Por Horacio Cecchi
Tres delincuentes asaltaron
una casa de familia de Flores y tomaron como rehenes a una abuela, su
hija y sus dos nietas. La policía, alertada por los vecinos, sitió
la casa y logró rescatar a las dos menores y su abuela. Los asaltantes
retuvieron a la madre de las dos chicas y durante nueve horas y media
negociaron con el grupo GEOF, exigiendo un auto para escapar con la rehén.
Finalmente, a las cuatro y media de la madrugada de ayer, tras liberar
a la mujer, los delincuentes se entregaron. El caso no fue más
espectacular que otros, pero tuvo dos ingredientes novedosos. Uno, que
por primera vez los federales lograron establecer un riguroso cerco hacia
fuera y hacia dentro: ni los asaltantes pudieron salir, ni los periodistas
y curiosos entrar. El otro, que la Federal preparó una pantalla
que transmitía en directo imágenes tomadas por una cámara
policial ubicada en un lugar privilegiado y formalizó una invitación
a los medios: para la prensa que lo mira por tevé.
Alrededor de las nueve de la noche, María Ramos, de 40 años,
llegó a su casa. Dentro la esperaban para la cena, su madre, de
62, y sus dos hijas, de 8 y 13. La casa de Aranguren 1927, con salida
por Terrero 515, contaba con un verdadero despliegue de seguridad: alarma,
vidrios blindados, llaves de seguridad, puertas internas blindadas, visor
externo. Pero tanta medida no le sirvió de nada. Tres jóvenes
con una pistola 9 milímetros la amenazaron cuando ingresaba al
garaje.
Al escuchar ruidos extraños, la abuela se encerró bajo llave
en la cocina de la planta superior, con las dos nenas, y comenzó
a gritar, mientras los tres asaltantes se dedicaban a guardar en el auto
de Ramos todo lo que encontraban a su paso. Pero un vecino sospechó
problemas y llamó al Comando Radioeléctrico, y en dos minutos
y medio dos patrulleros de la comisaría 50ª llegaban al lugar
para entablar una negociación cara a cara, mientras la abuela seguía
gritando y un oficial lograba colarse dentro de la casa, saltando a un
patio, para finalmente lograr calmar a la abuela y a las dos nenas. Durante
dos horas se mantuvo dentro con ellas hasta que lograron rescatarlas.
Quedaba Ramos y sus tres captores. A esa altura ya había llegado
el grupo GEOF, comandado por el subcomisario Claudio Pereyra, dos helicópteros
sobrevolaban la casa, y la seccional se encargaba de establecer un vallado
200 metros a la redonda. Comenzaba por primera vez a ponerse en práctica
exitosamente el sistema del Comité de Crisis y los tres anillos:
uno, en contacto directo con la vivienda, al que sólo podían
acceder los GEOF de Pereyra. Otro, de radio mayor, al que accedían
los diferentes integrantes del CC, presidido por el comisario inspector
Alejandro del Franco. Y el tercero, un vallado al protagonismo periodístico,
sobre el cual se arremolinaban curiosos, vecinos, medios, y donde se ubicaba
la novedosa Sala de Situación, con pantalla y transmisión
en vivo y en directo pero a cargo de los GEOF. Desde allí, los
medios podrían presenciar los hechos y grabar, pero no transmitir
en directo.
Tres horas después de iniciado el caso, los asaltantes recibieron
uno de sus dos pedidos: pizza y agua mineral. El otro, un auto para escapar,
jamás fue aceptado por el negociador policial. Nueve horas y media
más tarde, Ramos fue liberada. Instantes después, los tres
asaltantes se entregaron. Uno de ellos es menor, de 17 años y será
trasladado al Instituto Agote. Los otros dos, de 22 y 18, a la U2 de Devoto.
Los tres tienen antecedentes por robo. A las cinco de la tarde de ayer,
ya superado el trance, el director general de Comisarías Zona Sur,
Carlos Capuchetti; el jefe del CC, Del Franco; Pereyra de los GEOF; y
Alberto Díaz, jefe de la 50ª, secundados por 8 comandos, dieron
una escueta y entusiasta conferencia de prensa para los medios que lo
miraron por tevé
OTRO
POSIBLE CASO DE LEPTOSPIROSIS
Alerta en Quilmes
Una niña de ocho años,
que falleció en su casa de Quilmes, podría ser una nueva
víctima fatal de la leptospirosis. Voceros de la guardia de Pediatría
del Hospital de Quilmes confirmaron a Página/12 que la chiquita
fue llevada allí, pero al ingresar ya había fallecido.
Los médicos tomaron muestras de sangre y ordenaron la realización
de análisis para determinar las causas de la muerte. Los resultados
demorarán unos cuantos días, de manera que por ahora
resulta aventurado decir que fue una nueva víctima de la leptospirosis,
aclaró una de las médicas consultadas.
La niña, según dijeron sus padres, presentaba dolores estomacales,
vómitos y diarrea desde hacía una semana. Al parecer, antes
de llegar al Hospital de Quilmes, la niña fue atendida por un médico
que habría dicho que podía tratarse de un nuevo caso de
leptospirosis. Sin embargo, en el hospital quilmeño que ya
intervino en más de 40 casos registrados en ese partido los
profesionales insistieron en señalar que todavía es
prematuro decir las causas.
La niña, que vivía con su familia en Larrea y Namuncurá,
en Quilmes Oeste, fue llevada al hospital por su madre, María de
los Angeles Delauqui, de 26 años. En la caso intervino el juez
de menores de turno, Carlos Cairo, quien ordenó la realización
de una autopsia para determinar las razones de la muerte. El cuerpo fue
trasladado a la Morgue Judicial.
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