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Por Susana Viau
 Hoy, cuando los diputados Gustavo Gutiérrez y Elisa Carrió presenten su proyecto de creación de la Comisión Especial Investigadora que determinará el alcance de las actividades de lavado protagonizadas por el Banco República, el Federal Bank y el Citibank, saldrá a la luz el aspecto de mayor gravedad institucional de la historia que tiene como eje al financista Raúl Juan Pedro Moneta. Se trata de multimillonarias operaciones realizadas por el Banco Central con el Federal Bank, valiéndose para ello de otros bancos oficiales, como el Banco Nación y el Banco Hipotecario. Las revelaciones comprometen seriamente al directorio del Banco Central y, en especial, a Pedro Pou, su presidente, quien ha logrado obtener una semana de tregua antes de que la comisión bicameral que estudia su actuación haga conocer el veredicto, contrario a su permanencia en el BCRA. El senador radical Mario Losada explicó que el retraso obedecía a una sobrecarga de tareas. Sin embargo,
Página/12 pudo saber que una carta del ministro de Economía, Domingo Cavallo, dirigida al presidente Fernando de la Rúa y solicitando la continuidad de Pou sería una de las razones de la postergación.
En su Proyecto de Resolución, Gutiérrez y Carrió sostienen que la comisión investigadora tendrá como objeto el estudio de los mecanismos empleados para la legitimación de activos (blanqueo de dinero); el seguimiento del modo en que diversas entidades financieras violaron e incumplieron las normativas del BCRA, de la AFIP, de la Comisión de Valores y la Aduana; proponer controles; examinar la documentación obtenida por el Subcomité Permanente del Senado de los Estados Unidos en el caso de Mercado Abierto y el Federal Bank. Se sabe ya que la Comisión Investigadora estará compuesta por siete miembros designados por los respectivos bloques y se ha logrado acuerdo para que la presidencia y vicepresidencia recaigan en Carrió y en Gutiérrez. Entre las facultades del organismo estará la citación de testigos, la toma de declaraciones, la realización de careos e inspecciones oculares, así como la solicitud de pericias y el acceso al estado de las causas. Las decisiones se tomarán por mayoría absoluta.
Gutiérrez y Carrió exponen los casos de Mercado Abierto, del Federal Bank, del CEI e, incluso, el caso del Banco Macro. Pero, sin duda, el título destinado al rol jugado por el Banco Central es el más fuerte del documento. De acuerdo a los datos elaborados por el contador Luis Balaguer, el BCRA ha operado por volúmenes sorprendentes con Federal Bank, utilizando como instrumento necesario a otros dos bancos oficiales: el Nación de la gestión de Roque Maccarone y el Hipotecario de la de Adelina de Viola. La gravedad de esa transgresión resulta inaudita para los expertos, que han dicho a este diario que �El dinero del BCRA es el de las reservas y sólo puede operar con bancos de primer nivel (triple A). Jamás con un P.O. Box�, en alusión al Federal Bank que no poseía oficinas ni empleados y era apenas una casilla de correos en un paraíso fiscal.
La cuestión puede comprometer definitivamente la ya precaria situación de Pou. Sólo la inteligente maniobra del justicialista pampeano Carlos Verna (el único voto favorable con que cuenta Pou en la comisión) le dio al presidente del BCRA un plazo de siete días más para intentar salvar su cabeza. Es que Verna sorprendió a sus pares radicales de la bicameral comunicándoles la existencia de una carta en la que Cavallo solicita a De la Rúa la continuidad del funcionario. Se imponía entonces una ronda de consultas para evitar el cortocircuito entre la postura de remoción de los legisladores oficialistas y el deseo del Ejecutivo de enfriar el asunto. Un segundo factor favoreció involuntariamente a Pou: el dictamen, redactado por Raúl Alconada Sempé, incluía entre los cargos el de encubrimiento de lavado de dinero, un delito de acción pública que obligaba a los miembros de la comisión a la inmediata denuncia judicial y eso estaba más allá de las previsiones. Alconada debió confeccionar una segunda versión, aligerada de las referencias al lavado. Estos serán siete días de conciliábulos para resolver de qué modo conformar las expectativas de los tirios y los temores de los troyanos. Un ex alto funcionario trataba de justificar la intervención de Cavallo y sintetizaba la situación: �Imagínese si es un inversor y le proponen poner dinero en Argentina. Pregunta qué es Argentina y le responden: un país en el que el presidente del Banco Central lava plata y el ex presidente trafica armas�.
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