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Por Steven Dudley *
Desde Bogotá
 Guerrilleros del segundo grupo insurgente más numeroso de Colombia se apoderaron de alrededor de 100 empleados de una compañía petrolera de Estados Unidos, en uno de los mayores secuestros masivos del país. Hombres armados detuvieron un convoy de ocho ómnibus que llevaban personal de mantenimiento, cocina, seguridad y limpieza, todos ellos de nacionalidad colombiana, que trabajaban para la empresa Occidental Petroleum de California, poco después de que partieran de los campos petroleros de la empresa en el estado de Arauca en el nordeste. Pero pocas horas después del ataque, el grupo armado liberó a la mayoría de las víctimas. Informes confusos dijeron que los rebeldes todavía tenían en su poder entre 19 y 27 rehenes. El ejército colombiano desplegó varias unidades en el área para continuar buscándolos. �Nos gustaría alcanzarlos antes que lleguen a las montañas, la jungla o que crucen la frontera con Venezuela�, dijo un vocero del ejército.
Según el ministro de defensa de Colombia, el año pasado se reportaron al gobierno más de 3.500 secuestros. La guerrillas de izquierda, que utilizan el dinero del rescate para invertirlo en su guerra contra el gobierno, fueron responsabilizadas por la mayoría de esos secuestros. El secuestro del lunes parecía ser la obra del Ejército de Liberación Nacional (ELN), que es conocido por sus acciones de alto perfil. Asaltó a un avión que llevaba a 41 pasajeros y la tripulación en 1999. El grupo también secuestró a 160 colombianos de una iglesia en un rico vecindario de Cali el mismo año. Uno de los secuestrados de la iglesia murió cuando los guerrilleros huyeron del ejército.
El ELN también se opone con fuerza a las empresas petroleras multinacionales en Colombia y regularmente destruye el oleoducto de Cano Limon a Covenas, que transporta el petróleo de Occidental a la costa para su exportación. Los guerrilleros han bombardeado el oleoducto 63 veces este año y más de 700 veces desde 1986. El campo occidental de Arauca ha estado virtualmente sitiado desde fines de febrero a raíz de los ataques. El ELN también está enredado en un complicado proceso de paz con el gobierno. Después que éste prometiera desmilitarizar un área de 1.500 millas cuadradas en el centro de Colombia para mantener conversaciones a comienzos de este año, los dos lados han reñido por los detalles y los líderes del ELN dijeron que las negociaciones están en �crisis�.
Los archienemigos de las guerrillas, los paramilitares de derecha, han lanzado desde entonces una ofensiva en el área donde debían tener lugar las conversaciones. Los comandantes paramilitares dicen que no permitirán las negociaciones a no ser que el ELN cese sus actividades militares. En 1999, el gobierno retiró sus tropas de una región de 16.000 millas cuadradas en el sur de Colombia para hacer lugar para las conversaciones de paz con el grupo guerrillero más importante del país, las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC). Pero los críticos del proceso de paz dicen que el FARC está usando el área para acumular armas y droga y para mantener ahí a las víctimas de secuestros.
* De The Guardian de Gran Bretaña, especial para Página/12.
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