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Por
Raúl Kollmann
 Una
difícil partida de poker. El cierre de la etapa previa al juicio
oral por el atentado contra la AMIA parece exactamente eso, una difícil
partida de poker, en la cual todos esconden las cartas hasta –tal
vez– esta tarde cuando culmine el plazo de pedidos de prueba a realizarse
durante el juicio oral. Los familiares agrupados en Memoria Activa pedirán
que declaren ante el tribunal el ministro de Economía, Domingo
Cavallo, quien manifestó que sabe sobre los atentados; el ex titular
de la SIDE, Hugo Anzorreguy; el ex canciller Guido Di Tella; el ex ministro
de Interior, Carlos Corach y el ex embajador de Israel en la Argentina
Itzhak Avirán.
Los abogados del ex subcomisario bonaerense Juan José Ribelli también
van por un camino parecido ya que en su escrito pedirán que declare
en el juicio oral el ex presidente Carlos Menem, de quien creen que sabe
mucho más de lo que ha dicho hasta ahora sobre el ataque contra
la mutual judía. Por su parte, la DAIA presentaría esta
tarde sus pedidos de prueba más concentrados en tres convicciones:
que la AMIA fue volada con una camioneta-bomba, que ese vehículo
estuvo en manos de Carlos Telleldín y los policías bonaerenses
con los que trataba y que todos sabían que la camioneta se iba
a utilizar para una acción como la del atentado.
En principio, el plazo de presentación de prueba vence hoy, por
lo cual todas las partes –los fiscales, los familiares de Memoria
Activa, los que integran la agrupación Familiares, los defensores
oficiales de los policías, los defensores de Ribelli y Carlos Telleldín,
la AMIA y la DAIA- deberán entregar sus escritos esta tarde o en
las dos primeras horas de mañana.
El abogado de Ribelli, José Manuel Ubeira, le adelantó a
Página/12 que pedirá una nueva prórroga, porque “el
juez Juan José Galeano sigue sin entregar las pruebas, entre otras
cosas las autorizaciones para realizar las escuchas telefónicas,
las cintas correspondientes e incluso otras anteriores a las autorizaciones.
Nos están haciendo un juego sórdido: por un lado nos apretan
con el vencimiento del plazo y por el otro lado no nos dan los elementos”.
Ubeira agregó que ha pedido al Tribunal Oral número 3 que
anule lo aportado por los testigos de identidad reservada. “No aceptamos
testigos con capucha. Eso no está contemplado en la legislación
argentina”, redondeó el letrado. La defensa de Ribelli le
reveló a este diario que será llamado como testigo Carlos
Menem en relación con supuestas promesas incumplidas por el ex
mandatario con líderes del mundo árabe, conversaciones posteriores
que mantuvo y la posibilidad que ello constituya una clave del atentado.
El ex embajador Espinoza Melo sería también una pieza de
esta argumentación.
La DAIA por su parte, se ha opuesto a las prórrogas. Marta Nercellas,
letrada de la institución judía, insistió en que
“ya no se puede otorgar más plazos. Nosotros estamos listos
para entregar nuestro escrito. Tenemos una línea de pruebas y evidencias.
En primer lugar, que el atentado se hizo con la camioneta. Allí
ratificaremos lo que claramente aparece en varias pericias, más
algunos testimonios nuevos. En segundo lugar, que la camioneta estuvo
en manos de Carlos Telleldín, Ribelli y los demás policías.
Ratificaremos algunas evidencias, testimonios y testigos nuevos. Y por
último, mostraremos que sabían para qué se iba a
usar la camioneta a partir del comportamiento que tuvieron Telleldín
y los policías”.
Ayer, en el tradicional acto de Memoria Activa en Plaza Lavalle, Diana
Malamud adelantó que serán llamados a declarar Anzorreguy,
Corach, Di Tella, Avirán. La razón es que, para Memoria
Activa, conocen evidencias relacionadas con el atentado y que nunca salieron
a la luz, al tiempo en que se ocultaban pruebas y se desviaban pistas.
Uno de los centros de la acción de Memoria Activa estará
en el papel que jugó Carlos Telleldín, elarmador de autos
truchos, al que creen mucho más involucrado de lo que por ahora
aparece en la causa.
El tribunal ya otorgó una prórroga de diez días,
después de cinco, luego de tres y, ahora, supuestamente concederá
uno o dos días. O ninguno.
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�No
hacemos política de esa forma�
 La
agrupación H.I.J.O.S negó cualquier tipo de vinculación
con la bomba de baja potencia que estalló el jueves pasado
en el microcentro porteño, dentro de un auto que circulaba
por Sarmiento y Esmeralda, en momentos en que era manipulada por
un joven identificado como Diego Quinteros, quien perdió
un brazo por la explosión y está internado en grave
estado en el Hospital Argerich. Como en el vehículo también
viajaba Carlos Bértola, ex integrante de H.I.J.O.S y actualmente
detenido, esa agrupación salió a aclarar su postura.
“Carlos no es de nosotros. Que sea hijo de desaparecidos no
implica que pertenezca a H.I.J.O.S”, aclaró Raquel Robles,
integrante de ese organismo. En realidad, Bértola sólo
estuvo con ellos en 1995, en los comienzos de sus actividades, y
militaba en La Plata. “Después, Carlos tomó otro
rumbo, como otros hijos de desaparecidos”, agregó Robles.
Por otro lado, H.I.J.O.S adjudicó los rumores sobre vínculos
entre la agrupación y el estallido a su tarea de lucha contra
la impunidad; “después del escrache a Basilio Pertiné
(cuñado presidencial), esperábamos en represalia algo
así, aunque no que llegara a tanto”, dijo Robles. “La
verdad, no sabemos qué pasó esa madrugada, porque
hasta ahora sólo hay testimonios de policías. Pero
no son nuestras formas de hacer política. Nuestras formas
de acción directa son otras”.
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