Por Eduardo Febbro
Desde Quebec, Canadá
�Cualquiera puede cambiar un peso por un dólar,� dijo el presidente Fernando de la Rúa. �Por algo hay una Ley de Convertibilidad que dice que un peso es un dólar.� Por lo tanto, la exhortación del ex presidente Carlos Menem a comprar dólares es �absurda, es directamente absurda. Promover eso es incentivar un daño innecesario, pero no altera la base monetaria del país y la solvencia del Estado�.
A la salida de una entrevista con su par venezolano, Hugo Chávez, el presidente le bajó el tono a las declaraciones de Armando Caro Figueroa. �No creo que haya hablado de desestabilización del gobierno,� relativizó De la Rúa. �Puede haber hablado de maniobras de mercado, que son precisamente aquellos rumores que hemos visto en estos dos o tres días y que son totalmente falsos�.
Los rumores de devaluación, insistió De la Rúa, son una forma de �crear confusión e incertidumbre�. El mandatario definió la conferencia de su ministro de Economía, Domingo Cavallo, como una �advertencia para que la gente no se confunda, es decir, no haga caso a rumores y versiones falsas, tenga muy claro que acá se fortalece la convertibilidad, que no hay devaluación, que tenemos solvencia fiscal y vamos a honrar nuestras obligaciones externas, las metas fijadas con el FMI. Es decir, hay que tener confianza en nuestra propia economía. En eso quiero ser muy claro y ratificarlo aquí�.
Esa confianza contrasta sin embargo con los comentarios de pasillo de la delegación argentina en la Cumbre de las Américas. Alguien ligado al sector económico comentó en Quebec que si �la Argentina tuviese que cambiar sus letras ahora tendría que pagar el 30% de interés, contra el 8% que paga México�. Pese a ese análisis catastrófico, el canciller argentino Adalberto Rodríguez Giavarini ni siquiera permitió que se usara el término �inestabilidad argentina�. Cuando salió el tema, Giavarini contestó seco que �no se puede hablar de algo que no existe�.
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