Por Carlos Rodríguez
Ver televisión es la
actividad más difundida en el tiempo libre de los chicos que concurren
a la escuela pública primaria de la Ciudad de Buenos Aires: nueve
de cada diez pasan, en promedio, 13 horas semanales frente a la pantalla.
En contraste, un 62 por ciento lee libros, revistas o diarios, a razón
de seis horas promedio por semana, y sólo el 33 por ciento tiene
acceso, en su casa, a una PC. La práctica de deportes es habitual
sólo para el 42 por ciento y es menor aún 38 por ciento
el porcentaje de los que realizan estudios de idiomas (13 por ciento),
música (8 por ciento), computación (7 por ciento), danzas
(7 por ciento) y teatro (3 por ciento). La encuesta realizada por iniciativa
de la Secretaría de Educación del Gobierno porteño
determinó que el 51 por ciento de los chicos pasa su tiempo libre
con la madre, el 21 por ciento con el padre y la madre y apenas el 9 por
ciento sólo con el padre. También son las madres las que
más ayudan a los niños a realizar sus tareas escolares.
El secretario de Educación porteño, Daniel Filmus, destacó
que de las conclusiones del trabajo realizado por la encuestadora
Mori entre 1297 padres surge que los consultados confían
en la escuela pública y la ven como una autoridad, a pesar
de las dificultades por las que atraviesa. La Secretaría analiza
ahora políticas tenientes a incentivar el rol de la escuela
en la formación de los chicos, sobre todo teniendo en cuenta
que es bajo el porcentaje de alumnos que realizan estudios complementarios
y que sólo uno de cada tres tiene acceso a las computadoras
fuera del colegio. Lo que se busca es fomentar las escuelas bilingües
y, dada la incidencia de la TV, coordinar con la Asociación de
Televisoras Argentinas (ATA) un programa para llegar a los niños
con un mensaje acorde.
La encuesta fue realizada entre padres de chicos que concurren a 29 escuelas
y 156 grados. El estudio se hizo el martes 10, al finalizar la jornada
en la que más de 170 mil padres se acercaron a los colegios, convocados
por el gobierno porteño. Los encuestados dijeron tener una
buena y fluida relación con la escuela, sobre todo por medio
de uno de los canales tradicionales: el cuaderno de comunicaciones. Si
bien el 86 por ciento calificó de positiva la relación,
siete de cada diez padres manifestaron que la escuela debería
ofrecer otros ámbitos de participación, haciendo hincapié
en las cuestiones pedagógicas.
El objetivo central de la encuesta fue evaluar las actividades de los
chicos en su tiempo libre. La mayoría lo pasa en familia, sobre
todo con la madre, a pesar de que el 71 por ciento de los hogares consultados
está compuesto por ambos cónyuges. El 22 por ciento vive
sólo con la madre, apenas del dos por ciento sólo con el
padre y el resto con otros familiares. Uno de los datos más relevantes
fue que tres de cada diez chicos no hacen ninguna actividad recreativa
o de formación por fuera de ir a la escuela y hacer su tarea en
el hogar.
Del mismo modo, cuatro de cada diez chicos que concurren a escuelas
públicas de la ciudad no fueron al cine, ni a exposiciones, ni
a museos, ni al teatro ni a recitales de música en los últimos
dos meses, lo que establece la fuerte incidencia de la escuela en
su formación educativa. Sólo el 42 por ciento de los chicos
fue al cine alguna vez en los últimos sesenta días, lo que
estimula según resaltó Filmus la necesidad de
continuar con el programa La escuela, al cine,
que tiene por objetivo llevar a ver películas a 3600 alumnos de
16 escuelas de los barrios más carenciados de la Capital Federal.
El 42 por ciento de las escuelas a las que concurren los hijos de los
padres encuestados son de nivel socioeconómico bajo o medio
bajo, un 34 por ciento son de nivel medio y el 24 por ciento corresponde
a un status social medio alto. En ese marco, Filmus subrayó
que los padres y madres de nivel económico social más
bajo son quienes mejor valoraron la convocatoria del 10 de abril
y son ellos también los que esperan que estas actividades
continúen y se acrecienten.
Entre los chicos de las escuelas primarias, sólo el 33 por ciento
tiene acceso a una PC en su casa, en contra de la estadística general
que indica que el 50 por ciento de los mayores de 18 años que viven
en la Capital Federal tiene una computadora en el hogar. Por eso
sostuvo Filmus la escuela pública tiene que seguir
trabajando para mejorar, en pos de lograr la igualdad de posibilidades.
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