Primero
quiso entrar por las buenas y habló con la custodia. No hubo caso:
el Presidente no recibe a espontáneos ni en su quinta privada de
Pilar. Entonces, dio la vuelta a la esquina y probó trepando el
muro. Enseguida lo vieron, lo bajaron de prepo y, ya con firmeza, le ordenaron
que se fuera. El hombre que luego sería identificado apenas como
“García” aparentó obedecer, se subió a
su auto y lo puso en marcha. Fue entonces que hizo lo que marcaría
este domingo de Pascua: puso primera, aceleró y se estrelló
deliberadamente contra la pared de la quinta de los De la Rúa.
García acabó herido de levedad y detenido. Su Renault Clio
quedó seriamente averiado. El muro tiene un agujero. De la Rúa
ni se enteró: ya se había vuelto a Olivos.
Primero
quiso entrar por las buenas y habló con la custodia. No hubo caso:
el Presidente no recibe a espontáneos ni en su quinta privada de
Pilar. Entonces, dio la vuelta a la esquina y probó trepando el
muro. Enseguida lo vieron, lo bajaron de prepo y, ya con firmeza, le ordenaron
que se fuera. El hombre que luego sería identificado apenas como
“García” aparentó obedecer, se subió a
su auto y lo puso en marcha. Fue entonces que hizo lo que marcaría
este domingo de Pascua: puso primera, aceleró y se estrelló
deliberadamente contra la pared de la quinta de los De la Rúa.
García acabó herido de levedad y detenido. Su Renault Clio
quedó seriamente averiado. El muro tiene un agujero. De la Rúa
ni se enteró: ya se había vuelto a Olivos.