Por
Elmar Dreher
y Volker Gundrum
Desde Imola
El
alemán de BMW-Williams Ralf Schumacher venció en el Grand
Prix de San Marino de Fórmula 1 en el circuito de Imola, en el
que su hermano Michael abandonó y fue segundo el escocés
de McLaren-Mercedes David Coulthard, que de ese modo alcanzó a
Michael Schumacher en el liderazgo del Mundial de pilotos. En su décimo
podio, el piloto de 25 años ya es el cuarto clasificado del Mundial
de pilotos con 12 puntos, tras su hermano, Coulthard, ambos con 26 puntos,
y Barrichello, que tiene 14.
Mientras su hermano tuvo problemas técnicos y abandonó en
la vuelta número 25, Ralf se colocó en la punta de la prueba
largando desde la segunda línea, superando a los dos McLaren-Mercedes,
que ocupaban la primera. Todo funcionó perfectamente, las
suspensiones, el motor..., declaró al término de la
prueba el vencedor.
Lideró la carrera escoltado en todo momento por el escocés,
que cimenta así sus ambiciones de destronar al tres veces campeón
del mundo, Michael Schumacher, igualando los puntos del alemán
en la cabeza de la tabla.
El honor de Ferrari quedó salvaguardado en casa por
el brasileño Rubens Barrichello, que quedó tercero en el
circuito Enzo e Dino Ferrari. Los 130.000 tifosi
reunidos en Imola vieron mitigada la decepción, pero, tras la derrota
sufrida en el Gran Premio de Brasil hace dos semanas, la tercera plaza
no es suficiente.
El sueño de Michael Schumacher de conseguir la tercera victoria
consecutiva en la casa de Ferrari no pudo convertirse en realidad. No
es nuestro fin de semana, diría en los boxes resumiendo su
decepción.
Tras perder
el sábado la pole frente a sus máximos rivales, los McLarenMercedes
de Coulthard y de su antecesor en el título, el finés Mika
Hakkinen, además debió abandonar la carrera. Aludió
a una mala salida y a la mala suerte para explicar su descenso hasta la
séptima y luego octava posición. Más tarde vendrían
los problemas técnicos y el abandono.
El finés Mika Hakkinen entró cuarto, sumando puntos por
segunda vez en la temporada 2001, en una carrera que sólo terminaron
12 pilotos, entre ellos los brasileños Enrique Bernoldi (Arrows)
y Luciano Burti (Jaguar), que fueron décimo y undécimo.
El español Fernando Alonso (Minardi) fue el primero en abandonar,
en la vuelta 7. Empecé teniendo problemas muy pronto debido
a que mi coche no aceleraba como debía, incluso pisando a fondo.
Intenté llegar a los boxes para ver si se podía arreglar
el problema, pero fui demasiado rápido y acabé contra las
barreras, dijo Alonso al término de la prueba.
El colombiano Juan Pablo Montoya (Williams-BMW) también abandonó,
en la vuelta 49. En mi segunda parada en boxes tuve un problema
con el embrague y no podía volver a acelerar. Conseguí salir,
pero luego lo único que pude hacer fue regresar al box, reconoció
Montoya. Hemos tenido mala suerte, pero estas cosas ocurren,
concluyó.
La próxima carrera de la temporada es el Gran Premio de España,
que se celebra en el circuito barcelonés de Montmeló. Allí,
además de una nueva situación para los pilotos, se podrán
ver de nuevo en acción los bólidos con control de tracción.
Con dos semanas suplementarias de pruebas para ponerlos a punto, los resultados
se verán el próximo 29 de abril.
LA
ALEGRIA DEL GANADOR EN EL PODIO
Esperé
cinco años para esto
Esto es lo que
se dijo después de la carrera:
He esperado este momento cinco años... He tenido suerte en
la salida, porque Coulthard lo ha hecho mal y además he repetido
la maniobra del año pasado, sólo que en esta ocasión
tenía más sitio para adelantarlo por dentro de la curva
de Tamburello. El coche funcionó de una manera perfecta, el chasis,
el motor y los neumáticos. Me habría gustado que mi hermano
Michael hubiera estado conmigo en el podio, pero no ha sido posible, aunque
lo ocurrido es inolvidable (Ralf Schumacher, el ganador).
En la largada me patinaron
mucho las ruedas y Ralf lo ha aprovechado para pasarme por adentro. Después
fue la carrera más anodina del año. Lo mejor es haber vuelto
a subir al podio y los seis puntos que me permiten igualar a Michael Schumacher
en el Campeonato del Mundo (David Coulthard, el segundo).
Mi largada fue muy mala
ya que hice patinar mucho mis ruedas; he podido pasar a Michael porque
tenía problemas con la caja de cambios, pero no he podido hacer
lo mismo con Hakkinen, ya que aquí en Imola es una maniobra muy
difícil, sin embargo cuando se paró a reabastecer he podido
acelerar al máximo y conseguir el tercer puesto. Teniendo en cuenta
la largada tan mala que he hecho, creo que el resultado obtenido es bueno
y que he hecho una de mis mejores carreras (Rubens Barrichello,
el tercero).
