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Domingo Cavallo no las tuvo todas consigo. A un mes de su designación como ministro, ayer casi todo le salió mal. Por primera vez surgieron versiones sobre su renuncia. El presidente y el ministro de Hacienda de Brasil lo cruzaron duramente por sus declaraciones en ese país. Y el riesgo país se disparó. Como si todo eso fuera poco, Cavallo debió soportar que el asesor que contrató para diseñar un plan de blanqueo de capitales dijera que un programa semejante no puede aplicarse en el corto plazo. Carlos Solchaga, ex ministro de Hacienda español, enfatizó que la idea de Cavallo sólo podrá instrumentarse �cuando se haya avanzado de manera muy considerable en el cumplimiento general de las leyes fiscales que existen en el país. En mi opinión, no podría hacerse antes�.
Hace veinte días, Cavallo sorprendió a todos al anunciar que se pondría en marcha un plan de regularización impositiva, que en los hechos habilita un blanqueo de capitales fugados al exterior. Destacó que se tomaría en cuenta la experiencia española de fines de los �80, y que se llamaría para ajustar su elaboración al mismo hombre que lo aplicó en aquel país. En efecto, Solchaga fue contratado por la Jefatura de Gabinete, a instancias del ministro de Economía. Ayer estuvo reunido con Chrystian Colombo y el secretario de Ingresos Públicos, José María Farré. Pero en lugar de avalar la intención de Cavallo de lanzar ese plan en el corto plazo, subrayó que �habría que hacerlo de manera muy medida y no inmediatamente�.
�Es posible pensar en algún tipo de acción como la de España. Pero tendría mucho más éxito si transcurrido algún tiempo se ha mejorado la conciencia fiscal�, agregó. Cavallo había dicho que la iniciativa consiste en la compra de un título de deuda pública por parte de quien quiera blanquear capitales no declarados, ya sea radicados en el exterior o en el circuito negro local. También podrían adherirse aquellos que tuvieran deudas con el fisco hasta el 31 de diciembre de 1999. El bono devengaría una tasa de interés muy baja. Los fondos obtenidos volverían al sector privado mediante la cancelación de anticipos o devoluciones de impuestos adeudados por el Estado, que el ministro estimó en 8 mil millones de pesos.
Solchaga consideró que la regularización sólo tiene sentido cuando haya un alto cumplimiento en el pago de impuestos, ya que su función es �terminar de abarcar a la parte de la población que haya evadido al fisco�. �Es un plan factible, pero en circunstancias distintas a las de Argentina en este momento�, remarcó el ex ministro español. �¿Se pueden producir esas circunstancias?�, se preguntó. �Dependerá de la voluntad política y de los cambios que se produzcan, pero hasta que eso no ocurra a mí se me antoja muy difícil que el programa pueda comenzar�, concluyó. Solchaga dijo que, mientras tanto, asesorará a Colombo para reestructurar la AFIP y para diseñar una nueva reforma tributaria.
Exenciones en estudio
El secretario de Ingresos Públicos, José María Farré, no descartó ayer la posibilidad de que el Ministerio de Economía disponga exenciones al impuesto a las transacciones financieras, ante la ola de reclamos empresarios. �Lo que puedo garantizar es que las numerosas presentaciones que hemos recibido son estudiadas. Una vez que se terminen de ver todas ellas, si son necesarias correcciones, se harán�, aseguró el funcionario, quien dijo que él y su equipo están trabajando �a destajo�. En el cuarto piso del Palacio de Hacienda se acumularon cientos de expedientes de empresas que exigen la eximición del gravamen, y algunos de estos reclamos �pueden tener algún sustento�. �Este es un impuesto que no lleva 15 días hábiles de vigencia. Se aplicó porque teníamos fiebre y había que tomar algún remedio. Tal vez no tenga sabor a fruta, sino que sea amargo, pero era necesario�, fue la metáfora de Farré para justificar la aplicación del nuevo gravamen. De todos modos, resaltó que �la ley prevé que (a futuro) se puede tomar a cuenta de Ganancias o IVA, razón por la cual tiene posibilidad de autocorregirse según sea su desarrollo�. |
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