad monetaria. Si será en términos pacíficos, o desencadenando una tormenta política en el Gobierno. Como es habitual en él cuando enfrenta cuestionamientos, escribió cartas para distintos destinatarios para fijar sus posición. Y en esta oportunidad no fue la excepción. Pou envió misivas a Fernando de la Rúa, a Domingo Cavallo y a los líderes de la banca más concentrada. Esa estrategia de pelea encolerizó al ministro de Economía, que había denostado la política monetaria aplicada por Pou en los últimos tres años, señalándola como una de las causas de la prolongada recesión. En un primer momento, Cavallo pensaba salir con cruces violentos contra Pou, pero al tranquilizarse optó por esperar el dictamen de la Comisión Bicameral que está evaluando la gestión del titular del Central para recomendar a De la Rúa su remoción. El martes se reunirán los legisladores y, de acuerdo con lo que trascendió, sugerirán al Presidente el despido de Pou, señalando las graves y ruinosas, para el fisco, medidas de salvataje de bancos que impulsó desde el BC. De la Rúa, para descomprimir la situación, afirmó que “es muy importante que quede en claro la autonomía de la autoridad monetaria”, aunque no especificó si quiere que Pou se quede o no. Si bien Cavallo no lo quiere, no es menor que Fernando de Santibañes, amigo y uno de los principales consejeros del Presidente, sea uno de sus principales aliados. Vale recordar que De Santibañes era presidente y uno de los accionistas del Banco de Crédito Argentino, luego comprado por los españoles de BBV. Y que Pou le dio una ayuda incalculable en 1995 en pleno efecto tequila, puesto que el Crédito sufría una incesante fuga de depósitos, y desde el Central lo ayudaron a evitar el derrumbe.

 

AUTOS, AUTOPARTES, FRIGORIFICOS Y ECONOMIAS REGIONALES
Más sectores para auxiliar

A medida que pasan las semanas, crece la ansiedad entre los empresarios por conocer qué sectores serán favorecidos con políticas activas. Antes que ese apetito se convierta en críticas por la demora en la implementación de las medidas, Domingo Cavallo entregó ayer nuevas definiciones sobre el plan de competitividad. Precisó que la próxima semana se anunciarán medidas en favor de la industria automotriz y las autopartistas, los frigoríficos –en especial para las empresas vinculadas al problema de la aftosa–, y las economías regionales. Estos sectores se suman a los de máquinas y herramientas, textil, indumentaria y calzado, como los primeros que recibirán ayuda para escapar de la recesión.
Cavallo destacó que las medidas tenderán a que “todos los sectores de la economía logren plena competitividad”. Aún no se conocen detalles sobre cuáles serán las acciones de fomento, pero el ministro adelantó que se bajarán impuestos y se buscará un acuerdo con el sector bancario para facilitar las condiciones de acceso al crédito y disminuir las tasas de interés. Los costos impositivos y de financiamiento son los mayores obstáculos que denuncian las empresas para producir. Pero Cavallo también adelantó que se avanzará en la flexibilización laboral. Para ello, el Gobierno convocará a los sindicatos y a los empresarios de los rubros a promover, a fin de que convengan nuevos convenios de trabajo.
“No diría que hay que hacer un esfuerzo, sino que cada uno debe poner su parte para que la economía pueda crecer”, explicó Cavallo. El plan de competitividad consistirá en un abanico de acciones, que abarquen cuestiones financieras, impositivas, laborales y comerciales. En este último caso, se promoverá la reimplantación de la factura conformada y se negociará con Brasil un intercambio compensado para los sectores afectados por la devaluación del real. Los productores de calzados y textiles son los que más reclaman la implantación de cupos de importaciones de Brasil.
De los nuevos sectores mencionados por Cavallo para acceder a medidas de promoción, el que hizo más fuerte lobby fue el automotor. Ejecutivos de las terminales se reunieron con el secretario de Industria, Carlos Sánchez, y le plantearon que sin medidas de apoyo el sector no podrá remontar la fuerte crisis. Los empresarios reclaman un acuerdo entre la Nación y las provincias para que bajen impuestos, como Ingresos Brutos y al que pesa sobre los vehículos diesel, del 10 por ciento.

 

Recorte de $ 300 millones

El Gobierno apura la definición de un nuevo ajuste del gasto público, con el que buscará convencer al FMI de que se cumplirá la meta fiscal del año. El próximo lunes llegará a Buenos Aires una misión del organismo, a la que Economía le presentará sus nuevos planes. El secretario de Hacienda, Jorge Baldrich, confirmó ayer que “se hará un ajuste del gasto burocrático”. Y precisó que abarcará a todos los ministerios, empezando por los de Salud y Economía. También dijo que habrá una reestructuración del gasto en la Anses. El recorte global ascendería a unos 300 millones de pesos. “El Gobierno avanza en su programa fiscal, que es muy serio y se basa en respetar la Ley de Solvencia Fiscal”, señaló Baldrich, quien subrayó que “hay que hacer un reacomodamiento (del gasto) porque la Ley Fiscal así lo exige”. En los próximos días, Domingo Cavallo presentará al gabinete un conjunto de medidas de ajuste, entre las que se incluye una limitación en las compras y contrataciones y un esquema de reestructuración de organismos.

 

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