Por Pedro Lipcovich
Fue levantada la publicidad
de Cafiaspirina ¡Cómo estamos hoy! ¿Eh?-,
luego de haber sido objetada, en Página/12, por promover los consumos
adictivos. La Administración Nacional de Medicamentos y Tecnología
Médica (Anmat), a cargo de fiscalizar las propagandas de remedios,
se percató de que el contenido de los avisos difería del
que la firma Bayer había presentado para su aprobación:
la empresa misma, cuando esto le fue observado, decidió levantarlo
y presentarnos una nueva opción, según una fuente
de la Anmat, y admitió que en el aviso no se dice para qué
sirve el medicamento. El secretario de Prevención de las
Adicciones, Horacio Cortese, estimó que ese hecho publicitario
no debió producirse.
El protagonista de los avisos afrontaba un intenso día de actividad
laboral y social con ayuda de la pastilla. La nota publicada el 3 de abril
en este diario sostenía que la campaña publicitaria
de Cafiaspirina promueve los consumos adictivos. Los spots de la tele
no comunican ni mencionan los usos terapéuticos de la aspirina
sino que procuran ligar su consumo con un genérico estado de bienestar
y alto rendimiento social y laboral.
Después de publicada esa nota, un miembro de la Comisión
de Evaluación de Publicidad y Propaganda de la Anmat se comunicó
con este diario para admitir que el laboratorio excedió notablemente
la publicidad que había sido autorizada por nosotros. Sucede que
las empresas, para la aprobación, no envían el video ya
realizado, lo cual resultaría demasiado costoso en caso de no ser
aprobado, sino un guión: pero a veces nos presentan una cosa y
después resulta ser otra.
Esta semana, Saúl Drajer, integrante de aquella comisión
de la Anmat, comunicó que el aviso está levantado
por decisión de la empresa: después de que la comisión
se comunicó con ellos para decirles que en el aviso había
diferencias con respecto al texto y diseño aprobado, decidieron
levantarlo y presentarnos una nueva opción. Según
Drajer, al aviso le falta decir qué razones tendría
una persona para tomar el medicamento: el anuncio tiene que referirse
a las indicaciones precisas del producto: febrífugo y analgésico;
a juicio de la comisión, estas indicaciones no aparecen claramente.
¿No sería conveniente que, cuando las empresas ya
tienen el video publicitario terminado, antes de difundirlo lo presenten
a la Anmat? -preguntó Página/12.
No se hace de ese modo porque tenemos la potestad de levantar la
publicidad si no está de acuerdo con el guión aprobado contestó
Drajer.
Pero la publicidad de Cafiaspirina estuvo más de dos semanas
en el aire y se retiró después de la nota en este diario.
Ya antes de esa nota veníamos ocupándonos del tema
respondió el doctor Drajer. La Comisión de Publicidad
de la Anmat cuenta con 15 integrantes.
Mariano Botas, gerente de relaciones institucionales de Bayer, confirmó
el retiro del aviso, pero no lo vinculó con ninguna advertencia
de la Anmat: Son tiempos de la publicidad: depende de la estrategia
para cada producto; en este momento la campaña no está en
el aire, pero puede volver.
Consultado el secretario de Prevención de las Adicciones y Lucha
contra el Narcotráfico, Lorenzo Cortese, señaló que
no nos corresponde la regulación de la publicidad vinculada
con sustancias no controladas (no prohibidas). De todos modos, ese
hecho publicitario no debió producirse, porque no se atiene a presentar
un producto medicinal en el marco de su finalidad en condiciones de uso
normal.
El artículo del 3 de abril en este diario sostiene que las
conductas adictivas, promovidas por mensajes como el que publicita la
Cafiaspirina, son encauzadas hacia determinadas sustancias mientras se
prohíben otras, que la adicción no reside en
la sustancia que se elija sino en lamodalidad del consumo y que
la postura favorable a la legalización de sustancias psicoactivas
hoy prohibidas ubica el problema en el único terreno donde puede
ser enfrentado con perspectivas de éxito. ¿Qué
responde usted? preguntó Página/12 al doctor Cortese.
El de la prohibición o legalización es un debate vigente
y que tal vez persista en señalar que el actual no es el camino
correcto: pero es el que ha tomado, en estos tiempos, la mayor parte de
la humanidad. Coherente con este camino, la Argentina tiene una legislación
que el Gobierno respeta y aplica contestó el funcionario.
Las �equivocaciones�
de una nota
La firma Bayer hizo llegar a este diario una respuesta a
las equivocaciones de la nota del 3 de abril. Señala
que el pack de Cafiaspirina contiene todas las indicaciones
requeridas por la ley; que aquella nota no cita la fuente
de los consensos médicos internacionales
que vinculan la aspirina con la úlcera de estómago;
afirma que el máximo de consumo diario autorizado por
farmacopeas internacionales es de 8 comprimidos de Cafiaspirina
y que dado que se compara con sustancias como cocaína
o anfetaminas, sería interesante contar con la fuente que describe
un síndrome de abstinencia con Cafiaspirina.
De las equivocaciones, ninguna se refiere a la cuestión
central en la nota criticada: si la publicidad de Cafiaspirina levantada
tras la publicación de aquella nota promueve conductas
adictivas.
Es cierto que el pack de 100 comprimidos contiene las indicaciones
y la cantidad de cafeína: pero Bayer no puede ignorar que la
forma de expendio más frecuente es el fraccionamiento por tira,
sin indicaciones.
La relación entre aspirina y úlcera gástrica
puede leerse, por ejemplo, en la página web del National Digestive
Diseases Information Clearinghouse (NIDDK) de Estados Unidos (www.niddk.nih.gov.health/digest/pubs/ulcers):
Los antiinflamatorios no esteroideos como la aspirina hacen
el estómago vulnerable al efecto dañino del ácido
y la pepsina; interfieren con su capacidad para producir mucus y bicarbonato
y afectan el flujo sanguíneo y la reparación de las
células. Pueden causar la falla de los mecanismos de defensa
del estómago, lo cual resulta en un riesgo incrementado de
desarrollar úlceras. Es claro que los ocho comprimidos
diarios de las farmacopeas internacionales se refieren
a períodos breves y no a un consumo habitual como el que implica
el aviso publicitario retirado.
La nota no planteaba que la Cafiaspirina dé lugar a un síndrome
de abstinencia, sino que el aviso publicitario levantado podría
aplicarse exactamente igual a otros estimulantes, permitidos o prohibidos. |
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