A Central le alcanzaba con el empate y se notó; a Vélez no le servía otra cosa que no fuera la victoria y también se notó. Mientras Bauza paró un equipo cauteloso, casi miserable, con Pizzi solo y aislado arriba y Ezequiel González demasiado echado contra la banda izquierda, sin influir en el medio; Compagnucci juntó �es un decir� a Darío Husain y Carucha Muller arriba y tiró atrás como enganche al único capaz de inventar algo, Jairo Castillo. Este sería, paradójicamente, clave: lo echaron.
Durante el primer tiempo, muy trabado y sin claridad de ninguna de las dos partes, fueron los locales los que tuvieron las mejores y únicas oportunidades. Primero fue Jairo �el mejor� que dejó solo a Morigi por derecha y el volante le pegó mal; después hubo una chilena desmañada de Muller que si embocaba el arco era gol; más tarde un quedo entre Marra Tombolini que salvó el arquero de últimas ante Darío y al final un disparo del colombiano que el arquero rosarino manoteó abajo con lo justo. Eso fue todo lo producido por Vélez, muy poco. Central, absolutamente nada. Lo único que cosechó el equipo de Bauza �y que le daría no imprevistos frutos� fue una amonestación a Jairo Castillo, apresurada, por aparente fingimiento de falta tras haber sufrido cuatro foules anteriores.
Cuando volvieron, cambió todo en menos de cinco minutos. El recién ingresado Casado lo tuvo para Vélez y en la jugada siguiente Madorrán volvió a amonestar al alquilado Castillo �esta vez por infracción� y el colombiano se tuvo que ir. En la primera llegada franca de Central, un minuto después, De Bruno reventó el travesaño de lejos y pareció que estaba para los rosarinos. Pero no: Vélez no se achicó, Bauza tardó diezminutos en ponerlo a Arias para sumar alguien más arriba y se hizo -aunque llegaran poco� de ida y vuelta: de borde a borde de área.
Central trató de retener y congelar durante un rato y lo logró, pero nunca conseguía lastimar. Vélez, más allá de los centros y algún revolcón, tampoco. Hasta que a la media hora se durmió Méndez, la perdió a la derecha de su defensa y el centro lo dejó solo a Pizzi, que en la primera que tuvo, fusiló. Faltaban quince pero ya estaba definido. Y en la última contra, cómoda, Arias (en aparente offside) aprovechó un error de Crosa y, tras pase de Pizzi, sentenció. Central ganó su Grupo 1 ante el empate del Junior con Universitario y jugará con el segundo del grupo de Boca: Cobreloa o Deportivo Cali.
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