Por Claudio Zlotnik
�Se va Cavallo.� El rumor se generó en San Pablo y rápidamente llegó a la city porteña. La versión se completaba con la posibilidad, inminente, de la cesación de pagos de Argentina. El propio Fernando de la Rúa se vio obligado a detener la bola de nieve instantes después de reunirse con su colega George Bush. Tras negar el alejamiento de Cavallo, aseguró que �tenemos recursos para honrar nuestras obligaciones internacionales�. La intervención presidencial ponía fin a una jornada complicada para los mercados, golpeados también por los últimos cambios propuestos por Domingo Cavallo en el Banco Central que, por ahora, Pedro Pou frenó. En este contexto, las acciones cayeron 4 por ciento en promedio y el riesgo país se disparó 44 puntos, hasta los 940. Los títulos públicos mostraron bajas de entre 2,5 y 3 por ciento.
La caída de los papeles se insinuó no bien se iniciaron las operaciones. Hubo dos cuestiones que influyeron. Por un lado, el hecho de que Economía aspirara de golpe 580 millones de dólares en el mercado, a través la colocación de sendos bonos entre las AFJP y los bancos. El objetivo de Cavallo fue reforzar la caja y así poder hacer frente a los compromisos de deuda del corto plazo. Pero cumplir tiene sus contraindicaciones. La más notable, que para prestarle dinero al ministro los bancos y las AFJP debieron vender títulos que tenían en cartera. Como suele suceder cuando alguien debe vender un activo de manera forzosa, el valor se deprecia. En el caso de los bonos, su caída implica una disparada del riesgo país y se termina instalando un círculo vicioso: Cavallo necesita que baje el riesgo para reactivar la economía y busca fondos para dar certezas de que podrá pagar la deuda. Pero eso implica que suba el riesgo, y en los actuales niveles es impensable una recuperación económica.
Otro causa que impactó entre los financistas fue el nuevo conflicto que involucra a Cavallo y a Pedro Pou. A principios de esta semana, el Gobierno sacó un decreto modificando la Carta Orgánica del Central. Esa norma habilitaba a que los bancos pudieran contar como encajes al efectivo que contaban en las sucursales para atender las necesidades de los clientes y, por lo tanto, disminuían los fondos que las entidades financieras deben inmovilizar. Esta inyección al mercado financiero era de entre 2500 a 3000 millones, lo que en la práctica significaría una nueva disminución de los encajes, del 18 al 15 por ciento de los depósitos. Pero Pou se resiste a llevar adelante esta medida, y en el Central al igual que senadores del justicialismo están analizando la posible inconstitucionalidad de cambiar la Carta Orgánica a través de un decreto.
La intención de Cavallo es que los fondos liberados den lugar a un aumento del crédito. Pero en la city sostienen que, en medio de la crisis, no existe demanda por parte del sector privado y que las medidas monetarias expansivas tomadas por el ministro dañan la Convertibilidad. Al respecto, Cavallo ya emitió un bono por 2000 millones permitiendo que los bancos computen esos papeles como requisitos mínimos de liquidez y en el último decreto se amplía el tope que las entidades financieras pueden inmovilizar contabilizando títulos públicos en vez de efectivo. �Desde que asumió, Cavallo tocó los dos pilares que hacían confiable a la Argentina: la Convertibilidad y el sistema financiero. Los inversores extranjeros tienen dudas y no apuestan por la Argentina�, señaló a este diario un directivo de un banco líder de plaza.
La estrategia de Cavallo de expandir la oferta monetaria tiene pocos adeptos en el microcentro. Los financistas alegan que este programa sumó confusión a la crisis y que, en medio de este clima, no ingresan fondos frescos desde el exterior. Y que, en ese marco, el ministro se ve obligado a recurrir obligatoriamente a los bancos y a las AFJP para financiarse a �tasas ruinosas para la economía�, según la definición del propio ministro. �En algún momento, este circuito se va a cortar. Tiene unlímite, y sería muy importante que rápidamente Economía lance un bono en el exterior para generar confianza�, señaló a Página/12 un banquero.
La ofensiva del ministro sobre la política monetaria y las urgentes necesidades de financiamiento tienen a la Argentina bajo la lupa de los financistas. En la city no descartan que la crisis termine devorándose también al mismísimo Cavallo. Y por eso los rumores generados en Brasil ahondaron la caída de los títulos públicos y las acciones.
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