Por Raúl Kollmann
La viuda del mayor traficante de drogas de la historia, Pablo Escobar Gaviria, quedó ayer en libertad pero deberá afrontar un juicio oral acusada de haber traído a la Argentina dos millones de dólares que supuestamente venían del narcotráfico. En noviembre de 1999, el juez Gabriel Cavallo encarceló a la mujer, María Isabel Santos Caballero, argumentando que el dinero que manejó en el país provenía del Cartel de Medellín y que las explicaciones de la viuda, en el sentido de que los fondos no se originaron en las drogas, resultaban poco creíbles. Santos Caballero, por su parte, sostuvo que nunca fue acusada de tener relación con los narcos ni por la DEA ni por la CIA ni por la fiscalía de Colombia. Ayer, los fiscales Carlos Cearras y su adjunto Pablo Rechini prácticamente le dieron la razón a la viuda ya que pidieron la elevación del caso, aunque señalando que �hay un déficit probatorio�, o sea que son pocas las pruebas contra Santos Caballero.
Los fiscales pidieron, además, el sobreseimiento del ex abogado de la AMIA Luis Dobnievksy, considerando que su �conducta fue atípica�, pero no delictiva. Los fiscales también pidieron que se investigue a la SIDE y se cite a su ex jefe Hugo Anzorreguy y al ex canciller Guido Di Tella.
Toda la causa de la viuda de Escobar Gaviria fue extraña y llamativa.
La mujer vivió en el país por más de cinco años con una identidad cambiada. La modificación la hizo el gobierno colombiano para preservar su vida, por lo que sus documentos no son falsos, sino legítimos.
Todo indica que hubo algún tipo de acuerdo �clandestino� con el gobierno de Carlos Menem para que la mujer viva en la país sin ser molestada. La SIDE supo de su presencia en la Argentina pero no hizo nada.
Santos Caballero vivió con sus dos hijos en Buenos Aires realizando algunas inversiones. Según determinó el juez Cavallo, movió aproximadamente dos millones de pesos en compra y venta de inmuebles. El dinero llegó �cuando no� desde el Citibank de Nueva York pasando por cuentas en Uruguay, a la Argentina. Los fiscales piden que se investigue alguna participación de la SIDE en uno de los negocios.
La viuda se acercó a un contador, Juan Carlos Zacarías, quien la ayudó a hacer las inversiones. En el medio, surgió un romance.
Zacarías pretendió quedarse con parte del dinero de ella, sobre todo después de enterarse que era la viuda de Escobar Gaviria. El conflicto fue creciendo y se agudizó todavía más cuando intervino, actuando del lado de Zacarías, el abogado Víctor Stinfale. Entre ambos �apretaron� a la mujer amenazándola con denunciarla públicamente. Hoy Zacarías está acusado por administración fraudulenta de los bienes de la mujer, amenazas y extorsión. Stinfale también está imputado por amenazas.
La clave de esta historia radica en si la viuda de Escobar Gaviria trajo al país dinero del narcotráfico. Para el juez Cavallo ello es indudable y además acusó a la mujer de ser la jefa de una asociación ilícita para lavar dinero. Cinco fiscales distintos le fueron pidiendo al juez nuevas pruebas, aduciendo que la evidencia no era contundente. Santos Caballero, además, argumentaba que nadie la acusó nunca por hechos de narcotráfico por lo cual no se podía aducir que los fondos tenían ese origen. Finalmente, los fiscales aceptaron elevar el caso a juicio oral, pero remarcando que las pruebas son débiles. Además, señalaron que si la viuda era parte de una organización de lavado, debía interpretarse que la banda tendría ramificaciones en Colombia y por lo tanto no se puede establecer quién es el jefe. Este argumento �más bien débil� permitió la excarcelación de Santos Caballero: se sabe que el jefe de una asociación ilícita no accede a la excarcelación y los integrantes �así quedó ahora imputada la mujer� pueden recuperar la libertad hasta el juicio oral.
En cuanto a Luis Dobnievksy, los fiscales pidieron su sobreseimiento. El letrado le había comprado una casa a Santos Caballero y, además, intervino en una mediación cuando ya sabía que ella era la viuda de Escobar Gaviria. Para el juez Cavallo ello significaba colaborar con el lavado de dinero, para los fiscales �Dobnievsky no tenía por qué saber que la inversión de la viuda era para blanquear dinero�.
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