Carlos �Chacho� Alvarez, Darío Alessandro, Carlos Raimundi y Rubén Giustiniani, por la Mesa Nacional del Frepaso.
�Lamentamos el voto favorable de la Argentina a la resolución que condena al estado cubano, desde un doble nivel de crítica. El primero se refiere a que en un escenario similar al del año anterior, hubiéramos preferido la abstención, a fin de no involucrar a nuestro país en un problema político muy delicado, que excede el marco de los derechos humanos y que, al no haber en la resolución votada ninguna alusión al bloqueo, se convierte en un planteo muy sesgado. El segundo nivel de crítica es haber desaprovechado una excelente oportunidad para evitar esta encrucijada mediante un planteo integral y superador en materia de derechos humanos. Esto es, formular junto a otros países de América latina una mirada crítica de la calidad de nuestros respectivos regímenes políticos, lo que comprendería, no sólo el déficit en materia de derechos políticos, sino también de su contracara, el déficit en materia de derechos sociales como la pobreza, la falta de acceso a la educación, la salud y el empleo. Lo único que justificaría al gobierno, aun cuando no compartimos la decisión adoptada, es que, ante la extrema vulnerabilidad externa de nuestro país en materia económica y financiera y el relevante papel que Estados Unidos desempeñan en ese aspecto, el gobierno argentino optó por eliminar cualquier foco que friccionase o pusiese en conflicto su relación con ese país. Sin embargo, no existe relación directa entre ayuda económica y condena a Cuba, tal como lo demuestra la abstención de países muy importantes como México y Brasil, que son quienes reciben el mayor volumen de inversión directa norteamericana en América latina.�
Carlos Escudé,
especialista en relaciones internacionales.
�Al votar en contra de la violación de derechos humanos y a favor del pueblo cubano, porque exhortar al gobierno de Cuba a respetar los derechos humanos es votar a favor de Cuba, la Argentina ganó prestigio como un país que se toma en serio el tema de los derechos humanos y que no condena violaciones vengan de derecha o izquierda. Lo que la Argentina perdió es prestigio entre los dictadores del mundo. Me alegro de ello. En tanto y en cuanto la Argentina tome distancia respecto del embargo norteamericano a Cuba, que sí les hace daño a los cubanos, no se podrá decir que nuestra política no se podrá decir que nuestra política exterior está gobernada desde Washington.�
Mario Cámpora, ex embajador en Inglaterra.
�Se pretende asumir un rol de ejemplaridad difícilmente sostenible si pensamos en los años de la dictadura cuando se violaron de manera sistemática los derechos humanos. ¿Es que los argentinos tenemos derecho entonces a tirar la primera piedra? No veo que se haya ganado nada. Hemos perdido la oportunidad de ser solidarios son un pueblo hermano víctima deun boicot comercial injusto que no es respetado ni por los turistas americanos ni por los empresarios que han abierto una vinculación ilustrada por la misma visita de David Rockefeller.�
Aníbal Ibarra, jefe
de Gobierno porteño.
�El gobierno argentino no ganó nada al votar nuevamente en contra de Cuba. Es un error pensar que el gesto puede favorecer nuestras relaciones con Estados Unidos porque Estados Unidos suele beneficiar a los países que tienen posiciones independientes. La Argentina perdió una oportunidad de expresar una política propia dentro de América Latina y de coordinar con los otros países de la región una estrategia. Acá está claro que Estados Unidos tiene un problema con los Estados Unidos, pero nosotros no tenemos por qué comprarnos ese conflicto. Creo que la abstención es una posición política mucho más correcta porque significa una posición independiente de la Argentina.�
Rafael Flores,
diputado, Frepaso.
�Es penoso que la Argentina reitere un voto contra Cuba y caiga nuevamente en la equivocación que cometió el año pasado encolumnándose detrás de los Estados Unidos. Manifiesto mi solidaridad al embajador cubano en Buenos Aires, Alejandro González Galiano y al gobierno de Cuba y a su pueblo. Si Argentina no se anima a votar en contra del país del norte (Estados Unidos) por lo menos debería abstenerse; los Estados Unidos no van a dejar de hacer negocios con nosotros ni tampoco va a dejar de vendernos cosas que acentúen un marcado desequilibrio de la balanza comercial con ese país.�
Eduardo Menem,
senador nacional, PJ.
�Lamentablemente, siguiendo una política equivocada de gobierno, y siguiendo una política equivocada del anterior gobierno, se votó en contra de Cuba. El gobierno está respondiendo a los intereses y estrategias de Estados Unidos, con lo cual sólo se castiga al pueblo cubano sin afectar el régimen de Fidel Castro. Los países latinoamericanos no votaron en modo uniforme y eso es una demostración de la falta de solidaridad. Nos afecta como latinoamericanos�.
Eduardo Jozami, subsecretario de Vivienda de la Ciudad de Buenos Aires.
�Expreso mi rechazo a la postura del gobierno nacional que repitió su voto de condena contra Cuba en la reunión de la ONU en Ginebra. Ese voto contra Cuba resulta inadmisible dada la posición expresada por las fuerzas políticas que componen la Alianza y la mayoría de los sectores políticos del país. Este voto condenatorio pone en evidencia quién define la política interna y exterior del gobierno nacional con definiciones que nada tienen que ver con los compromisos asumidos por la Alianza. Esta posición del gobierno Nacional confirma la política de las `relaciones carnales` con los Estados Unidos.�
Diana Conti, subsecretaria de Derechos Humanos.
�Respeto la posición adoptada por el gobierno argentino, pero en mi opinión personal no hubiera votado en contra. El nivel de cumplimiento de los derechos humanos es igual que en cualquier otro país de Latinoamérica. La diferencia es que ellos no tienen un gobierno democrático. Esa situación es repudiable, pero es el sistema político que los cubanos eligieron hasta ahora para sobrevivir en el mundo y las condiciones que les tocó vivir.�
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