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EE.UU. BUSCABA ANOCHE ASEGURARSE lA CONDENA DE CUBA
¿Qué tú sabes de la votación?

Los diplomáticos norteamericanos trabajaban voto por voto, presionando o prometiendo, para forzar hoy un resultado anticubano en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU. 

Fidel Castro, presidente cubano y blanco de la diplomacia norteamericana. 
Washington no quiere repetir el resultado negativo de la votación de 1998.

Por Martín Granovsky

�Como todo país serio, la Argentina solo formaliza las razones de su voto cuando lo emite�, dijo anoche a Página/12 un vocero de la Cancillería para explicar por qué el Gobierno no quería decir si votaría hoy en la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas junto con los Estados Unidos y contra Cuba. Esa era, anoche, la posición más que probable de la Administración De la Rúa, que solo podría quedar arrumbada hoy si una fuerza mayor impide la votación. Fuerza mayor quiere decir perspectiva de empate o chance de derrota abierta para Washington. En ambos casos, suponen los diplomáticos, los Estados Unidos preferirían el no voto a un fracaso como el que sufrieron en 1998.

No hay que asombrarse del secreto. El año pasado el representante argentino, Leandro Despouy, recibió las instrucciones recién de madrugada, y De la Rúa ocultó su decisión a todo el gabinete. Todos se sorprendieron, comenzando por Despouy: el Gobierno repetía el voto anticubano de Carlos Menem en lugar de volver a la abstención. Este año Despouy preside la Comisión y el representante es otro, el diplomático Enrique Solari, pero nada parece capaz de cambiar una decisión que anticipó de manera indirecta Adalberto Rodríguez Giavarini cuando dijo, la semana pasada, que �lo hecho (o sea el voto del año pasado), bien hecho está�. 
Si hay votación, y si la Argentina repite su voto, quedará en posición minoritaria dentro de los países de América latina. Solo Uruguay, Guatemala y Costa Rica acompañarán a la República Checa, que transmite la posición norteamericana. Cuba y Venezuela votarán en contra de la resolución, y la mayoría se abstendrá: Brasil, Colombia, Ecuador, Perú y México.
La posición mexicana, que fue anticipada en exclusiva por este diario en febrero último, es clave por su peso en el continente, porque estrenó nuevo gobierno, en teoría más pronorteamericano que el anterior y porque se trata del país latinoamericano físicamente más próximo a los Estados Unidos, a tal punto que comparte con ellos y Canadá el Nafta, el área de libre comercio de América del Norte. Sin embargo, el presidente Vicente Fox y el canciller Jorge Castañeda resolvieron mantener la abstención ya practicada por el Partido Revolucionario Institucional en el 2000, luego de modificar su tradicional voto procubano del pasado. 
A riesgo de aparecer poco serio según los cánones argentinos, Castañeda se explayó ayer como un equilibrista frente al senador ultraconservador Jesse Helms sobre las razones de su voto. 
Dijo que México quería estar �a la vanguardia de este movimiento internacional de protección a los derechos humanos, porque estos derechos son valores absolutos y universales�. 
Señaló que no votaría a favor de la resolución checa porque �la defensa de los derechos humanos no debe ser utilizada para otros fines�.
Pero argumentó que tampoco lo haría en contra, es decir abiertamente en apoyo de Cuba, porque �sí nos preocupan los derechos humanos en la isla�. 
El de Castañeda no era un mal modelo para el gobierno argentino. Tampoco el brasileño que, fiel a la tradición de Itamaraty, prefería el silencio de siempre, aunque estaba claro que se inclinaría casi automáticamente por la abstención. En cambio el gobierno argentino, ayudado por la desesperación económica que quita de la agenda pública casi cualquier otro tema que no sea la reactivación, anoche se desgañitaba corriendo detrás de un enigma: ¿habrá votación? La respuesta, y tal vez el resultado, hoy mismo, entre las 10 y las 11.

Hagan sus apuestas
Por M.G.
Suele decirse que un analista político es alguien capaz de explicar por qué pasó algo que, antes, jamás había imaginado que ocurriría. Un examen de los 53 Estados que integran la comisión hecho país por país, según sus antecedentes ante la Comisión de Derechos Humanos y cierta conducta en política internacional, arroja un pronóstico de empate 20 a 20, con cuatro incógnitas que, en principio, inclinarían la balanza en favor de los Estados Unidos. Los 20 a favor de Cuba: Argelia, Burundi, China, Cuba, Congo, India, Indonesia, Liberia, Libia, Madagascar, Malasia, Níger, Nigeria, Pakistán, Rusia, Sudáfrica, Siria, Venezuela, Vietnam y Zambia. Los 20 a favor de los Estados Unidos: Argentina, Bélgica, Canadá, Costa Rica, República Checa, Francia, Alemania, Guatemala, Italia, Japón, Letonia, Noruega, Polonia, Portugal, Corea del Sur, Rumania, España, Reino Unido, Uruguay y Estados Unidos. Las abstenciones probables: Brasil, Colombia, Ecuador, Mauricio, México, Perú, Quatar, Senegal y Swazilandia. Las cuatro incógnitas son Tailandia, Arabia Saudita, Kenya y Camerún. De ellas, solo Kenya podría votar con Cuba, mientras que muy posiblemente Tailandia y Camerún lo harían con los Estados Unidos. En cuanto a Arabia Saudita, su gobierno es pro-Washington pero puede guiar su voto por criterios ajenos a Cuba, por ejemplo dentro de un paquete que incluya una forma de votar en temas del Medio Oriente. Si esto es así, los Estados Unidos podrían ganar hoy 22 a 21, o 23 a 21. O no.

 

 

 

 

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