Por Suzanne Goldenberg
Desde Jerusalén
El gobierno israelí ordenó ayer una nueva incursión en Gaza, tratando de demostrar que no había dado un paso atrás después de que Washington la criticara por emplear una �fuerza excesiva� en el territorio palestino el martes. Topadoras israelíes blindadas arremetieron contra un puesto policial cerca del aeropuerto, mientras los asesores de Ariel Sharon declaraban que el primer ministro no había sucumbido a las presiones de Washington anteayer, cuando detuvo abruptamente la reocupación de territorio cerca de la localidad de Beit Hanun, en el norte de la Franja de Gaza.
Estados Unidos calificó a la acción, que constituyó una respuesta a los ataques de morteros palestinos contra colonias judías en el territorio, como �excesiva y desproporcionada�. Pronto, el ejército israelí recibió órdenes de retirarse, aunque su comandante en la Franja de Gaza, el brigadier general Yair Naveh, había dicho que los tanques podrían permanecer en el lugar �días, semanas, meses�. El portavoz de Sharon dijo que el general había hablado de modo incorrecto y otros funcionarios dijeron que Naveh simplemente estaba fuera de sintonía con el jefe de Estado Mayor del ejército. Pero estas explicaciones causaron incredulidad y resentimiento en las filas del Ejército, desde donde se acusó a Sharon de tratar de convertir a un oficial superior en chivo expiatorio. Un alto oficial dijo ayer al diario Yediot Ahronoth que �tuvimos una gran desilusión ante las órdenes del primer ministro de retirarnos después de sólo un día. Nuestros planes de operaciones se basaban en el supuesto de que permaneceríamos en el lugar al menos una semana�. Otro fue más directo: �Están tratando de culpar a Naveh por toda la historia. Todo lo que él dijo era completamente cierto y reflejaba las intenciones del Ejército hasta que llegó la orden del primer ministro�.
La confusión de las últimas 24 horas ha sembrado dudas respecto a las reiteradas afirmaciones de Sharon de que tiene un plan secreto para terminar con la Intifada palestina y restaurar la seguridad de los israelíes. En lugar de eso, su posición parece debilitada y confusa. Pero los israelíes parecían dispuesto a disculparlo. Aunque Sharon enfrenta fuertes críticas de los colonos, que lo acusan de haberse vendido a Washington, la mayoría de los israelíes estaban ayer aliviados del hecho de que sus hijos soldados no quedarían empantanados en Gaza, como lo estuvieron durante la ocupación de 18 años del Líbano. �Quedamos muy aliviados cuando Sharon ordenó retirarse �dijo Yael Dayan, pacifista y parlamentaria laborista, hija del legendario general Moshe Dayan�. Cuando ordenó entrar me preocupé mucho, porque es fácil entrar, pero no salir. Ahora todavía tengo mis críticas, pero son menos extremas.�
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