La lectura del fallo del Tribunal Oral 2 cordobés cayó pesadamente sobre la audiencia. La absolución de tres de los cinco imputados por la muerte de la azafata Lilian Almada, y la condena de los otros dos �de menor nivel jerárquico� a un año y ocho meses y dos años de prisión en suspenso, provocó primero un profundo silencio en la sala. Después de unos segundos, las hermanas de Almada comenzaron a gritar su disconformidad, mientras condenados y absueltos corrían por los pasillos esquivando golpes. En la calle, un grupo de familiares de las víctimas del accidente de Lapa aguardaba a la familia de Almada para expresar su solidaridad y a los cinco funcionarios para continuar la corrida. Los abogados de la familia de la azafata anunciaron que apelarán la decisión del tribunal, mientras que Mirta Murúa, madre de Lilian, con una foto de su hija, aseguraba que �los principales responsables gozan de impunidad�. No se refería a los absueltos, sino a los ausentes en la acusación: los fabricantes del avión y las autoridades aéreas españolas y argentinas, que en 1993 certificaron que el turbohélice CASA 235-200 era �un avión seguro�.
Lilian Almada murió al caer al vacío desde una altura de 3 mil metros, mientras el turbohélice de Interaustral en el que viajaba sobrevolaba el cordón de Sierras Grandes rumbo a Mendoza. El accidente ocurrió cuando la puerta de la aeronave se abrió en pleno vuelo, el avión se despresurizó y Almada literalmente fue succionada hacia el exterior. Su cuerpo fue hallado, dos días después, entre las sierras.
El juicio se inició el 1º de marzo pasado. Los imputados, en orden jerárquico: el gerente del Area Técnica, Javier Losa de la Cruz, del grupo Iberia, enviado a Argentina después de la compra de Austral (Interaustral formaba parte del grupo Cielos del Sur); el de Planeamiento de Ingeniería, Ricardo Embón; y el de Aseguramiento de Calidad, Alberto Muñoz. Seguían Jorge Fernández, Gerente de Mantenimiento, y Adolfo Luna, jefe de Mantenimiento en los hangares de Interaustral en el aeropuerto de Córdoba.
El tribunal, conformado por José María Pérez Villalobo, José Tribuzzio y Octavio Cortés Olmedo, decidió condenar en orden inverso de responsabilidades, primero al mecánico Luna a dos años en suspenso; después, a Fernández, a un año y ocho meses. Y por último, absolvió a los tres jerárquicos. Tras la lectura del fallo, la sala quedó en absoluto silencio durante varios segundos, hasta que las hermanas de Lilian comenzaron a gritar su disconformidad. Al mismo tiempo, los cinco que habían estado sentados en el banquillo corrieron hacia sus autos, esquivando golpes y sorteando a un grupo de familiares de las víctimas del caso Lapa, reunidos en el exterior del juzgado.
Mirta Murúa sostuvo después que los �responsables gozan de impunidad�, refiriéndose a los fabricantes del avión y del grupo Iberia, dueña de Austral e Interaustral. María Martínez, una de las abogadas de la familia Almada, sostuvo que el fallo �en el fondo es una decisión empresarial vestida con palabras jurídicas. Vamos a leer los fundamentos y es muy probable que apelemos�.
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