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River se subió a la cima del Grupo 5 de la Copa Libertadores al vencer anoche por 2-0 a El Nacional ecuatoriano, porque aunque comparte con su vencido de anoche el primer lugar, tiene mejor diferencia de gol. Sólo falta una fecha y River, que deberá enfrentar a Guaraní en Asunción, está a un paso de la clasificación. Si gana será primero y así evitará a su sombra negra, el Cruzeiro. Si empata, clasifica seguro, primero o segundo. Si pierde, puede quedar afuera si El Nacional gana algún punto en la altura de La Paz ante The Strongest.
En realidad, River cumplió sin lucirse con su obligación de sacar tres puntos que lo posicionaran mejor de cara a la última fecha de la primera fase, en un partido que había sido reprogramado por dos veces debido a la lluvia que azotó Buenos Aires en la fecha original del 21 de marzo.
River supo golpear en los momentos justos. El Nacional no se había acomodado todavía cuando Ayala cabeceó al gol solo y detrás de los defensores �más la pasividad del arquero� un centro de Cardetti desde la derecha. Casi cuarenta minutos más tarde, los locales se ganaron el derecho a irse a los vestuarios más tranquilos, luego de que Cardetti sacara un latigazo de zurda tras una excelente asistencia del paraguayo Nelson Cuevas para el 2-0.
Entre ambos goles hubo un partido aburrido, deslucido y estéril. River, sin Saviola, lesionado, no encontró solución en las gambetas de su conductor natural, Ariel Ortega, un poco tirado atrás como enganche, y la imprecisión de la mayoría. Sólo Cuevas buscaba a través del desborde y el juego asociado. Los locales tuvieron un par de chances más en el primer parcial (doble atajada del portero Geovanny Ibarra ante Cuevas y tiro de sobrepique de Cardetti, de frente al arco, que se fue arriba del travesaño), pero El Nacional también hizo lo suyo, sobre todo cuando la pelota pasaba por los pies de Carlos Preciado y Diego Herrera; así, un remate de Angel Fernández dio en el palo.
Aunque no pudo aumentar la cuenta, River mejoró su producción en el complemento, con Cuevas erigiéndose definitivamente en la figura de la cancha y con Ortega, Eduardo Coudet y Damián Alvarez otorgándole mayor ritmo a sus búsquedas. Los de Gallego pudieron sellar la goleada, pero terminaron chocando con los reflejos del portero Ibarra, el hombre más destacado en El Nacional, un conjunto de buen manejo que no tuvo ideas para vulnerar a la defensa de River. En el segundo tiempo la visita sólo llegó con peligro una vez: un desborde de Robert Burbano terminó con un cabezazo al gol del volante Jairón Zamora, pero fue invalidado por infracción del autor al apoyarse en un defensor.
Los simpatizantes de River festejaron medidamente una victoria que nunca estuvo comprometida, a la espera de un nuevo triunfo en Asunción que le asegure el primer lugar en el grupo y poder esquivar en octavos al temido Cruzeiro, ya clasificado como ganador del Grupo 4.
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