Por
Eduardo Tagliaferro "Cada
uno tiene que saber qué firma, por qué lo firma y para qué", dice
el ex embajador en las Naciones Unidas y Chile Jorge Vázquez, cuando se
refiere a las opiniones de los ex ministros de Carlos Menem que firmaron
los decretos que ampararon la venta ilegal de armas y argumentan que
desconocían el contenido de los mismos. En una entrevista con Página/12
no oculta su enojo con sus ex compañeros y disculpa su lenguaje diciendo
que es la opinión que tiene la calle. "Ahora parece que el de Menem
era un gobierno de boludos, pero por los resultados no eran ningunos
boludos sino unos pícaros bárbaros", afirma sin eufemismos.
--¿Considera que detrás de la venta ilegal de armas a Croacia
y Ecuador estaba el poder político?
--En ese momento decir Emir Yoma era lo mismo que decir Carlos
Menem. Aunque formalmente ocupó el cargo de asesor presidencial, lo
cierto es que luego del Swifgate fue una especie de ministro sin cartera.
Eso era una cuestión pública. Nadie puede negar la estrecha relación
que tenían Emir y Menem.
--No sería improbable que la Justicia cite a Menem.
--Por supuesto. No sería loco que convoquen a Menem a una
declaración testimonial, si hasta el leal Erman González está pidiendo
su citación. Como no lo van a citar si todos los ministros involucrados
en la causa están reclamando su comparecencia judicial.
--Pero los ministros están imputados en el expediente.
--Acá estamos acostumbrados a decir `yo no se nada'. Pongamos las
cosas en claro, cada uno tiene que saber qué firma, por qué lo firma y
para qué. Decir que se desconocía el contenido de los decretos son
excusas pueriles. Ese argumento es tomarle el pelo a la gente. Sucede que
el servilismo de Guido Di Tella y Oscar Camilión los llevaba a firmar
cualquier cosa con tal de mantenerse en los puestos.
--Sin los decretos la maniobra no hubiera tenido cobertura
legal.
--Exacto, pero no se puede desconocer que desde la invasión
norteamericana Panamá no tenía fuerzas armadas. Tan sólo tenía una
Guardia Civil que cumplía las veces de fuerza policial. Nadie podía
desconocer eso, menos quienes se presumían estadistas. Pero aquí no se
asumen las responsabilidades sino que se descargan las responsabilidades
en los subordinados. --¿Por quién lo dice?
--Que tienen que ver con esta maniobra, Juan Carlos Olima y
Fernando Petrella (ambos ex vicecancilleres de Di Tella), si el Canciller
había tenido muchas señales de alerta. Mi compañero de promoción
Vicente Espeche Gil, hoy embajador ante la Santa Sede, había alertado
sobre el posible desvió de armamento argentino. Algo parecido ocurrió
con el embajador Enrique Candiotti. --¿Usted sospecha que hubo complicidad?
--Miro objetivamente los hechos. No se si Di Tella leyó o no leyó
los cables de alerta. No se si escuchó las advertencias del por entonces
embajador en Yugoslavia, Federico Bartfeld, pero tenía la responsabilidad
de hacer el seguimiento de los hechos. En política internacional, la
venta de armas y el tráfico de drogas son actividades con las que se
hacen mucha plata. No se genera dinero vendiendo penicilina. Alguien se
quedó con la plata. Se afirma que de los 100 millones que produjo la
venta de armamento se quedaron con aproximadamente 60. Si no lo veían era
porque no querían verlo.
--¿Quién se quedó con la plata?
--No estoy diciendo que Camilión y Di Tella se quedaron con la
plata. Pero es verdad que permitían cualquier cosa. Señores, a quién
quieren engañar.
--Cuando fue embajador en Naciones Unidas, ¿nunca fue alertado
sobre la existencia de armamento argentino en los Balcanes?
--Sólo me llegaron rumores, lo que vulgarmente se conoce como
radio pasillo. Sobre todo se hablaba de los cables de alerta que enviaba
Bartfeld desde Yugoslavia. Nunca tuve un planteo formal del Secretario
General de Naciones Unidas. En verdad todo parecía inverosímil, nadie
podía creer que Argentina estuviera vendiendo armas y violara el bloqueo
internacional. En el caso ecuatoriano, ¿cómo íbamos a vender armamento
si éramos garantes del tratado de paz entre Perú y Ecuador?
--¿No habló con Menem o con Di Tella sobre estas versiones?
--Como no me saludo con Di Tella no podría haberlo hablado. No se
olvide que yo fui retirado en 1993 y como no suelo frecuentar reuniones
sociales la posibilidad de conversar con algún funcionario era remota.
Con Menem nunca me cruce ni lo hablé. Tampoco tenía por qué pedir
explicaciones. La mía era una embajada multilateral. Oficialmente circuló
el intento de vender tanques TAM y dos submarinos durante los primeros
tiempos de la gestión de Erman González.
--Teniendo en cuenta que en los Balcanes apareció armamento de
varios países, ¿en algunos de ellos se inició alguna investigación
judicial como ocurre aquí?
--Acá hubo una maniobra delictiva. Además no podemos comparar lo
que son los países centrales que siempre han participado del negocio de
la venta de armas a zonas en conflicto con un país periférico como el
nuestro. País periférico que se empeñaba en vender armamento.
--¿Desde el menemismo se puede estar buscando algún pacto que
garantice la impunidad?
--Que se lo busque no quiere decir que se lo obtenga. Ninguna
cuestión política tiene que frenar el accionar de la justicia. Para ser
un país creíble tenemos que mostrar nuestros trapos sucios, si no no
habrá democracia, sólo tendremos una fachada de ella. Espero que se
termine con la asociación del poder, ciertos estudios jurídicos y
determinados jueces federales. La fiesta se terminó. No dudo en que
intentarán obtener la impunidad, pero sería catastrófico.
--¿Cómo definiría al gobierno de Menem? --Ahora parece que el de Menem era un gobierno de boludos, pero por los resultados no eran ningunos boludos sino unos pícaros bárbaros. Fue un gobierno "coppolista" (en referencia a Guillermo Coppola).
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