Otra vez no he podido
terminar la carrera y otra vez eso me molesta. Cuando paré por
segunda vez he tenido un problema con el embrague y no me entraban las
marchas, por fin metí la primera y pude volver a la pista, pero
el resto seguían sin funcionar, así que he tenido que parar
de nuevo en boxes y retirarme. Sé que es mala suerte y que estas
cosas ocurren, en cualquier caso me alegra que Ralf haya logrado la victoria
(Juan Pablo Montoya).
Estoy contento por Ralf,
siempre ha demostrado ser competitivo y a veces ha tenido mala suerte,
hoy todo le ha ido de una manera perfecta y ha vencido a lo grande. Por
primera vez dos hermanos han logrado vencer en un Grand Prix y hemos alcanzado
nuestro objetivo y nuestros padres estarán orgullosos de nosotros
(Michael Schumacher).
Mazzacane
se sigue bajando del Prost
En
Imola duró 40 minutos en carrera mientras permanece en duda su vínculo
con el team francés. Alesi no se rompe.
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Por P.V.
La defección de un manchón de la caja de cambios en el Prost
AP04-Acer Nº 23 cerró las dos semanas más agitadas
que vivió Gastón Mazzacane desde que corre en la Fórmula
1, que arrancaron con la decisión luego postergada
de que el argentino dejara el equipo francés, y que ahora trasladaron
al futuro la incógnita acerca de su continuidad en el team de Guyancourt
o en el vecino equipo Minardi a partir de los próximos GPs.
Después de una clasificación típica vigésimo
puesto, detrás del Minardi de Fernando Alonso, Mazzacane
no contribuyó a su reputación con una buena largada, quedando
en la última colocación después de que lo pasaran
el Benetton de Button y el restante Minardi, de Tarso Marques. El platense
logró superar al brasileño en la tercera vuelta, a base
de velocidad, y se fue acomodando en el marcador a medida que se iban
produciendo los abandonos, como los de Alonso, Verstappen y Raikkonen.
Tomando ritmo, Mazzacane volvió a repetir lo acostumbrado: las
diferencias con su coequiper, Jean Alesi, no son tan grandes en carrera
como en clasificación, y el argentino pudo hacer su vuelta más
rápida en el giro 21, apenas seis décimas más lento
que el mejor registro de Alesi, que finalizó el noveno lugar.
Sin embargo, otra rotura mecánica volvió a dejar al argentino
fuera de carrera por tercera oportunidad en cuatro Grand Prix, una situación
que contrasta notablemente con su coequiper, que pudo terminar todas las
carreras disputadas, con tres novenos puestos y un octavo.
No ha sido la carrera que esperaba, ya que una falla mecánica
me ha obligado a abandonar en la vuelta 30. Estoy desilusionado, ya que
el trabajo que hemos hecho durante el fin de semana me hubiera permitido
hacerlo mejor, manifestó Mazzacane tras la carrera.
Con ella
terminó una saga muy discutida sobre la continuidad del argentino,
aunque las dudas permanecen. Desde el miércoles 4 a la noche, cuando
arribó de incógnito a Buenos Aires, luego de haber probado
en Francia, hasta el viernes 6, cuando el team-manager de Prost, Joan
Villadelprat, se comunicó con el manager del argentino, Eduardo
Ramírez, para comunicarle la continuidad, Mazzacane estuvo abajo
del coche Nº 23 de la Fórmula 1. Pero dificultades presuntamente
de orden económico entre su sponsor PSN (que había
manifestado desencanto por la actuación del argentino) y el team
Prost, más la imposibilidad de conseguir un reemplazo inmediato,
restituyeron al platense a su asiento. Por eso, Mazzacane volvió
a Europa el martes, luego de cinco días de jugar a las escondidas.
Los primeros informes indicaban que esa continuidad tendría fin
tras el próximo GP, en Barcelona, España, dentro de dos
semanas, con lo que se habría estado buscando una alternativa,
que bien podría ser Minardi, dada la fluida relación entre
Giancarlo Minardi y Ramírez. No dejó de ser llamativo en
este cuadro de situación que el padre del piloto, Hugo Mazzacane,
viajara a Italia a presenciar la carrera. Mazzacane, un importante dirigente
del Turismo de Carretera, sólo había visitado a su hijo
en un Grand Prix en ocasión del debut, en el GP de Australia del
2000.
La relación entre Mazzacane y el team Prost, que se había
revelado tensa tras la carrera de Brasil, sufrió una tregua luego
de que ambas partes acordaran una disminución recíproca
de expectativas. Sin embargo, una nueva rotura del coche del argentino,
mientras el de su coequiper llega a la bandera a cuadros, no cayó
bien en el entorno de Mazzacane.
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